Provoste/Jiménez: tortura/dinero… y fraude

Y se preguntan todavía algunos, cuáles fueron las casuales para que los chilenos no votaran por ellos. Mirándose a los ojos se cuestionan el porque no aplaudieron a rabiar a su candidato, o las razones por las cuales la Concertación se encuentra actualmente en el merecido rincón de los derrotados…

 

 

No es grave manifestar en ciertas ocasiones, que por razones bien fundamentadas, se considera que determinadas personas merecen el desprecio, y en este caso así lo es: Yasna Provoste y Mónica Jiménez, dos ex Ministras de la Concertación… lo ameritan.

 

Investigar la aplicación de la tortura durante la dictadura militar, fue una de las exigencias desde mucho antes que llegaran los administradores concertacionistas a La Moneda. La tortura es un delito de LESA HUMANIDAD, condenado universalmente y perseguido por el Derecho Internacional.

 

Fue el trabajo organizado y sistemático de las victimas de este delito en sus agrupaciones sociales, lo que obliga a Ricardo Lagos a crear la COMISION VALECH, no fue un regalo, no fue un gesto de aquellos que trabajan para ser considerados estadistas. Hubo que insistir largo tiempo de manera consistente y argumentada para que se pueda investigar, quienes, y en que lugares, habían maltratado a miles de personas detenidas. El informe fue lapidario.

 

Públicamente un país y el mundo se enteraron que oficiales de las Fuerzas Armadas, los valientes soldados y civiles contratados por el ejército, se dieron el trabajo de aplicar torturas a hombre, mujeres y niños detenidos, y que por cumplir con este, “oficio, el más malo de todos los oficios”, recibían un salario mensual y honores militares.

 

El gobierno de Ricardo Lagos, teniendo la verdad en las manos, constituidos por miles de testimonios escritos, con nombres, datos, fechas, que hacían perfectamente posible conocer en detalle, a cada uno de los torturadores, decide esconderlo todo, esconde toda la información por y muchos años, cuando ya los torturados y los torturadores no estén vivos, lanzando el cruel mensaje que se trata de una propuesta de paz, indispensable para el nuevo Chile, esa acción en cualquier lugar del mundo se llama… impunidad.

 

Eso es el abandono de las victimas, eso es consecuencia de transacción y acuerdos secretos, así Ricardo Lagos se puso frente a la historia. El mismo que dijera en París que los detenidos desaparecidos… “eran un mal menor”

 

Fue entonces que se concede a manera de REPARACION, para todas las personas que fueron torturadas y sufrieron la prisión política, el derecho de hacer uso de una beca en estudios superiores, es en ese momento en que comienza el más despreciable de los NEGOCIOS, que fueron amparados por los Ministros de Educación de la Concertación.

 

Tras esta medida supuestamente generosa, hay un gesto de desprecio por la dignidad humana, está el abandono de los agredidos. Se consideró esto como reparación, como si de una limosna se tratara la posibilidad de estudios superiores. La Concertación conocía la verdad, miles de las victimas de la aplicación de la tortura, había fallecido, o eran chilenos con educación media incompleta, y en miles también, apenas llegaban a la educación básica….una burla

 

Quien inventa la Ley inventa la trampa…

 

Cuando se concede el beneficio de UNIVERSIDAD GRATIS, la Concertación sabe que en aquel listado había miles de posibles estudiantes, en suma un buen negocio. Algunos Ministros con intereses en el privado sistema educativo chileno, están concientes que este beneficio les concedería miles millones en utilidades, como así sucedió. Podemos decir entonces que hubo conspiración, acuerdos, pactos, robo de común acuerdo entre los dueños de las universidades y la Concertación. Se pusieron a conspirar tranquilamente para repartirse los beneficios de una necesidad apremiante, bajo la mascarada de una supuesta reparación para la educación superior, un derecho fundamental para un sector mayoritariamente con bajos ingresos.

 

Era de público conocimiento, que en algunas universidades las estafas eran practicadas de día claro, donde sus autoridades estaban ligadas a la Concertación. Se hacían ofertas y promociones, si alguno lograba convencer a otros, recibía la beca, dinero, viaje y hotel.

 

Este era el cuadro donde se hace un criminal abuso de un derecho que había costado demasiados dolores personales, muchos años de encierro.  De todo esto estaba informada la Concertación. Este fraude fue avalado por YASNA PROVOSTE Y MONICA JIMENEZ, como lo acaba de confirmar, de forma unánime, una Comisión de la Cámara de Diputados, que investigó los recursos asignados a esta reparación.

 

Estas dos militantes de la Concertación, dos ex Ministras, recibieron incontables denuncias enviadas por los propios afectados, y ellas no tomaron absolutamente ninguna medida para detener un robo, y que se siguiera cometiendo este mal uso y abuso, este delito, su silencio las hace cómplices .

 

El informe de la Comisión de la Cámara de Diputados dice:

 

“Este abuso que se cometió fue producto de una negligencia inexcusable por parte de MINEDUC, y son culpables YASNA PROVOSTE Y MONICA JIMENEZ…”    

 

Contar todos los dolores será imposible, pero la memoria… eso ya es otra cosa