Ambas posiciones la dejan frente a consecuencias duras y enormes responsabilidades. Después de 21 meses de trabajo especialistas de la Royal Society de Londres llegaron a la firme conclusión de que vienen años oscuros para la humanidad y que para enfrentarlos hay que estabilizar la población y reducir el consumo mundial (1).
La población el 2050 tendrá 2.300 millones de personas más, la suma de las que viven en India y China, y de construirles ciudades para un millón de habitantes habría que levantar una cada cinco días. Un objetivo entonces, dicen, es controlar su crecimiento mediante el uso de anticonceptivos voluntarios y sacando de la pobreza absoluta a los actuales 1.300 millones de pobres como única forma de que modifiquen su conducta reproductiva.
El uso de recursos naturales debe equilibrarse, afirman, disminuyendo el consumo en los países desarrollados.
La depredación de la naturaleza llevará a un caos. Hace dos décadas se pescaba 30 millones de toneladas métricas de jurel, hoy 3 millones. En los últimos 30 años China agotó el 60% de sus reservas de tierras raras.
¿Está de acuerdo la izquierda del primer mundo con el documento? ¿Y la de los países del sur en relación a los sectores sociales ya acomodados?
Se ven expresiones de jóvenes, trabajadores, estudiantes, políticos, intelectuales, condenando la recesión, el menor crecimiento económico, la baja de su consumo. En Francia Hollande defiende el estímulo a la reactivación contra la política de ajuste. En Estados Unidos hay descontento porque la recuperación económica es muy lenta. Más trabajo, ingreso, bienestar, consumo. Más destrucción de recursos.
Es lo opuesto a lo que se necesita según la investigación. Aparentemente muy pocos piensan en un cambio radical que salga de la continuidad.
La respuesta de una mayoritaria hoy podría ser desestimar las conclusiones de la investigación. Negar las necesidades que surgirán con 2.300 millones de humanos más, afirmar que hay recursos suficientes para crecer o mantener la producción y el consumo, decir que se puede cambiar la curva de población sin terminar con la pobreza extrema.
Dar validez al documento significa para la izquierda el compromiso de defender y ejecutar las dos medidas fundamentales propuestas por la Real Society. Y ponerlo en duda asumir la responsabilidad por lo que venga.
Referencia
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Rómulo Pardo Silva
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