El ministro de Hacienda de Chile, Felipe Larraín, afirmó que su Gobierno no debe “rendirse a la tentación” de acceder a las demandas de la calle porque esto impediría alcanzar el objetivo de convertirse en un país desarrollado la próxima década.
“No debemos perder nunca de vista que si nos rendimos a la tentación de responder a las demandas accediendo a todas ellas nunca llegaremos a nuestra meta de ser una nación desarrollada ni a acabar con la pobreza”, aseguró Larraín en un encuentro con inversores en la Asociación de las Américas de Nueva York.
El ministro de Hacienda constató cierta “impaciencia” entre la población chilena, que en ocasiones “lo quiere todo y lo quiere ya”, pero aseguró que el Gobierno que encabeza Sebastián Piñera es “extremadamente consciente” de las demandas y los desafíos a los que se enfrenta el país.
En ese sentido, Larraín aseguró que si aceptaran las peticiones durante las persistentes protestas en las calles, el país podría caer en la “delicada y peligrosa trampa de la renta media”, en la que a su juicio han terminado muchos países que se encaminaban al desarrollo.
Chile vivió entre mayo y diciembre pasados múltiples movilizaciones de universitarios y estudiantes de secundaria en demanda de una enseñanza pública gratuita y de calidad, que incluso incluyeron prolongadas ocupaciones de cientos de centros educativos.
“Somos extremadamente conscientes de que tenemos muchos desafíos en educación, estamos trabajando mucho en reducir el coste de los préstamos a estudiantes y aumentar el número de becas o la cobertura de la educación preescolar”, explicó Larraín.