Una gruesa cuerda ideológica une a tres economistas que se oponen a cada medida propuesta para mejorar la distribución del ingreso en Chile. Andrés Velasco se opuso a disminuir el 7% que se les descontaba, y aún se les descuenta, a los pensionados más pobres, con el argumento que con eso se disminuían los recursos para la salud estatal.
Luis Riveros , ex Rector de la Universidad de Chile y economista se opone a la reducción de la tasa de interés máxima convencional , que está actualmente en el 54% anual , con el argumento que reducirla , podría dejar sin acceso al crédito a algunos consumidores más riesgosos y finalmente Eduardo Engel, recién retornado de EEUU. se opone a reducir el IVA a los alimentos, o sea establecer el IVA diferenciado que rige en todo el mundo , con el argumento que los menores ingresos de impuestos , que en parte favorecerán también a los ricos , disminuirán lo que el estado puede aportar para ayudar a los pobres .
Es lo que un destacado economista llama “la rumia económica”
¿En qué consiste?
En dar vuelta en la cabeza o en la boca, una y otra vez los mismo argumentos, analizándolos aisladamente para que todo quede igual.= analizar cada medida como si fuera la única que se va adoptar.
Si eliminar el 7% de los pensionado pobres en salud, disminuye el aporte al presupuesto estatal, pero mejora algo la miseria de varios cientos de miles de personas y familias pobres ¿qué impide compensarlo con un mínimo aumento en el impuesto a la renta? Es tan tabú para Velasco tocar el impuesto a la renta en Chile ¡ que es de los más bajos del mundo!
Calcular en diferente forma la tasa de interés máximo convencional, que actualmente alcanza el nivel de la usura y que acumula grandes utilidades en los emisores de tarjetas de crédito y en la banca ¿qué impide que para apoyar a los consumidores más riesgosos y pobres se abra una línea de crédito especial en el BancoEstado.?
Si eso favorece a varios millones de consumidores al rebajar sus tasas de interés ¿qué importa darle un trato diferencial y favorable a quienes podrían quedar fuera del frio cálculo usurero?
Y, finalmente, si al rebajar el IVA de los alimentos, se disminuyen los ingresos del presupuesto estatal, ¿qué impide que esto se compense, por ejemplo con una aumento a 20% del IVA general o un aumento al 30% de los productos, en su mayor parte importados, calificados como suntuarios?
Además, casi todos los automóviles de lujo que se internan en Chile, se importan con el artificio de catalogarlos como “utilidad invertida y no retirada” que se lleva al famoso FUT de las sociedades, es decir ,no tributan impuesto alguno.Esos automóviles, por los que se descuenta el IVA, pueden venderse sin pagarlo al quinto año de la compra.
¡A dejar la rumia a un lado, a ver los problemas económicos en su conjunto con cierta altura de miras y generosidad!