Mientras
una multitud despedía a Felipe Camiroaga en las puertas de Televisión Nacional,
en Algarrobo decenas de yates hacían lo propio con el empresario Felipe
Cubillos. De los otros funerales no se ha tenido mayor noticia ni cobertura
periodística.
una multitud despedía a Felipe Camiroaga en las puertas de Televisión Nacional,
en Algarrobo decenas de yates hacían lo propio con el empresario Felipe
Cubillos. De los otros funerales no se ha tenido mayor noticia ni cobertura
periodística.
Da
la impresión que las tragedias también tiene su binominal. Gente que hasta en
su última hora vale más que otra.
la impresión que las tragedias también tiene su binominal. Gente que hasta en
su última hora vale más que otra.
Sin
embargo, la tragedia de Juan Fernández ha dejado al desnudo algunos otros
rasgos de nuestra sociedad creada al amparo de la cultura neoliberal, de cuya
gravitación no se escapa nada.
embargo, la tragedia de Juan Fernández ha dejado al desnudo algunos otros
rasgos de nuestra sociedad creada al amparo de la cultura neoliberal, de cuya
gravitación no se escapa nada.
El
empresario Cubillos y su cometido solidario estaba inspirado en las ineficacias
del gobierno en las tareas de reconstrucción, en las deudas pendientes con la
gente que perdió todo y seguía de brazos cruzados. Su altruismo se originaba en
constatar qué poco queda después que el sistema reparte las utilidades que
genera la riqueza del país, sobre todo entre aquellos a quien azota de tarde en
tarde la desgracia.
empresario Cubillos y su cometido solidario estaba inspirado en las ineficacias
del gobierno en las tareas de reconstrucción, en las deudas pendientes con la
gente que perdió todo y seguía de brazos cruzados. Su altruismo se originaba en
constatar qué poco queda después que el sistema reparte las utilidades que
genera la riqueza del país, sobre todo entre aquellos a quien azota de tarde en
tarde la desgracia.
Cubillos,
era, por lo tanto, una excentricidad entre sus pares millonarios, más bien
dispuestos al ahorro de la chaucha, que a compartir beneficios.
era, por lo tanto, una excentricidad entre sus pares millonarios, más bien
dispuestos al ahorro de la chaucha, que a compartir beneficios.
Es
probable que sus convicciones solidarias le hayan hecho tropezar con el egoísmo
genético de sus congéneres, administradores de un sistema cultural basado en
las ganancias estratosféricas para pocos y sueldos miserables para muchos.
probable que sus convicciones solidarias le hayan hecho tropezar con el egoísmo
genético de sus congéneres, administradores de un sistema cultural basado en
las ganancias estratosféricas para pocos y sueldos miserables para muchos.
Un
caso parecido es el de Camiroaga. Producto de la cultura de la televisión donde
todo parece pero nada es, escaló a lugares de privilegio, pero no perdió un
cierto cable a tierra que lo hacía darse cuenta del otro mundo que existe más
allá de las cámaras.
caso parecido es el de Camiroaga. Producto de la cultura de la televisión donde
todo parece pero nada es, escaló a lugares de privilegio, pero no perdió un
cierto cable a tierra que lo hacía darse cuenta del otro mundo que existe más
allá de las cámaras.
Debió
ser una rara avis, entre sus pares quienes, en su mayoría, avivan a diario la
cueca de la superficialidad, el culto a la personalidad, el mal gusto, la
chabacanería y grosería que hoy se hace llamar la farándula.
ser una rara avis, entre sus pares quienes, en su mayoría, avivan a diario la
cueca de la superficialidad, el culto a la personalidad, el mal gusto, la
chabacanería y grosería que hoy se hace llamar la farándula.
Muchos
enemigos habrá tenido Camiroaga por eso de tener conciencia que hay pobreza, de
lo humano que es ser solidario y de no olvidarse de los orígenes ni de los
amigos, como lo hacen los nuevos ricos chillones de las pantallas. Habrá sido
considerado como un esnob por considerar justas las luchas de los estudiantes y
una simpática oveja negra por ser capaz
de dar su opinión política sin medir consecuencias.
enemigos habrá tenido Camiroaga por eso de tener conciencia que hay pobreza, de
lo humano que es ser solidario y de no olvidarse de los orígenes ni de los
amigos, como lo hacen los nuevos ricos chillones de las pantallas. Habrá sido
considerado como un esnob por considerar justas las luchas de los estudiantes y
una simpática oveja negra por ser capaz
de dar su opinión política sin medir consecuencias.
Felipe
Cubillos y Felipe Camiroaga tras su muerte innecesaria dejan al descubierto la
crema de una cultura que propone el egoísmo como su producto sumo y la
solidaridad y la sensibilidad con el que sufre como una excepción que después
de la tragedia pasa a ser un himno a la inconsecuencia y de manera simultánea,
un buen motivo de beatificación. Y no una conducta de las más humanas.
Cubillos y Felipe Camiroaga tras su muerte innecesaria dejan al descubierto la
crema de una cultura que propone el egoísmo como su producto sumo y la
solidaridad y la sensibilidad con el que sufre como una excepción que después
de la tragedia pasa a ser un himno a la inconsecuencia y de manera simultánea,
un buen motivo de beatificación. Y no una conducta de las más humanas.
Aduladores
post mortem, valoran la solidaridad y el sentido social de ambos finados y nada
dicen de sus propias vidas cicateras, avaras e inhumanas. La solidaridad ha de
ser en esas micro sociedades de cartón maché una extravagancia del millonario
joven, una conducta del loco lindo acomodado que de tarde en tarde cambia el
Ferrari por la carreta, del mismo modo en que para el dieciocho se viste de
huaso, dejando para el martes próximo el Versace de cada día.
post mortem, valoran la solidaridad y el sentido social de ambos finados y nada
dicen de sus propias vidas cicateras, avaras e inhumanas. La solidaridad ha de
ser en esas micro sociedades de cartón maché una extravagancia del millonario
joven, una conducta del loco lindo acomodado que de tarde en tarde cambia el
Ferrari por la carreta, del mismo modo en que para el dieciocho se viste de
huaso, dejando para el martes próximo el Versace de cada día.
Alta
la vara les dejan a sus colegas abatidos por la desgracia a los poderosos. Veremos
si son capaces de emular la forma de vida exótica de estos personajes y no sólo
le adjudican ala Ley
de Donaciones la responsabilidad de ser solidarios.
la vara les dejan a sus colegas abatidos por la desgracia a los poderosos. Veremos
si son capaces de emular la forma de vida exótica de estos personajes y no sólo
le adjudican a
de Donaciones la responsabilidad de ser solidarios.
Y
a ver si son capaces de ser tan buenos como dicen entre sollozos que fueron los
desgraciados Camiroaga y Cubillos.
a ver si son capaces de ser tan buenos como dicen entre sollozos que fueron los
desgraciados Camiroaga y Cubillos.