
“Podemos perder un año, pero tener un futuro mejor”, precisó Laura Ortiz, portavoz de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACE), en respuesta a lo señalado por algunas autoridades, que pusieron el 1º de agosto como plazo límite para que los estudiantes regresen a las aulas y no pierdan el año, informó Efe.
En ese contexto, en algunos establecimientos secundarios los estudiantes se descolgaron de las movilizaciones este lunes y regresaron a clases, lo que fue desestimado por Ortiz.
Los colegios que han depuesto las movilizaciones “son una minoría”, pues hay más de 500 establecimientos que siguen en paro en todo el país, dijo la dirigente, en declaraciones a 24 Horas de TVN.
Contra la municipalización
Los secundarios demandan que la enseñanza vuelva a ser administrada por el Estado y no por los municipios, así como mayores recursos para contar con una educación pública “gratuita y de calidad”.
También demandan la reconstrucción de los establecimientos destruidos o dañados por el terremoto del año pasado y la vigencia durante todo el año de la tarifa rebajada en el transporte público.
“Si es necesario perder el año, lo vamos a hacer. Pensando en un futuro, podemos perder un año, pero tener un futuro mejor”, afirmó Laura Ortiz, quien añadió que en otros países los estudiantes “han estado nueve meses, un año y medio peleando por la educación y ahora pueden estudiar gratuitamente”.
A juicio de la portavoz estudiantil, el nombramiento de Felipe Bulnes como ministro de Educación en lugar de Joaquín Lavín fue “un cambio nulo” ya que “ha sido igual de intransigente y no ha tenido la disposición de conversar con nosotros”.
Suman 24 los alumnos en huelga de hambre
El número de alumnos de secundaria en huelga de hambre en aumentó desde la semana pasada a 24, mientras prosiguen los incidentes entre los jóvenes, que demandan una mejor educación, y la policía, informaron fuentes estudiantiles y policiales. Los huelguistas pertenecen a cuatro liceos de Buin, una localidad a 30 kilómetros al sur de Santiago, al liceo Darío Salas y al Instituto de Comercio número dos, estos últimos situados en el área céntrica de la capital.