
Parecen estar contados los días de las bolsas plásticas que inspiraron esta divertida definición popular cubana del ser humano: espécimen que carga una bolsa plástica en cada extremidad superior. 35 países ya prohibieron el uso de bolsas plásticas, 9 naciones establecieron impuestos por consumirlas, otros 12 países consideran prohibirlas o gravarlas y 26 estados de EEUU introdujeron legislación que regula su empleo. Ésta es la historia noticiosa más ocultada N° 23, según el Proyecto Censurado.
La mayoría de los plásticos contiene sustancias químicas dañinas como BPA (Bisfenol A) y ftalatos, que resultan inseguros para el consumo o uso humano. Consumidores de todo el mundo emplean cada año millones de millones de bolsas plásticas no reutilizables, cuyo promedio de uso es de apenas 12 minutos, pero contaminan las aguas hasta la eternidad, sofocan humedales y enredan, enferman o matan a animales.
También afectan a la salud humana, porque grandes animales devoran pequeñas criaturas recargadas de plástico que se integran, a su manera, a la cadena alimentaria y la especie humana termina consumiendo alimentos basados en animales que han comido ciertas formas de plástico no-biodegradable que se fabrica a partir de un recurso no renovable como es el petróleo. Se estima que sólo para producir los 19 mil millones de bolsas plásticas usadas anualmente en California se requieren 3 millones de barriles de petróleo (
La contaminación puede ser evitada substituyendo los plásticos por otros materiales alternativos como bolsas reutilizables de paño, botellas de agua de acero inoxidable y otros substitutos de madera, vidrio y metal. “¿Qué pasos tomaría Ud. para reducir el uso del plástico para preservar nuestro ambiente cada vez más crítico?”, preguntó Jim Ries, de
“¿Especies en peligro? Es muy simple: mientras estamos preocupados por ellas, al menos también hagamos algo sobre nuestro ambiente. Todos nuestros esfuerzos para salvar las tortugas de mar o la vida marina, etc., serán perdidos porque sólo las estamos salvando para mantenerlas vivas en nuestra contaminación”, escribió Ries.
Siempre que alguien compra cualquier cosa, termina en una bolsa de plástico, sean verduras, frutas y artículos a granel. “¿Sabía usted que el plástico es el artículo número uno que contamina nuestros océanos, además de las colilla de cigarrillos?”, abrumó Ries. “¿Sabía que simplemente cambiarse a bolsas de papel no será mucho mejor para el ambiente debido a la cantidad de carbono que genera la producción de tales bolsas?” A través del globo se consume un millón de bolsas plásticas por minuto. Cada habitante del planeta usa 150 bolsas al año. Y el número crece.
Abruman los datos y cifras sobre los daños que causa el plástico: emisiones de gases de efecto invernadero, su fabricación lanza toxinas en el aire, al igual que el reciclado. Los añadidos usados en su producción a menudo son tóxicos y pueden entrar en lixiviación en la alimentación. La superficie plástica es químicamente atractiva para algunas de las peores toxinas del ambiente (bifenilos policlorados, o PCBs, y metabolitos de pesticidas). El plástico no es comida para nadie, pero más de 100.000 mamíferos marinos y tortugas, un millón de aves marinas e incontables peces mueren cada año por todo el mundo a causa de los desperdicios plásticos. Etcétera