La Corte de Apelaciones respaldó a la Ministra en Visita, Jessica González, tras la incautación del fallo del Vaticano que condenó por abusos sexuales al cura Karadima. “La magistrado es absolutamente independiente en lo que es su función jurisdiccional”, aseveró el presidente del Tribunal, Juan Eduardo Fuentes Belmar.
La reacción de la curia no se hizo esperar. En un santiamén, monseñores obispos y abogados eclesiásticos comenzaron a “rasgar sotanas”.Y con argumentos como el de “violación del secreto pontificio” intentan callar casos más recientes que los denunciados por las víctimas, James Hamilton, Fernando Battle, José Andrés Murillo y Juan Carlos Cruz.
Según información difundida por el diario La Nación”, lo más grave que encontrará la ministra Jéssica González en el fallo del Vaticano es la constancia de que el cardenal Errázuriz recibió el testimonio de otras seis víctimas que no fueron identificadas y que habrían sido abusadas después de 2005. También pertenecerían a familias de la elite santiaguina.
“Algunas de estas declaraciones anónimas, no todas, fueron incorporadas al proceso canónico y se tomaron en cuenta en el fallo contra Karadima. Se desconocen los efectos judiciales que podrían tener estas omisiones de Errázuriz, pero los denunciantes originales lo acusan de complicidad en el ocultamiento de los hechos”, agrega el periódico.
De ahí la férrea defensa del “secreto pontificio” enarbolada por el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González . “Aquí ha habido una colisión de derechos, en que un magistrado ha pasado a llevar el secreto pontificio, según la legislación de la Santa Sede, que es por el cual se rige la Iglesia Católica (…) hay que enfocar por ahí la cosa…hay una colisión de derecho que creo fue mal resuelta por la ministra, aplica mal la legislación”, aseveró en entrevista con Radio Agricultura
Según el religioso, miembro del Opus Dei, el hecho es gravísimo e inédito porque “un juez civil ha interceptado una documentación que estaba bajo reserva propia de la Iglesia”.
En su afán de deslegitimar el proceder de la magistrado González y la investigación de delitos cometidos en territorio chileno, el obispo no trepidó en plantear que el accionar de la jueza podría acarrear problemas a Chile en el ámbito de las relaciones internacionales.
“Estos son más que detalles…son las relaciones entre la Santa Sede y el Estado de Chile. Lo que se hizo ayer, con esta reserva pontifica del secreto, no se hizo bien. La ministra optó por el camino más fácil”, sentenció
¿Puede la Iglesia Católica chilena arrogarse el derecho a encumbrarse por sobre las leyes que rigen en el país?