Encuesta CERC: Piñera, 22% de apoyo; Concertación, 11% de apoyo. La izquierda se resiste a reconocer que la ciudadanía no quiere nada con la clase política actual y desea una alternativa a ella.
Ya hubo una primera señal al respecto con la candidatura presidencial de Max-Neef y sus “mosquitos” en la elección presidencial de 1993, en la cual logró 387.000 votos y un porcentaje de 5.55%, con lo que incluso superó al candidato Eugenio Pizarro de
La izquierda perdió la oportunidad histórica de haber levantado una alternativa al sistema neoliberal; hoy está olvidado ese anhelo, por el cual se luchó durante veinte años. Su actual política de alianzas con
El problema de la izquierda no es la derecha en el Gobierno, sino el hecho de que no tiene nada que ofrecer concretamente al pueblo: ni programa de Gobierno, ni actitud de querer gobernar como alternativa. Sólo ofrece un mensaje difuso -o mejor dicho confuso- expresado en la consigna y promesa de un “gobierno de nuevo tipo”, que en las próximas elecciones presidenciales sólo será percibido como más de lo mismo, cuando la gente vea este “nuevo” conglomerado, probablemente liderado por Michelle Bachelet. Quizás ella gane
La realidad en Latinoamérica indica que sólo levantando proyecto políticos diferentes a los viejos partidos del sistema y sus alianzas espúreas se puede generar movimientos que tengan opción de triunfo. Son los casos de Venezuela, Ecuador y Paraguay. En Perú, incluso en su época hasta Fujimori -independiente del carácter de su gobierno- ganó diferenciándose de los partidos tradicionales; y recientemente Humala, en un breve lapso de tiempo, levantó el movimiento político que lo llevó a
El movimiento social en Chile tendrá, independientemente de lo que hoy existe, su expresión política. Y espero no equivocarme: no serán aquellos que hoy intentan, de una u otra manera, cooptarlo para sus particulares intereses.
30-septiembre-2011