Para nadie es un secreto que Chile cuenta con uno de los sistemas de educación superior más caros del mundo y esto no es casual, es simplemente producto de políticas que hace más de 20 años vienen “privatizando” la educación. La llamada “privatización” de la educación superior, se refleja en los altos aranceles que hoy se cobran en las Universidades, que el porcentaje que aporta el Estado para financiar la educación es cada vez más bajo ya que como lo demuestran las cifras, del total del 2,1% del PIB que en Chile se invierte en educación, un 1,8% es de carácter privado, tendencia totalmente contraria a la mundial y a la de los países OCDE que tanto nos gusta compararnos.
Sin embargo este abandono del Estado de sus Universidades y el tremendo esfuerzo que deben hacer las familias chilenas para poder financiar los estudios de sus hijos, se traduce en un sobre endeudamiento de los futuros profesionales, ya que los métodos para financiar la educación en su mayoría son créditos.
Si los datos hablan que de aquí al 2015 habrá 1 millón de estudiantes, de los cuales el 50% estudiara con el Crédito con Aval del Estado, que es un crédito bancario con una tasa entre un 6% y un 7%, es decir el 2020 estarán saliendo al mercado 500.000 estudiantes endeudados, que no necesariamente trabajarán en lo que han estudiado, ya que la matriz productiva de Chile, no necesariamente hoy está demandando, todos los abogados, periodistas, sicólogos, que saldrán al mercado, lo que producirá que muchos de ellos, no encuentren trabajo en lo que soñaron trabajar, o que si encuentren trabajo, las remuneraciones que reciban, producto de la tremenda competencia que se generará, sean muy por bajo las expectativas, por lo que no podrán pagar el crédito, lo que en el largo plazo producirá cientos de miles de créditos no pagados y una posible crisis financiera, parecida -guardando las proporciones- a la sub prime.
De aquí surgen varias dudas, más alla de que se produzca o no la posible crisis, ¿Es viable en el largo plazo la forma de financiar la educación en Chile? ¿Que efectos en la desigualdad trae esta forma de financiamiento? ¿El mercado es capaz de regular la entrada y salida de profesionales o mas bien estos no será contratados en lo que estudiaron? ¿En que afectará a la sociedad chilena, los niveles de frustración, producto del haber estudiado una carrera y haber invertido millones y no tener la posibilidad de ejercer esa actividad?.
Al parecer el sistema de educación terciaria chilena necesita muchos cambios, sin embargo ¿quién esta tomando estas decisiones hoy?
Cristóbal Lagos González
Movimiento Nueva Izquierda
Secretario General Fech