Noviembre 23, 2024

Nova biblia chilensis (El protocolo del escándalo sobre el escándalo)

cura

curaLa decisión de los chilenos, en orden a cambiar la ideología, sorprendió a los vaticanistas. Se esperaba un protocolo así de los suizos (reparten condones entre los fieles desde hace tiempo) o de los norteamericanos pero nunca de la institución en un país que apenas tiene dos santos. El Colegio Cardenalicio se reunirá para analizar hasta dónde es posible aceptar tal blasfemia surgida en el fin del mundo.

 

 

 

 

En resumen, la Nova Biblia Chilensis señala:

 

Este es el Nuevo Protocolo Chileno, y la Nova Vulgata Chilensis, y los hemos dictado, en Santiago de Chile, en 2011, luego de los escándalos producidos por miembros de nuestra institución, a los que llamaremos funcionarios.

 

Nuestra institución posee colegios y parroquias. También participa en hospitales.

Esos colegios y esas parroquias las atienden funcionarios de mi institución. En los hospitales participan funcionarios de nuestra institución.

 

A esos colegios y a esas parroquias acuden niños, jóvenes, también adultos pero estos se cuidan solos. A los hospitales, enfermos que no siempre pueden cuidarse.

 

En los colegios y en las parroquias se producen abusos sexuales cometidos por mis funcionarios. También se han producido en los hospitales. Ha estallado un gran escándalo mundial por todo ello. Las víctimas, normalmente, son niños y jóvenes. También enfermos.

 

Nos hemos reunido con cierta urgencia, dada la publicidad que sea ha dado a lo que llaman “escándalos” y hemos resuelto:

 

 

1. Continuarán siendo parte de nuestra institución funcionarios degenerados, depravados y pervertidos. No se les expulsará.

 

2. Manden ustedes, igualmente, a sus niños y jóvenes a nuestros colegios y parroquias. Y sus enfermos a hospitales a los que nuestros funcionarios tienen acceso.

 

3. En el caso que se denuncie que uno de sus niños, un joven o un enfermo está siendo acosado por uno o más de nuestros funcionarios, habrá que ver qué medidas tomamos, ustedes y nosotros.

 

4. En el caso que uno de sus niños o jóvenes o enfermos sea, según denuncia, objeto de abuso sexual por alguno de nuestros funcionarios, habrá que ver. En algunos casos nuestro deber, después de comprobarlo, será el poner los antecedentes a disposición de la justicia. En otros casos (cuando el funcionario aludido no desempeñe funciones en colegios u hospitales) veremos si lo denunciamos, y habrá casos en que mantendremos el secreto pontificio, cuestión que nosotros determinaremos.

 

5. Si uno de nuestros funcionarios viola a su pequeño hijo (su de Ud. porque en el caso del párroco de Melipilla, violaba a su pequeña hija de él), Ud. tiene el derecho de denunciármelo. También si el funcionario hace lo propio con un enfermo o un joven. Usted tiene el derecho, no el deber. Si se denuncia haremos la investigación. Ahí veremos también si todo eso, o parte de eso, lo ponemos a disposición de la justicia. No nos pidan que la institución investigue a priori y denuncie, esa es una obligación suya. Como siempre, es la víctima la que tiene que actuar primero, o los representantes de la víctima. Nosotros lo que podemos hacer es nombrar a un par de especialistas nuestros por diócesis y confeccionar un listado de degenerados que quedará en manos de un obispo que sea Presidente de una Comisión Nacional del Clero, y de los Seminarios.

 

6. Hemos cambiado el texto bíblico. Decía: “Si alguien escandaliza a uno de estos pequeños que creen en mí, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo hundieran en el fondo del mar”.

 

Ahora debe decir: “Si alguien escandaliza a uno de estos pequeños, su padre u otros tiene el derecho de comunicárnoslo y, después de nuestra investigación podríamos informar a la justicia, si el caso no está en secreto pontificio.

En todo evento ese alguien que escandalice sólo podrá ser removido de su diócesis y proseguirá siendo parte de la institución de por vida y, probados por nosotros sus escándalos, será recluido o recluida en algún confortable hogar donde vivirá tanto o mejor que otros seres humanos, con la obligación de continuar rezando como lo había hecho hasta ahora en algunos momentos de la jornada. Lo mismo vale en caso de escándalo con jóvenes o enfermos”.

 

7. Hemos cambiado también el texto que decía: “Si tu mano o tu pie son para ti ocasión de pecado, córtalos y arrójalos lejos de ti, porque más te vale entrar en la Vida manco o lisiado que ser arrojado con tus dos manos o tus dos pies en el fuego eterno”.

 

Sin duda la vieja Biblia y Mateo exageraron en esto. Las citas fueron escritas primitivamente en koiné. Las hipérboles son además comunes en la lengua hablada aramea, que hablaba Jesucristo.

Nosotros preferimos que se diga hoy, en chileno:

 

“Si eres funcionario de nuestra institución, y tus manos o tu boca son para ti ocasión de pecado con niños, jóvenes subordinados o enfermos, veremos qué hacer contigo, aunque nunca serás arrojado de nuestra institución y, si, excepcionalmente, eres pasado a los tribunales de justicia, pondremos a tu disposición abogados destacados en el foro y recursos suficientes como para que tengas la mejor de las defensas, y si estimamos que has sido bien condenado, tendrás el futuro asegurado y la protección para la vejez que dan los monasterios y conventos. Si te confiesas y tus pecados son perdonados, te irás al cielo”.

 

 

 

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