Enero 2, 2025

“Cuidemos Chile”

piera_gabinete

piera_gabinetePrimero lo dijo el gran jefe, Su Excelencia el Presidente de la República de Chile, don Sebastián Piñera Echeñique. Luego le siguió el excelentísimo Ministro del Interior, don Rodrigo Hinzpeter. Posteriormente le tocó el turno al excelentísimo Ministro Secretario General de Gobierno y gran héroe de Chacarillas, don Andrés Chadwick. Al final, el gobierno en pleno clamaba: ¡CUIDEMOS CHILE!

 

 

 

Este llamado de las que dicen ser autoridades de gobierno y algunos dizque parlamentarios y personeros de la ultraderecha, demuestra que a pesar de los problemas a los que están enfrentados, no pierden el sentido del humor. Humor negro, pero humor al fin. Tan inútiles son, que tienen que pedir a los otros “inútiles” (a los subversivos) que por favor cuiden Chile.

 

Pero ¿qué Chile tenemos que cuidar ilustrísimas autoridades? Si ya no queda nada de Chile para cuidar, excepto, claro está, las propiedades de los Lucksic, los Angelini, y compañía. ¡Ah! Y por supuesto los sueldos de los que dicen que gobiernan, de los que dicen que son parlamentarios y de las fuerzas armadas (éstas no tienen necesidad de decirlo). Como dijo el gran escritor e intelectual, premio nacional de literatura, Armando Uribe: “simplemente Chile no existe”.

 

Cuando   existió un gobierno que realmente cuidó Chile y recuperó nuestras riquezas para el país, por lo tanto para sus ciudadanos, estos mismos que nos piden a gritos desesperados  que cuidemos Chile, prefirieron entregárselo a los extranjeros, especialmente al imperialismo norteamericano, a través de un cruento golpe de Estado, utilizando para ello a las fuerzas armadas, que se supone debían resguardar nuestra soberanía.

 

Y nuevamente un representante de lo más granado de la ultraderecha, el descriteriado dizque alcalde Pablo Zalaquett, clama que salgan los militares a la calle para reprimir las justas manifestaciones de la ciudadanía, misma que desea recuperar Chile para todos los chilenos. ¿Por qué no pidió a los militares que cuidaran Chile cuando se le entregó el mar, la cordillera, los bosques, el agua, las entrañas mismas de nuestro país al  capital extranjero? Eso es cuidar la soberanía, es cuidar Chile. Su descriterio, su incapacidad y su paranoia, lo hacen pensar que la única “solución” a los problemas que enfrenta su gobierno de excelencia, es llamar a los militares  para reprimir y, por qué no, dar otro golpe de Estado y así evitar las molestas manifestaciones propias de la democracia.

 

Ahora, lo curioso, es que los “inútiles subversivos” se siguen sumando a la “rebelión de las masas” (Ortega y Gasset dixit), pues incluso los vecinos de la comuna de Las Condes le encontraron el gustito de aquello de decirle no siempre que sí a las dizque autoridades, aunque sean representantes de sus propios intereses. Un soleado domingo de agosto, en un plebiscito convocado por el  alcalde Francisco de la Maza, le marcaron un rotundo NO a sus pretensiones de destruir el parque Los Dominicos, construyendo estacionamientos y un mall de comidas, siúticamente llamado “gourmet”. ¿Será que los vecinos de Las Condes, al querer preservar y “cuidar” uno de los pocos parques que van quedando en Santiago, se habrán convertido también en “inútiles subversivos” por contradecir a la autoridad comunal “democráticamente electa”, cualidad que, dicho sea de paso, no puede ostentar el designado ex alcalde Carlos Larraín?

 

Señores dizque autoridades, no se cuida Chile permitiendo que las transnacionales depreden nuestro territorio, esquilmando nuestros recursos naturales.  Entiendan de una vez por todas: si se trata de  defender y cuidar Chile, ahí está para demostrarlo, el pueblo mapuche y, ahora, los estudiantes, que representan  el futuro y que desean construir, a partir de hoy mismo, un país mejor para todos. Y aquí radica el gran drama que ustedes no pueden resolver: su incapacidad para entender la posibilidad de un Chile democrático. Por eso, a los estudiantes se les reprime y al pueblo mapuche se le criminaliza, se allanan sus comunidades, se le tortura (incluso a los niños), se le aplica la ley antiterrorista y, por último, se le asesina por la espalda.

 

¿Entonces, qué Chile quieren que cuidemos?    

 

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