Dos años han pasado desde una de las tragedias más grande que ha sufrido Nuestro Pueblo. La mirada de todo el mundo comienza a posicionarse sobre los territorios más afectados en la búsqueda de información que le permita tener una noción sobre el proceso de reconstrucción. Sin casualidad alguna, nuevamente nos encontramos frente a dos versiones, una proveniente desde las mansiones de los gobernantes y otra desde las organizaciones de los pobladores damnificados.
Como es de costumbre cuando existe una problemática que afecta al país, el gobierno de los empresarios hace uso de su reconocida habilidad con los números y se vuelca a levantar y bajar indicadores desde sus lujosas oficinas para poder entregar a la opinión pública una cifra que muestre gigantescos avances en la reconstrucción. Asegurada la base algorítmica de su autocomplacencia ha destinado cuantiosos recursos en el levantamiento de un muro mediático de gigantescas dimensiones con la sola finalidad de invisibilizar cualquier intento honesto de mostrar la verdadera realidad que se vive en los sectores afectados. Esta estrategia se ha impulsado cometiendo la más cruel de las incoherencias al derrochar millones en publicidad sobre una reconstrucción que no avanza, gastando en “dibujar soluciones” cuando falta tanto por construir. Más absurdo se ve todo el panorama cuando las instituciones impulsan inmensas celebraciones en localidades donde no se ha entregado una sola vivienda, como en Dichato.
Al otro lado de esta ilusión óptica construida por la mente maligna del “gerente” se encuentra el Mundo Popular. Pobladores Damnificados por la tragedia, organizados en distintos espacios de lucha y articulados principalmente en el Movimiento Nacional por la Reconstrucción Justa de la Federación Nacional de Pobladores, levantan con mucho esfuerzo un balance honesto que refleja la realidad de quienes a diario sufren las consecuencias de la catástrofe. Desde este espacio surge también la estrategia para la “superación del muro”, un calendario de actividades que no tan solo busca conmemorar a la gran cantidad de hermanos perdidos en la tragedia, sino que también permita entregar al país una noción real de la situación y así lograr de una vez por todas avanzar hacia una Reconstrucción Real.
Después de todos los anuncios, políticas y recursos destinados al proceso de reconstrucción, es legítimo preguntarse: ¿Por qué no avanza?
Mirando con un poco de atención, la respuesta parece escribirse sola. En el momento de la tragedia, las familias trabajadoras vivieron algo terrible, sufrieron dolorosas pérdidas de vidas y vieron desaparecer frente a sus ojos el patrimonio construido por toda una vida de esfuerzo. Empresarios, por otro lado, vieron desde su plasma a kilómetros de distancia la gran oportunidad de aumentar sus ya exageradas ganancias. Con ideas producidas por mentes que solo operan en pesos y dólares, el empresariado inescrupuloso acude al instrumento político que le ha pertenecido durante las últimas décadas, y le indica una reconstrucción basada en los siguientes ejes:
• Familias completas habían logrado construir sus vidas en distintas localidades. Estas localidades, gracias al esfuerzo de generaciones de trabajadores, se convirtieron en territorios de gran valor productivo, cultural y social. Como era de esperarse, no demoraron en aparecer los interesados en explotar la riqueza a cualquier costo, y aprovecharon esta catastrófica oportunidad, para expulsar de manera sistemática a los pobladores y apropiarse de los suelos de mayor valor turístico, patrimonial y comercial, utilizando todos los recursos posibles incluyendo las instituciones y las normas, que como sabemos están creadas a la medida del capital financiero e inmobiliario.
• El mercado ve costos y ganancias, no personas. Si las familias requieren una solución que no es financieramente rentable para las empresas, el mercado no la resolverá y los subsidios entregados solo serán un “vale por” incapaz de ser cobrado. El gobierno, estando en conocimiento de esto, se aseguro de entregar por completo la reconstrucción al mercado, dejando al Estado las mismas funciones que se le entregan a una caja chica: mantener un flujo de dinero al empresario. Como el valor principal que mueve estas políticas de estado es el lucro, los recursos destinados a la reconstrucción, no son tales, ya que una gran parte de estos son las utilidades que la institucionalidad derechista, permite que ilegítimamente se lleven al bolsillo las familias mas ricas del país, frente a la impotencia de miles de damnificados que solo se les permite mirar y esperar.
Si comparamos las políticas de gobierno para la reconstrucción y las ejecutadas en los últimos años en otras áreas nos daremos cuenta de que existen factores comunes presentes que no solo son la causa del fracaso o la baja efectividad de estas, sino que son principios estructurales de todo el aparato institucional establecido por la constitución autoritaria.
El Movimiento Social, entiende que dentro de los marcos establecidos y con los intereses de los actuales gobernantes, la reconstrucción justa no ha sido posible, y por lo tanto, levantan una lucha que crece de manera sostenida y exponencial, aumentando en numero, elevando sus niveles de coordinación y perfeccionando sus métodos, ya no tan solo por la solución, sino proyectándose transformaciones estructurales que permitan resolver los problemas de fondo para alcanzar el buen vivir de todas nuestras familias.
La Federación Nacional de Pobladores realizará su 4º Encuentro Nacional en el marco de estas fechas (26 de Febrero) y en una de las localidades más afectadas (Dichato). Este encuentro reunirá a dirigentes de todo el territorio donde se evaluaran los avances alcanzados en estos últimos meses de lucha territorial y se proyectara el trabajo de los miles de pobladores federados para el año 2012. La importancia de este evento es evidente por lo que Pobladores Allegados, Deudores Habitacionales y Damnificados, coordinaran con creatividad las estrategias ideadas desde cada una de las asambleas para derribar con audacia las barreras que se interpongan entre los Pobladores y sus Derechos.
Osvaldo Molina
Movimiento SUR de Pobladores
Federación Nacional de Pobladores