Miles de japoneses salieron este domingo a las calles de Tokio para exigir el cierre de la planta nuclear de Fukushima, afectada por el terremoto del 11 de marzo pasado, y abogaron por el empleo de energías alternativas.
“No más Fukushima” y “No más armas nucleares” fueron una de las tantas consignas chadas en la movilización por toda la capital japonesa, donde los protestantes también censuraron la actuación de la compañía Tokyo Electric Power (Tepco).
El canal de televisión NHK, estimó que más de 17 mil personas participaron en las marchas que se produjeron simultáneamente en varias zonas de Tokio y que fueron convocadas por Internet.
La NHK informó que por primera vez se hizo público que otras dos instalaciones nucleares, las de Hamaoka y Nagoya, ubicadas en la prefectura de Shizuoka (centro) corren alto riesgo por ubicarse en zonas de elevada sismicidad, por lo que los protestantes también exigieron el cierre de estas centrales.
Los manifestantes consideraron que las dos centrales nucleares corren el mismo riesgo de sufrir daños ante un fuerte sismo, como ocurrió en Fukushima, en el noreste del país asiático, donde los niveles de yodo radiactivo en las aguas marinas cercanas a la planta superan cinco mil veces el límite legal permitido, según el más reciente informe emitido por la empresa Tepco.
Asimismo, pidieron al Gobierno nipón que revise las políticas energéticas de la nación.
El ministro de Agricultura de Japón, Michihiko Kano, declaró este sábado que el Gobierno se “esforzará” para que Tepco indemnice con un monto financiero aún no cuantificado a los agricultores que perdieron más de 20 mil hectáreas de tierra cultivable que quedaron inservibles por los niveles de contaminación.
Testimonios recogidos por medios de comunicación señalaron que los agricultores no saben por dónde empezar a recuperarse, porque carecen de recursos y tienen grandes deudas por las cosechas perdidas.
El terremoto de magnitud 9 generó un posterior tsunami que destrozó los generadores de energía que refrigeraban los reactores de Fukushima, lo que provocó varias explosiones y emisiones de radiactividad.
El pasado lunes Tepco comenzó una operación para verter al mar 11 mil 500 toneladas de agua con una radiactividad relativamente baja (cien veces superior al límite) proveniente de depósitos y del sótano de las unidades 5 y 6.
El objetivo es hacer espacio en esos lugares para almacenar ahí parte del agua mucho más radiactiva (hasta 100 mil veces el límite legal) que anega las unidades 1 a 3 de la planta, que ha presentado la peor crisis nuclear desde la de Chernóbil en 1986.