Atlanta.- Cada vez más comunidades del sur de Estados Unidos recurren a las cooperativas como manera de producir y consumir alimentos de un modo sustentable.
Varias cooperativas esperan expandir lo que ven como un modo de vida, más que apenas “una experiencia comercial”.
Uno de esos emprendimientos es Sevananda Natural Foods Market, creado hace 37 años en Atlanta, la capital del sudoriental estado de Georgia.
Sevananda planea llevar a cabo varios programas en ocasión del Año Internacional de las Cooperativas. Entre ellos figuran actividades mensuales a lo largo del año, según explicaron Holly Blain, gerenta de servicios a sus integrantes, Tom Pawlenko, gerente general, y Ahzhah Simons, gerente de publicidad y mercadeo.
Los tres participaron en una entrevista telefónica colectiva con IPS. “Intentamos hacerlo todo de modo cooperativo”, argumentaron.
Los eventos son “una oportunidad para que extendamos las relaciones que tenemos con los miembros más allá de la experiencia comercial”, dijo Simons.
Sevananda tiene unos 4.000 integrantes, pero a diferencia de algunas cooperativas también pone sus alimentos a disposición del público en general. Sus miembros comparten las ganancias de al tienda y participan en la elección de la junta de directores.
Entre las actividades especiales habrá presentaciones por parte de socios y miembros de la junta, integrantes de alianzas de artistas que realizarán actuaciones, y una muestra de alimentos vegetarianos, crudos y diferentes estilos para cocinarlos. Esto tendrá lugar en octubre, que será el mes del cooperativismo.
Simons también conduce un programa de radio semanal, de media hora, en WRFG 89.3 FM, donde subraya el papel de las cooperativas locales, regionales y mundiales, así como a líderes industriales de organizaciones como la Asociación Nacional de Empresas Cooperativas, el Banco Nacional Cooperativo, la Asociación Nacional de Almaceneros Cooperativos y la Alianza Internacional de Cooperativas.
El año pasado, Blain vio más cooperativas abrirse en Estados Unidos que en las últimas dos décadas, desde que se inició el movimiento cooperativista. También considera que el mismo está creciendo en todo el país. Pero también sostiene que en los próximos cinco a 10 años se verá si fue sustentable.
Muchas cooperativas “todavía son limitadas en su alcance, en lo que cubren, en el tipo de productos, y en con cuánta frecuencia pueden abrir en el año”, dijo Blain.
“Cuando podemos compartir estos precios (mayoristas) entre 300 personas, es fácil hacer que la gente se sume”, planteó.
Pawlenko señaló que “la mayor parte de esto tiene que ver con aspectos comunitarios. Miles de personas se agrupan para abastecerse entre sí, es una suerte de gran unión para brindar mejores servicios y mejores productos”.
“Como la idea de comunidad se vio fracturada por el hecho de que muchas personas no viven donde crecieron, una forma su familia donde está”, dijo Blain.
“Tenemos algo en común porque ambos estamos comprando aquí. Una puede tener una conversación en torno al puesto de manzanas y nunca sabe dónde puede terminar”, agregó.
Simons dijo que los beneficios de las cooperativas son “la libertad que la gente tiene para crear esta entidad en torno a lo que sea que le interese, para cumplir un propósito mayor o satisfacer una necesidad, la teología que hay a su alrededor. Afuera de las cooperativas (.), hay un ganador y un perdedor”.
“En las cooperativas, todos ganan. Cuando nos unimos, creamos esta cosa magnífica que nunca podríamos haber tenido solos”, aseguró.
“Es un modo de pensamiento alternativo. A la gente le atrae por lo que ha visto en el statu quo, en las estructuras empresariales internacionales”, añadió.
La gente resuelve no ir de compras a Wal-Mart (la firma con las mayores tiendas minoristas de Estados Unidos), señaló Blain, agregando que hay alrededor de una centena de vendedores locales y regionales que ofrecen sus productos en Sevananda.
Mientras, una de las cooperativas más nuevas, Truly Living Well (TLW), posee ahora seis puntos en toda Georgia. A raíz de su rápido crecimiento y expansión, planea abrir una séptima sucursal este año.
TLW usa un modelo de Suscripción a una Agricultura Apoyada por la Comunidad, que es un tipo de cooperativa.
“La nuestra es un poquito diferente. Una suscripción hace que a su poseedor le correspondan 13 recolecciones en cualquier momento” durante un año, aclaró a IPS su fundador y presidente, Rashid Nuri.
“Solo pedimos que no lo enlaten ni lo congelen”, agregó.
“Lo que hacemos es poner los alimentos sobre la mesa. Lleve lo que quiera y cuanto quiera”, dijo Nuri. Los miembros de TLW cultivan todos esos productos por sí mismos en contextos urbanos.
TLW también tiene objetivos ambiciosos para este año.
“Tendremos un programa de capacitación, un campamento de verano. Empezaremos a incorporar vendedores y a permitirles vender. Continuaremos teniendo mercados dos veces por semana. Ampliaremos lo que ya hemos hecho. Plantaremos más árboles frutales y veremos si podemos alimentar a más gente este año que el año pasado”, dijo Nuri.
Otra meta es “crear más puestos de trabajo. El año pasado pagamos a unas 40 personas”, agregó.
Los principales beneficios de las cooperativas pueden resumirse como “personas trabajando y compartiendo con otras personas”, señaló.
El 18 de diciembre de 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 64/136 que designó a 2012 como Año Internacional de las Cooperativas, cuyo tema es “Las empresas cooperativas ayudan a construir un mundo mejor”.
En 2011 el Senado de Estados Unidos aprobó por unanimidad una resolución similar.
En el país hay más de 29.000 cooperativas con 120 millones de miembros, según el texto, que agrega que generan dos millones de puestos laborales y contribuyen con 652.000 millones de dólares a la economía nacional.