La segunda peor evaluación en lo que va de su mandato registró en marzo el Presidente Sebastián Piñera, descendiendo cuatro puntos porcentuales hasta caer a un 29 por ciento.
Según los analistas de Adimark, la baja en la aprobación y el consiguiente aumento a un 64 por ciento en el rechazo a la gestión del Jefe de Estado sería consecuencia de las manifestaciones en la región de Aysén que se prolongaron desde mediados de febrero hasta fines de marzo.
Igualmente, el manejo de las negociaciones y del conflicto influyó en la percepción de las personas sobre los ministros, especialmente de los miembros del gabinete político, quienes sufrieron fuertes descensos en sus niveles de aprobación.
El titular de la Secretaría General de la Presidencia, Cristián Larroulet, tuvo una baja de quince puntos porcentuales en su nivel de aprobación, mientras que el vocero de gobierno, Andrés Chadwick, cayó catorce puntos y el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, descendió nueve puntos. “No ha sido habitual observar cambios de esta magnitud en las evaluaciones mensuales de los Secretarios de Estado, lo que, a falta de otros hechos que pudieran explicarlo, demuestra el profundo impacto que el conflicto de Aysén tuvo en la opinión pública. Cabe consignar que los efectos del complejo acuerdo logrado hacia finales del mes, probablemente no alcanzaron a ser consignado en esta muestra”, sostienen los analistas del centro de opinión pública.
Según el sondeo, el apoyo ciudadano al movimiento social de Aysén es comparable con el alcanzado por el movimiento estudiantil durante el 2011, consiguiendo un 82 por ciento de respaldo y un once por ciento de desacuerdo en sus demandas y un 57 por ciento de aprobación en la forma de manifestarse.
En este contexto, la población rechazó en un 70 por ciento la manera en que el gobierno manejó la situación en el extremo sur del país.
Muestra del efecto que tuvo el movimiento social de Aysén, según la encuesta, es que la evaluación de los ministros que no estuvieron involucrados directamente en el conflicto aumentaron o mantuvieron su popularidad. La lista la encabeza el titular de Obras Públicas, Laurence Golborne, con un 77 por ciento de aprobación, siguen la ministra Carolina Schmidt del Serman con 75 por ciento, Andrés Allamand de Defensa con 73 por ciento y la titular del Trabajo, Evelyn Matthei, con un 71 por ciento.
Sin embargo, el estudio señala que la economía también jugó un factor relevante durante marzo. Las alzas en el valor del transporte público en Santiago y de los alimentos, señalan, impulsaron la caída en la aprobación de los jefes de las carteras de Hacienda, Felipe Larraín, en diez puntos (a un 55 por ciento), y de Economía, Pablo Longueira, en ocho puntos (a un 53 por ciento), mientras que la disminución del desempleo mantuvo bien posicionada a la ministra del Trabajo.
Como ya es habitual, la identificación o respaldo a las grandes coaliciones políticas del país se mantiene baja: un 34 por ciento se manifiesta de oposición, mientras que el apoyo al oficialismo diminuyó a un 28 por ciento, cinco puntos menos desde enero.
La Concertación es la peor evaluada, con un 68 por ciento de rechazo, cifra que en el caso de la Coalición por el Cambio alcanza un 63 por ciento.