Noviembre 2, 2024

Jodorowsky filmará en Chile una película sobre Pinochet

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jodorowskyMéxico.- Cuando el cineasta, escritor, dramaturgo, sicomago y tarotista Alejandro Jodorowsky concibió a su hijo Adán –de apelativo Adanowsky– tenía 50 años y nada de dinero en la bolsa. Comenzaba a dedicarse a leer el tarot en París. Ante la mirada de sus otros hijos (Brontis, Cristóbal y Teo) hizo el coito con su mamá a cuatro patas., porque estaba seguro que para hacer un hijo perfecto así tenía que ser: dijeron los aztecas y el tarot, asegura en entrevista con La Jornada este gurú artístico contemporáneo respecto de La muerte de Amador, montaje que diseñó para su hijo, en el que éste, como hace en cada disco que produce, matará a su alter ego.


 

El próximo 9 de marzo en el teatro Metropólitan, Alejandro y Adán, los Jodorowsky, unirán sus moléculas metagenealógicas y sus locuras creativas para engendrar un espectáculo “anormal, estrafalario, loco, surrealista… no sólo un show de rock, sino uno cómico y decadente, con enanos, monstruos, bailarinas y ataúdes, en el que haremos lo que queramos”, dice Adán, menos mostrar el clítoris y los pezones, revira Alejandro, quien aprovecha para anunciar que filmará una película sobre la época de Pinochet, en Chile, con sus otros hijos como actores. La danza de la realidad se llamará la película de Jodorowsky, en la que Brontis hará de su padre, Adán será un anarquista que quiere asesinar a Pinochet y Cristóbal, un yogui loco.


EU no es el centro del mundo


En la conferencia de prensa que ofrecieron, se le preguntó a Alejandro si haría un filme con financiamiento estadunidense. Dijo: No haré una cinta allá, porque no es el centro del mundo. Me voy a Chile a prepararla y en agosto estará terminada, pero no me hables de hacer una cinta con capital estadunidense, porque estoy haciendo todo lo contrario para nunca hacer eso. Les estoy anunciando una cinta con la que perderé dinero.


Para crear este espectáculo, aceptan los Jodorowsky en la charla con este medio, están conectados metagenealógicamente (hay que recordar que Alejandro publicó un libro sobre metagenealogía) y que tienen el ego domado.


La gente no está acostumbrada a la sorpresa, hoy día por Internet todo se sabe, por eso hago secretos, porque quiero que la gente se entusiasme y tenga curiosidad. No tenemos ningún límite, y si nos dan un escenario es como si nos dieran las llaves de una casa en la que haces lo que quieres, asegura Adán.


Alejandro, quien dijo que no hubiera hecho este trabajo por nadie en el mundo más que por su hijo, agrega: La sorpresa es que eres algo más de lo que crees. Cuando se hacen espectáculos como éste, se pretende hacer saber que somos algo más.


¿Es malo ver la imagen de un pezón en un escenario?, se pregunta a los artistas, que frente al reportero se enfrascan en una discusión ideas.


Todo viene de la Iglesia, dice Adán. Alejandro interviene: No te metas con la Iglesia, déjala tranquila. Pero es cierto, revira el hijo. Pero desde que el hombre existe hay religión, recuerda Alejandro. Pero no ataco, digo que todo viene Adán y Eva, cuando comen la manzana y luego es una vergüenza estar desnudo. Por eso no puedo mostrar un sexo en mi espectáculo, concluye Adán.

 

Sobre su conexión metafísica, argumentan: tenemos el ego domado, podemos colaborar juntos porque cada uno tiene su universo, afirma Adán, quien comenzó con la banda punk The Hellboys, con la que realizó más de 150 conciertos. Su primer disco fue Etoile Eternelle y en 2008 lanzó El ídolo. Se ha presentado en el Vive Latino y a finales de ese año creó el espectáculo La muerte del Ídolo (primer personaje de la trilogía de Adanowsky). Tras ésta, nació Amador, su nuevo alter ego y título de su segunda placa.


–¿Qué tan necesario es el ego para un artista?

“Muy necesario –dice Alejandro–, porque es el huevo del que nacerá un águila. Si no lo tienes eres un mediocre. El ego es tener personalidad espiritual y física. Adán es un bello, te juro que mueve el culo en el escenario y se ve bello. No se puede ser artista si no se tiene cuerpo, voz y espíritu.”


Adán considera: Un artista sin ego no es tal; está obligado a tenerlo.


Entre Alejandro y sus hijos ha habido conexión orgánica, incluso en la expresión artística. Brontis, Cristóbal y Adán han actuado en sus filmes locos. Santa sangre fue el debut para el pequeño Adán, a los ocho años.


“El fabricante de churros tendrá un hijo que fabrique churros. El abogado tendrá uno que litigue, y nadie se sorprende… yo soy artista, mi hijo es artista, y ¿qué sorpres hay? Por eso estoy a su servicio”, afirma Alejandro. Y Adán dice: “Se trata de despertar conciencias, romper límites, por eso hago shows excéntricos”.


Empezar a cambiar el mundo


Para Alejandro, con esto no se cambia al mundo, pero sí se comienza a hacerlo. Puedo dar consejos de sicomagia individual o social, como hice en Argentina por los desaparecidos de la dictadura. O el desfile de las calaveras en México, en el que 7 mil personas caminaron disfrazadas. Se pueden hacer estas cosas aunque haya intereses políticos y sociales. No se puede cambiar al mundo, pero se puede comenzar a hacerlo.


Antes de la charla, los Jodorowsky ofrecieron una rueda de prensa en la que no faltaron las preguntas extravagantes.


¿Puedes representar el estado del mundo con tu cuerpo?, se escuchó.


¿Tienes problemas existenciales?, contestó Adanowsky. No soy una marioneta, pero te puedo mostrar mi ano. Mientras su padre, agregó: Muéstraselo porque el mundo está hecho una cagada.

 

París, cementerio elegante, por la deshumanización


También preguntaron a Alejandro sobre sus relaciones con mujeres como La Tigresa, Leonora Carrington y María Félix, respecto de su libro El maestro y sus magas. “Hoy día en México debe haber muchas, pero tendría que quedarme más de tres días. Sin embargo, no podría investigar sobre mujeres maravillosas, porque estoy casado y mi mujer es celosa. Soy totalmente feminista, porque aparte de la forma, somos táctiles y visuales y uno debe buscar el alma femenina. La Tigresa fue tremenda, pues casi me castra. Entramos en conflicto porque montaríamos Lucrecia Borgia, pero ella no ensayaba y me enojé. Al final, cada quien montó su obra, pero ella se pintó el pubis de verde y salió desnuda, y me ganó la competencia.


A Félix sólo la conocí en una fiesta de Leonora (una genio), pero recuerdo algo: todos los hombres estaban viéndola y había un perro, y ella dijo con desprecio: el perro también me desea. La verdad, vivir en países como Francia es como hacerlo en un elegante cementerio, por la deshumanización. Cuando llegas a México estalla la vida. Pasé los mejores años de mi vida aquí.


Ahora con La muerte de Amador tratamos de hacer un espectáculo fuera de lo normal, asegura Adán, quien se sentó varios días en París con su papá para crear el guión, porque en México “veía conciertos sin propuesta ni riesgos, y a mí ir contra la corriente es lo que me interesa, hacer algo por única vez, una especie de happening”, algo en lo que Alejandro es especialista, como cuando en un show de televisión rompió un piano a martillazos.

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