Noviembre 12, 2024

Denuncian millonarias pérdidas en los ahorros previsionales

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oficinaTrabajadores del Sistema Financiero asociados a la Confederación Bancaria de Chile denunciaron las millonarias pérdidas de los Fondos de Pensiones y las escandalosas utilidades de los dueños de las AFPs. y exigen el fin del lucro con los ahorros previsionales.


 

Desde el comienzo de la crisis económica financiera y la recesión global de 2008,  las pérdidas de los fondos de pensiones han sido gigantescas. Sólo el 2008 se perdieron más de US$28.000 millones. Los fondos de los trabajadores continúan expuestos a  inversiones  riesgosas, con lo cual se profundiza el deterioro de las futuras pensiones, sin que a la fecha ninguna autoridad escuche las demandas de los verdaderos dueños de estos ahorros, para poner fin a la especulación y reformar, de una vez por todas, este sistema espurio que sólo genera utilidades a los dueños de las AFPS.


Las AFP no responden por las pérdidas, y siguen cobrando comisiones altísimas y gastos por administrar mal el dinero de los trabajadores. Esta exclusiva y abusiva práctica del sistema de pensiones chileno, que permite ganar a los mandantes (propietarios de la AFPs) mientras los mandatarios (trabajadores) pierden, es lo que convierte a las AFP en instituciones inmorales, ya que su enriquecimiento es totalmente ilegítimo.


El aumento de las cotizaciones y el aumento de la edad para pensionarse


La propuesta de los dueños de las AFP que cuenta con el respaldo del Gobierno, y el apoyo silencioso de la mayor parte de la Concertación, es la prueba más concreta de que este sistema es y ha sido desde sus orígenes una estafa para los trabajadores. La verdad, es que buscan aumentar los recursos gravando a los imponentes, no para pagar mejores pensiones, sino para lucrar con ellos en los mercados financieros.


El sistema “hace aguas”  por todas partes, de los 7 millones de afiliados, sólo 4,5 millones está cotizando. Es decir, a 2,5 millones de trabajadores se les retienen sus cotizaciones y no se les entera en sus cuentas individuales. De los 4,5 millones de trabajadores que cotizan mensualmente a las AFPs. una parte considerable de ellos (60%) recibirá pensiones inferiores a los 200 mil. El otro 40%, entre los que se ubican los profesores, los bancarios, los mineros y los funcionarios del sector público, llamados también, la “clase media chilena”alcanzarían pensiones cercanas a los $350 mil, siempre y cuando  hayan cotizado sagradamente todos los meses, sin fallar ningún mes y por el tope imponible, o sea por sobre $1,5 millones.


La gran mentira del sistema: Tendríamos pensiones cercanas al 75% de los ingresos que percibíamos siendo activos.


1. Las pensiones que entrega el sistema actual son inferiores al 30% de la última remuneración que se recibía siendo trabajadores activos. 

2. De las 900 mil pensiones que se pagan actualmente, el promedio es de $176.456 mensuales. 500 mil promedian $126.416 y 400 mil, promedian $217.000 mensuales.


3. Un Uniformado que permaneció en el antiguo sistema, recibe pensiones casi diez veces superiores a las de un pensionado de las AFP, y un jubilado del INP obtiene una pensión  4 veces superior.


“Ej: Una médico que ha cotizado durante toda su vida por el máximo, obtiene como pensión de la AFP $465.000”  si hubiera permanecido en el antiguo sistema público, percibiría $1.100.000.


Basta de Lucro con nuestros Fondos de Pensiones


La Confederación de Sindicatos Bancarios y Afines ha comenzado una campaña, para acabar con el lucro con nuestros fondos de pensiones, y las pérdidas billonarias que arroja este sistema fracasado. Hay que poner fin a las AFP e instaurar un sistema de seguridad social solidario y de reparto que garantice pensiones dignas para todos los trabajadores una vez que se pensionen.


Los trabajadores chilenos debemos impedir, tal como hacen los estudiantes contra el lucro en la educación, que este sistema que administra millonarios recursos continúe en manos de especuladores que se enriquecen con nuestros ahorros.


La intención de aumentar las cotizaciones en un tres por ciento y la edad para pensionarse en dos años es una clara provocación a los trabajadores chilenos y debe convertirse en el detonante para que de una vez por todas, los verdaderos dueños de esos cuantiosos recursos tomen en sus manos la administración de esos recursos y decidan los destinos que esos fondos tendrán para garantizar pensiones justas y dignas e impedir al mismo tiempo, que el abuso continúe impunemente.

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