Diciembre 26, 2024

Cuando la bajeza, la ignominia y la felonía se apoderan del país

juandediosfuentes_mercurio

juandediosfuentes_mercurioParto por confesar ante mis pacientes lectores, que por salud mental no leo El Mercurio. Sin embargo, cuando empiezan a correr los frescos vientos otoñales a los pies de la precordillera de la Comuna Parque (con cada vez menos parques y cada vez más cemento), le solicito a mi señora madre  (91 años de edad),  que está suscrita al pasquín de marras, que me los guarde, pues por su característica incendiaria subversiva, no hay mejor combustible para encender el fuego de la estufa de doble cámara, siempre y cuando, claro está, no haya alertas, preemergencias o de plano emergencias medioambientales en nuestra contaminada cuenca santiaguina.

 

Pues bien, hace casi un mes, exactamente el 8 de abril, en la primera página del cuerpo de reportajes de tan ilustre periódico, me llamó la atención el título “La historia del ex intendente de Allende que vive cercado por el conflicto mapuche”. Es cierto que para la edición de ese domingo, el reportaje más importante era “Cecilia Bolocco, 25 años después”, ya que sólo el título y subtítulos encabezaban la página ocupando el cuarto superior de ella.


Obviamente, busqué con ansias inusitadas “la historia del ex intendente”, misma que encontré en la página nueve con el título “Juan de Dios Fuentes, dueño del Fundo Centenario, en Ercilla: El ex Mapu y ex UP que sufre en el epicentro del conflicto mapuche”.


La “bajada” (subtítulo, bastante largo por lo demás), es del siguiente tenor: “Fue intendente en el gobierno de Allende y colega de Insulza, Viera-Gallo y Correa en el Mapu. Hoy vive en la misma zona donde fue baleado el sargento Hugo Albornoz y, pese a su pasado político, pide mano dura. Además, critica las políticas de la Concertación y de la UP en el tema”.


El autor del reportaje explica que la situación de Juan de Dios Fuentes es similar a la de otros agricultores de la zona pero que él no es el típico latifundista (sic): es fundador del Mapu, ex intendente del Biobío durante el gobierno de la Unidad Popular, prisionero político y torturado. Organizador del plebiscito de la Octava Región y primer presidente del Partido Socialista unificado de la zona. “Y ya no sabe qué hacer para proteger sus tierras”.


Ahora bien, qué expresa el señor Fuentes en este  reportaje. Veamos sólo algunas perlas:


“Mientras Carabineros se defiende con balines de goma, a ellos les disparan con armas con mira láser”.

Debe ser por eso señor Fuentes, que hay tres mapuches asesinados por la espalda. La muerte del sargento Albornoz, está siendo investigada y hasta ahora no hay ninguna prueba que acuse a los mapuches, más bien lo contrario, pues la bala alojada en su cuerpo pertenece al calibre de las armas de servicio de carabineros. Esperamos que esta vez la investigación sea imparcial, cosa en que la ciudadanía se muestra bastante escéptica.


“La solución es que no se apliquen políticas discriminatorias. No por ser mapuche están fuera del alcance de la ley”.

En esto, señor Fuentes estamos totalmente de acuerdo con usted: a los mapuche debe aplicárseles la ley y no acusarlos de terroristas, armar unos burdos montajes, aplicarles la ley de seguridad interior del Estado, utilizar testigos falsos y sin rostro, y por último, llevarlos ante un tribunal imparcial antes de acusarlos sin pruebas. Y por supuesto, antes de asesinarlos por la espalda. Le recuerdo que en Chile está prohibida la pena de muerte.


¡“No es posible que no haya detenidos”! Si dicen que son mapuches salen libres inmediatamente, e incluso se obliga a carabineros a dejarlos en sus comunidades”.

Acá ya el cinismo del señor Fuentes llega a límites realmente insoportables. ¿No se ha enterado que muchos mapuches han estado en la cárcel por meses y por años (huelga de hambre de por medio), sin que se les haya siquiera iniciado un juicio? Y es más, todavía hay varios que cumplen condena “preventiva” sin que se les haya podido probar absolutamente nada. Esa “ida a dejar a sus comunidades” de las que habla este señor, es justamente cuando  se aprovecha la ocasión de entrar a sus casas para amenazar a toda su familia, niños  menores incluidos. De esto hay muchos testimonios que el señor Fuentes parece desconocer.


La Concertación jamás asumió con la debida profundidad el problema mapuche. Hay que educar al mapuche en la disciplina del trabajo y del desarrollo”.

¿Desde dónde viene llegando este nuevo evangelizador? En esta perlita, queda de manifiesto con meridiana claridad la actitud de invasor colonialista del señor Fuentes. ¿No sería mucho mejor que la cosa fuera justo al revés: que el pueblo mapuche educara a este señor y a muchísimos otros como él,  en dignidad, en probidad, en cultura, en educación, en respeto por la tierra y el medio ambiente, en el respeto por las personas, en el respeto por el derecho ajeno, etcétera, etcétera y muchísimos etcéteras más?


“Conocía al sargento Albornoz y estuve en sus funerales. Por eso pido cadena perpetua para los responsables”.

Estoy de acuerdo con el señor Fuentes. Sólo que si se comprueba que fueron los mismos carabineros los que mataron al sargento Albornoz, se armará un nuevo montaje para inculpar a algún mapuche o, en el mejor de los casos, cosa que dudo, se dirá que fue un mero accidente protagonizado por otro carabinero al que, mientras  limpiaba el arma, se le escapó un tiro que impactó, desgraciadamente, en el sargento Albornoz.


“Como parte de la UP, siento que estoy pagando por el proceso de Reforma Agraria. No entendimos la conexión entre la tierra y su gente. Por eso, yo juré que nunca más iba a desconocer la ley. Jamás me prestaré para que la sobrepasen”.

Es decir, que el señor Juan de Dios Fuentes piensa (y pensaba) que el proceso de reforma agraria estaba en contra de la ley. No se había enterado, y parece que todavía no se da por enterado, que dicho proceso fue Ley de la República aprobada por el Congreso de la Nación, cuando Chile era República y el Congreso era bastante más representativo que ahora. Le recuerdo a este señor que los parlamentarios era elegidos por sistema proporcional. Es más, la Ley de Reforma Agraria se aprobó durante el gobierno del presidente Eduardo Frei Montalva y propuesta por nada menos que el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica a través del programa Punto Cuarto de la Alianza para el Progreso. Tal vez por “estar fuera de la ley”, el proceso de reforma agraria no afectó “su” fundo de 200 hectáreas.


El señor Juan de Dios Fuentes dice que no sabe qué hacer para proteger “sus” tierras.

¿Y qué tiene que hacer el pueblo mapuche para, primero recuperar y luego proteger, ahora sí, sus tierras ancestrales usurpadas, robadas, destruidas por las empresas forestales?


Como vemos, el MAPU los cría y, con contadas excepciones, la bajeza, la ignominia, la felonía, el cinismo, la hipocresía, la abyección, la vileza, el servilismo, la indignidad, la infamia, la ruindad, la corrupción ideológica… los junta.

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