Marzo 25, 2025

Encuesta CERC y estafa de la pobreza en Chile

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piera6Los resultados de la encuesta CERC remueven aún más el clima político del país. Mucho se ha comentado sobre la baja en 12 puntos del respaldo al Presidente y el aumento en igual porcentaje de su desaprobación, pero se le saca poca punta a otros temas tan o más importantes de este estudio. Las cifras sobre la Concertación son pasmosas: sólo un 15% de los encuestados aprueba su labor como oposición, y sólo un 36% dice que sus veinte años de gobierno fueron buenos.

 

 

 

 

Estos datos no son casuales. Reflejan un creciente descontento ciudadano hacia este Régimen Binominal. Ni la Concertación ni la Coalición por el Cambio gobiernan para los intereses de las grandes mayorías nacionales. Para explicar estas cifras y sostener mi punto de vista podría usar muchos temas. Pero me quedo con uno: el mito de la disminución de la pobreza.

 

En Chile se creó el mito de que los gobiernos de la Concertación disminuyeron sustancialmente la pobreza, pasando desde un 41% en 1989 a un 13% en el 2010. Este mito ha sido alimentado por la derecha pues es un puntal de su común defensa de este sistema económico.

 

Si la ciudadanía no aprueba a este gobierno ni a los cuatro de la Concertación es porque sabe que estas cifras no reflejan la realidad del país. En Chile la pobreza solo ha disminuido por un artificio estadístico. Por  otra parte se la disfraza con el endeudamiento de los hogares chilenos.

 

Sin ir más lejos, el actual ministro de Hacienda Felipe Larraín denunciaba en el año 2008 el fraude estadístico con el que la encuesta CASEN ocultaba los verdaderos números de pobreza en Chile. Larraín no fue ni el primero ni el único en denunciar esa manipulación.

 

En una nota titulada “Cuatro millones de pobres en Chile: actualizando la línea de la pobreza”, publicada por el Centro de Estudios Públicos (CEP), Larraín argumenta que De acuerdo a las cifras oficiales, la pobreza se habría reducido del 18,7% de la población en 2003 al 13,7% en 2006. Sin embargo, la canasta actualmente vigente se elaboró en base a los patrones de consumo de los hogares del Gran Santiago en los años 1987-1988, en circunstancias que desde entonces han ocurrido muchos cambios económicos, demográficos y sociales que hacen necesaria una actualización de la línea de pobreza”.

 

En otras palabras, lo único que ha disminuido según las cifras oficiales de los gobiernos del régimen binominal es la población que no puede cubrir las necesidades básicas de 1987: los que no pueden comprarse un Atari, unos mocasines Pluma o un Cassette.

 

Si actualizamos los datos ofrecidos por Larraín, en el 2011 cerca de un 40% de la población chilena es pobre. La última medición de pobreza se hizo para medir los efectos socioeconómicos del terremoto del 2010. Según la Encuesta Post Terremoto (EPT), aplicada a una muestra de la CASEN, hacia mayo-junio del 2010 la pobreza había aumentado del 15,1% al 19,4%. Si aplicamos la metodología sugerida por nuestro actual Ministro de Hacienda, la pobreza real en Chile alcanza cerca del 40% (38,6%). ¿Cuánta pobreza dijimos que había el 89 al término de la dictadura? ¿Cuál era “la coalición más exitosa de Chile”?

 

La ciudadanía se cansó de vivir en la copia feliz del edén, en el Chile de Bilz y Pap. La política, como noble actividad ciudadana, se está reivindicando y las palabras retoman sus verdaderos significados. No más engaños ni sainetes. No más Régimen Binominal. ¡Queremos democracia!

 

Escribe Salvador Muñoz K. – Presidente del Partido de Izquierda – PAIZ

 

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