Más de siete y medio millones de equipos electrónicos se desechan cada año en Chile. Estos se descomponen en 5.648.000 teléfonos celulares, 386.000 monitores, 316.000 computadores, 213.000 impresoras y cerca de un millón de equipos varios, princiaplmente periféricos (teclados, mouses, MP3, etc).
De acuerdo a las proyecciones, para el año 2020 sólo en computadores, se estarán desechando más de un millón y medio de unidades al año. Estos son algunas de los principales datos que entregó un estudio de la Agencia de Cooperación Alemana (GTZ) y autoridades ambientales chilenas. http://www.relec.es/RECICLADO_
Frente a esta situación, Luis Mariano Rendón, coordinador de “Acción Ecológica”, dijo hoy que “Estamos ante un verdadero “Tsunami Electrónico” que representa un riesgo muy grave para la salud de la población, puesto que los desechos electrónicos son los desechos que más crecen dentro del total de residuos que generamos y contienen porcentajes relevantes de elementos tóxicos, entre ellos metales pesados como mercurio, cadmio y plomo. Estos desechos van a parar casi en su totalidad a rellenos sanitarios o simples vertederos, pues el porcentaje de recuperación para segundo uso y reciclaje es bajísimo en nuestro país. Ante ello, necesitamos una Ley de Residuos poderosa, que obligue a los productores y distribuidores a asumir su responsabilidad hasta la fase de post-consumo. Por desgracia, habiendo conocido el proyecto de Ley General de Residuos que está preparando el Gobierno, hemos notado que éste presenta una gran debilidad”, afirmó.
Rendón específico que para fortalecer el proyecto de Ley de Residuos debe establecerse que la “Responsabilidad Extendida del Productor” debe ser la regla general para todo tipo de desechos que no sean biodegradables y no como en el proyecto actual, donde esta responsabilidad es una excepción frente a la regla general que sigue siendo mandar los desechos a los vertederos a costa de recursos públicos y del riesgo a la salud de las personas.
En el ámbito específico de los desechos electrónicos, Rendón propuso los siguientes aspectos a ser incorporados en el ante-proyecto de Ley:
a)Prohibición de importación, producción y comercialización de productos que contengan elementos tóxicos y que tengan alternativas menos dañinas. Un caso claro en este sentido es el de las pilas desechables. Resulta un crimen que se sigan internando a nuestro país estos dispositivos altamente tóxicos y difícilmente gestionables, en circunstancias que existe su equivalente recargable.
b)Exigencia de establecimiento de un sistema de logística inversa que obligue a los importadores y distribuidores a recoger de los consumidores los equipos electrónicos una vez terminada su vida útil. Todo vendedor debe ser un receptor de equipos desechados y mediante un sistema de registro, debe asegurarse que ellos son reenviados a sus fabricantes o adecuadamente reciclados en Chile. Este sistema puede funcionar mediante un depósito apropiado en dinero que se debe pagar al momento de comprar el equipo y que se recuperará al devolverlo al distribuidor.
c) Exigencia de certificaciones internacionales para los productos electrónicos que se importen. En concreto, a Chile no debiese ingresar ningún equipo que no cumpla con la normativa ROHS (Reduce of Hazardous Substances), para la reducción de substancias tóxicas, e ISRI-RIOS (Institute Scrap Recycling Industry- Recycling Industry Operating Standard), sobre facilidades para procesos de reciclaje