Feliz año a todos menos a unos. No les deseo feliz año a los que, elegidos por su capacidad y excelencia, promueven que, para ahorrar energía, nos saquemos la corbata. Otro chiste que se viene a sumar a los reiterados del Presidente. Un gobierno para la risa.
Feliz año a todos menos a Krassnoff, Labbé, los presos por asesinatos políticos y otros como ellos que aún andan sueltos.
No quiero un feliz año para los manejadores y principales accionistas de La Polar.
Tampoco quiero un feliz año para los coludidos en la estafa nacional de los pollos y cerdos, algunos de los cuales tienen parientes en La Moneda. Tampoco para los que se coludieron para robar con la enfermedad ajena.
No quiero un feliz año para los especuladores bancarios que han estrujado las arcas fiscales de Europa –antes lo hicieron en los EEUU- para aumentar su control sobre la economía mundial y trasladar la mayor parte de lo extraído a los llamados mercados emergentes del Asia. Merkel y Sarkozy son altos funcionarios bancarios de ese centro especulativo.
No quiero un feliz año para los voraces perseguidores del petróleo, el gas y la amapola aun a costa de miles y miles de muertos y grandes destrucciones en los países que ellos llaman subdesarrollados.
No quiero un feliz año para los que se preparan aquí y allá para desconocer, si viene al caso, el fallo de La Haya, y llevar la tensión militar al Cono Sur, con ganancias para vendedores y compradores de armas.
Tampoco quiero un feliz año para los que están tratando de impedir que voten 4 millones de chilenos en las elecciones municipales de 2012.
No quiero un feliz año para los que se preparan para aislar y reprimir el movimiento social que ya anuncia movilizaciones para el próximo año.
No quiero un feliz año para el gobierno de Piñera. Quiero, para él, un año como éste. El gobierno de Piñera es un gobierno que no está al servicio de las mayorías nacionales. Es mejor que le vaya mal para que no tenga sucesor y se abra una oportunidad de un gobierno de nuevo tipo. Es falso de falsedad absoluta que cuando le va bien al gobierno le va bien al país.
Quiero sí un feliz año para la izquierda chilena. Para que en su diversidad entienda que debe concordar levantando un programa común. Nunca hubo un porcentaje tan alto de estudiantes de izquierda en las universidades del país. La potencialidad es alta. Entre los trabajadores organizados también la izquierda es mayoría. Y tal vez sea un alto porcentaje entre los que pueden votar y no lo han hecho. Sólo una nueva izquierda podrá aglutinar a la mayoría del país para ganar en la calle y en las urnas.
Un feliz año para los dirigentes estudiantiles universitarios de la FECH, la FEUC y la FEUSACH. Ellos se transformaron en 2011 en dirigentes nacionales, en referentes democráticos, y nos despejaron el nuevo camino de los cambios verdaderos. Para los que siguen, como Camila, y los que dejaron sus cargos, como Ballesteros y Jackson.
Un feliz año también para los que los suceden y los deseos de que continúen por la misma senda de tenacidad, capacidad y amplitud.
Un feliz año para los gobiernos de Perú, Bolivia y Argentina, Uruguay, Ecuador y Brasil.
Un mejor año para Cuba y para el pueblo de Haití.
Y para los trabajadores y los indignados de todo el mundo.