El Parlamento griego aprobó un proyecto de ley profundamente impopular para asegurar un segundo rescate financiero de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), al tiempo que edificios, autos estacionados y escaparates ardían en el centro de Atenas y la violencia se propagaba por el país. Cines, cafés, tiendas y bancos fueron incendiados en el centro, mientras manifestantes, algunos con máscaras negras, combatían con la policía fuera del Parlamento.
La televisión estatal informó que la violencia se había propagado a las islas turísticas de Corfú y Creta, la ciudad de Tesalónica (en el norte) y poblados en el centro del país. En la capital fueron saqueadas tiendas y la policía informó que 34 edificios estaban en llamas, por lo que se solicitó la ayuda de la ciudadanía para extinguir el fuego. Cifras oficiales ubicaron a los heridos en 80, de los cuales 30 son policías.
Dentro del Parlamento, custodiado por 3 mil efectivos, podían oírse fuertes estruendos. El gas lacrimógeno ha llegado a la cámara del Parlamento, lamentó el diputado de izquierda Panagiotis Lafazanis. El aire en la plaza Syntagma, fuera del Parlamento, estaba enrarecido por el gas antidisturbios disparado por policías durante los combates con jóvenes que destruían barandillas de mármol, lanzaban piedras y bombas molotov.
Fuentes policiacas estimaron que en Atenas el número de manifestantes alcanzó las 80 mil personas, y 20 mil en Tesalónica. Sin embargo, los sindicatos calcularon un total de 200 mil.
Un día antes, el primer ministro había advertido que los griegos deberán enfrentar sacrificios inimaginablemente más duros si se rechazaba el paquete, con profundos recortes de salarios, pensiones y empleos.
El plan aprobado en el Parlamento prevé medidas de austeridad a cambio de un nuevo rescate financiero del país por sus acreedores institucionales, así como eliminación de deuda por los acreedores privados. Entre otros puntos se cuenta el recorte de 22 por ciento a los salarios y el despido de 15 mil empleados durante 2012, para sumar 150 mil en 2015, así como reducciones en las pensiones.
El proyecto de ley define recortes por 3 mil 300 millones de euros (4 mil 350 millones de dólares) en salarios, pensiones y empleos sólo durante este año. Además, presenta un canje de bonos para aliviar la carga de deuda de Grecia con la reducción de 70 por ciento del valor real de las tenencias de los acreedores privados, es decir, esta votación permite al gobierno lanzar oficialmente la operación de cambio de títulos para que sus acreedores le borren 100 mil millones de euros de deuda.
Grecia necesita los fondos internacionales antes del 20 de marzo para cumplir con pagos de deuda por 14 mil 500 millones de euros o caer en un cese de pagos que podría afectar a toda la eurozona.
Sin embargo, muchos griegos creen que sus estándares de vida ya están colapsando y que las nuevas medidas, entre ellas el recorte de 22 por ciento al sueldo mínimo, profundizarán sus tormentos.
¡Ya basta!, dijo Manolis Glezos, de 89 años, uno de los izquierdistas más famosos de Grecia. No tienen idea de lo que significa un alzamiento del pueblo griego. Y los griegos, independientemente de sus ideologías, se han alzado.
Glezos es un héroe nacional porque en 1941 entró una noche sigilosamente a la Acrópolis y derribó una bandera nazi debajo de las narices de los ocupantes alemanes, lo que elevó la moral de los residentes de Atenas.
El primer ministro Lucas Papademos denunció el peor quiebre del orden desde 2008, cuando la violencia se apoderó de Grecia por semanas, después de que la policía abatió a tiros a un escolar de 15 años.
El vandalismo, la violencia y la destrucción no tienen lugar en un país democrático y no serán tolerados, anunció Papademos al Parlamento cuando éste se preparaba para votar el nuevo rescate de 130 mil millones de euros.
El caos fuera del Parlamento mostró lo difícil que será aplicar las medidas. En Atenas se vieron edificios envueltos en llamas y enormes columnas de humo se elevaban en la noche.
Estamos enfrentando la destrucción. Nuestro país, nuestro hogar, se ha vuelto propenso a arder, el centro de Atenas está en llamas. No podemos permitir que el populismo queme nuestro país, declaró en el Parlamento el legislador conservador Costis Hatzidakis.
Aterrorizados griegos y turistas escaparon de las calles y de las nubes de gas lacrimógeno y se aglomeraron en las entradas de hoteles en busca de refugio, mientras líneas de policías luchaban por contener el caos.
La televisión estatal NET reportó que también se habían desatado problemas en Heraclión, capital de Creta, así como en las localidades de Volos y Agrinio, en el centro de Grecia.
Las llamas también alcanzaron la construcción neoclásica del cine Attikon, que data de 1870, y el edificio que albergaba la Asty, un cine bajo tierra usado por la Gestapo como cámara de tortura durante la Segunda Guerra Mundial.
Antes de la votación, el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, dijo al Parlamento que Grecia no tiene una salida fácil y que la alternativa al rescate internacional –la bancarrota y la salida de la eurozona– sería mucho peor para los griegos.
La decisión no es entre sacrificio y nada de sacrificios, sino entre unos sacrificios y otros inimaginablemente más duros, sostuvo en un acalorado debate que se esperaba que se extendiera hasta bien entrada la noche.