¿Espionaje telefónico? ¿Alguien te vigila? ¡Nada nuevo bajo el sol! Desde antiguo que agentes del Estado incurren en estas prácticas voyeristas y represivas. Separando el periodo dictatorial 1973-1990, del cual existe abundante prueba –archivos de la Vicaría de la Solidaridad, documentos desclasificados de
Uno de ellos es el conocido como “Piñeragate” o “Kiotazo” una operación de inteligencia atribuida a
Lo que no sabía Piñera era que lo estaban grabando. Esa misma cinta le fue entregada por un capitán de ejército a la entonces diputada Matthei. De alguna forma llegó a las manos del empresario Ricardo Claro, dueño del canal de televisión “Megavisión” y en el programa político “A eso de…” para sorpresa y consternación de los panelistas, Ricardo Claro subió a la mesa del panel una radio marca Kioto, apretó play y se desató la tormenta en la derecha chilena. El hecho causó un impacto tal en la debutante transición democrática que se nombró al Juez Alberto Chaigneau para investigar. El espionaje telefónico salpicó a conspicuos políticos, algunos de ellos participan del actual Gobierno.
Años después funcionarios del Departamento Quinto, una brigada especializada de Derechos Humanos de la PDI, buscando lo que había sido un Centro de Torturas de la siniestra DINA dieron con un taller mecánico. Se trataba de una fachada desde donde se interceptaban las comunicaciones de políticos, dirigentes gremiales, etc. El caso al tiempo fue sacado de la prensa y terminó en el olvido. En la investigación judicial que busca establecer el secuestro y desaparición forzada de militantes de la izquierda chilena se allanó la ex Colonia Dignidad, incautándose centenares de fichas con información de todo tipo, sobre la vida y actividades públicas de políticos, parlamentarios y dirigentes partidarios. Los nexos de este centro del horror con los organismos represivos y con actuales figuras del Gobierno de Piñera, así como dirigentes de la derecha pinochetista son ampliamente conocidos, debiendo ellos en más de alguna oportunidad tener que dar bochornosas explicaciones por sus habituales visitas a dicho centro de torturas y desaparición. ¿Con qué objeto se confeccionaban esas fichas? ¿Efectuar análisis políticos? ¿Coaccionar y anular al adversario? ¿Reprimir?
La esencia del estado es, en definitiva, represora. Un aparato y conjunto de instituciones al servicio de una clase, un sector social, que usa y abusa de los recursos humanos, técnicos, administrativos y legales para el control social. Las “escuchas telefónicas” “seguimientos” “recopilación de información” respecto de políticos, dirigentes sociales, sindicalistas, líderes y autoridades es sólo una forma de espionaje. Existe otro tan pernicioso, antidemocrático, vulnerador de garantías constitucionales, como el anterior. Es el control y cruce de información que realizan las eufemísticamente llamadas empresas del “retail” que no son otra cosa que los consorcios económicos con prácticas monopólicas, cuyos mafiosos métodos afectan a millones de chilenos y chilenas. Escandaloso fue saber que la tristemente célebre “La Polar” obtenía información que le suministraba el servicio público FONASA (Fondo Nacional de Salud) O el cruce de información entre bancos y la colusión de las farmacias. Todo eso constituye otra forma de represión y atropello al derecho a la privacidad de los ciudadanos. El Estado chileno, con un Gobierno de derecha, está mostrando la cara más dura, despiadada, indolente y antidemocrática. Millones de ciudadanos ven, día a día, como sus derechos son conculcados, sufren la pérdida de su condición de ciudadanos, para ser considerados “consumidores” reemplazando sus derechos por las reglas despiadadas del mercado elevado por este Gobierno y los empresarios a una condición de deidad. Es hora de que el pueblo chileno se sacuda la idiotez en que lo han sumido, se despoje del servilismo y se asuma en su condición de soberano y actor de su propia historia y recuerde las palabras del poeta comunista Bertolt Brecht “Quien lucha puede perder. Quien no lucha ya ha perdido”
por Rodrigo De Los Reyes Recabarren