Noviembre 11, 2024

El desastre de Japón y la visita de un amigo

Hoy tuve el gusto de saludar a Jimmy Carter, quien fue Presidente de Estados Unidos entre 1977 y 1981 y el único, a mi juicio, con suficiente serenidad y valor para abordar el tema de las relaciones de su país con Cuba.

 

Carter hizo lo que pudo para reducir las tensiones internacionales y promover la creación de las oficinas de intereses de Cuba y Estados Unidos. Su administración fue la única que dio algunos pasos para atenuar el criminal bloqueo impuesto a nuestro pueblo.

 

Las circunstancias no eran ciertamente propicias en nuestro complejo mundo. La existencia de un país verdaderamente libre y soberano en nuestro hemisferio no se conciliaba con las ideas de la extrema derecha fascista de Estados Unidos, que se las arregló para hacer fracasar los propósitos del Presidente Carter, que lo hicieron acreedor del Premio Nobel de la Paz. Nadie se lo obsequió gratuitamente.

La Revolución apreció siempre su gesto valiente. En el año 2002 lo recibió calurosamente. Ahora le reiteró su respeto y aprecio.

¿Podrá realmente la oligarquía que gobierna esa superpotencia renunciar a su afán insaciable de imponer su voluntad al resto del mundo? ¿Podrá hacer honor a ese propósito un sistema que genera con creciente frecuencia presidentes como Nixon, Reagan y W. Bush, cada vez con mayor poder destructivo y menos respeto por la soberanía de los pueblos?

La complejidad del mundo actual, no deja mucho margen a recuerdos que son relativamente recientes. La despedida de Carter, hoy miércoles, coincidió con noticias preocupantes del accidente nuclear desatado por el sismo y el tsunami de Japón, que continúan llegando y no pueden ni deben ser ignoradas, no solo por su importancia, sino también por la repercusión práctica y casi inmediata que se deriva de ellas para la economía mundial.

Hoy la agencia noticiosa AP informa desde Japón que:

La crisis en la planta nuclear japonesa dañada por el tsunami se agravó el miércoles, luego que el agua de mar cercana mostró los niveles de radiación más elevados hasta el momento.

En Fukushima, la radiación filtrada ha penetrado en la tierra y el mar y se ha introducido en verduras, leche no pasteurizada e incluso el agua corriente hasta en Tokio, 220 kilómetros al sur.

En tanto, el emperador Akihito y la emperatriz Michiko visitaron durante una hora a un grupo de evacuados en Tokio.

Reuters, por su parte, comunica desde Tokio que:

Japón actualizó el miércoles sus estándares para planta de energía nuclear, el primer reconocimiento oficial de que sus normas eran insuficientes cuando un terremoto dañó una de sus instalaciones, desencadenando la peor crisis atómica desde Chernóbil en 1986.

El anuncio fue dado a conocer luego de que el Gobierno reconoció que no hay un final a la vista para la crisis y de que un salto en los niveles de yodo radiactivo en el agua de mar se sumaron a la evidencia de filtraciones en los reactores en torno al complejo y más allá.

Hallazgos de plutonio en el suelo de la planta elevaron la alarma pública sobre el accidente, que ha eclipsado el desastre humanitario ocasionado por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, que dejaron 27.500 muertos o desaparecidos.

  

 

Nuevas lecturas mostraron un salto en el yodo radiactivo a 3.355 veces el límite legal, indicó la agencia estatal de seguridad nuclear, aunque el organismo minimizó su impacto, diciendo que las personas habían abandonado el área y que se había detenido la actividad de pesca.

Cientos de ingenieros han luchado durante casi tres semanas por enfriar los reactores de la planta y evitar una catastrófica fusión de barras de energía, aunque la situación parece haber dejado atrás ese escenario de pesadilla.

Jesper Koll, director de investigación de valores de JPMorgan Securities en Tokio, dijo que una dilatada batalla para controlar la planta y frenar las fugas de radiactividad perpetuaría la incertidumbre y actuaría como un lastre para la economía.

“‘El peor escenario posible es que ésto se alargue no por uno, dos o seis meses, sino por dos años, o indefinidamente’, declaró.”

Un subproducto de reacciones atómicas que puede ser usado en bombas nucleares, el plutonio es altamente carcinógeno y una de las sustancias más peligrosas del planeta, indicaron expertos.

Una tercera agencia, la DPA, desde Tokio señala que:

Los técnicos japoneses siguen sin poder frenar la crisis nuclear casi tres semanas después de los accidentes en la planta atómica de Fukushima. El gobierno de Tokio empieza por ello a estudiar medidas extraordinarias para detener la emisión de radiactividad de las instalaciones.

La idea es cubrir los reactores con una especie de tejido. Las recientes altas mediciones de yodo 131 en el mar son un indicio de una creciente radiación. La organización ecologista Greenpeace advierte además de serios peligros para la salud de los habitantes tras mediciones propias.

Expertos consideran que el proceso para descartar definitivamente una posible fusión de núcleo puede tardar meses. Tepco ha prometido mejorar las condiciones laborales de los técnicos, cada vez más nerviosos y agotados.

Mientras estos sucesos tienen lugar en Japón, el Presidente Bolivariano de Venezuela visita Argentina, Uruguay y se dirige a Bolivia, promoviendo acuerdos económicos y estrechando lazos con países de nuestro hemisferio decididos a ser independientes.

En la Universidad de La Plata, donde la tiranía promovida por Estados Unidos hizo desaparecer, entre muchos miles de argentinos, a más de 700 estudiantes ?de ellos 40 de la Escuela de Periodismo?, Chávez recibió el premio Rodolfo Walsh, en honor a uno de los heroicos periodistas revolucionarios asesinados.

Ya no solo es Cuba; son muchos los pueblos dispuestos a luchar hasta la muerte por su Patria.

Marzo 30 de 2011

6 y 51 p.m.

 

 
 
 

Antes del desastre, los 55 reactores nucleares de Japón proveían cerca del 30 por ciento de la energía eléctrica del país. Se esperaba que el porcentaje subiera a un 50 por ciento para el 2030, entre los mayores del mundo.

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