Los palestinos y sus amigos en el mundo tienen razones para festejar. Estados Unidos e Israel sufrieron una nueva derrota. Declinan.
Palestina se acerca al momento en que pueda llevar a la Corte Penal Internacional (CPI) a los gobernantes y militares israelíes. Uno de los motivos que los enfurece junto a su aislamiento internacional.
La posición palestina se hace más fuerte después de la votación, tiene apoyo político mundial, podrá hacer oír su voz en la Asamblea como estado observador, formar parte de los organismos mundiales, apelar a la CPI. Militarmente logró una victoria en Gaza, cuenta con el apoyo logístico de Irán, recibirá una inversión importante de Catar. Se ha logrado un acercamiento al menos momentáneo de la Autoridad Nacional Palestina y Hamás.
Israel tiene una oscura perspectiva. Netanyahu después del enfrentamiento militar en Gaza despidió a su asesor militar, el ministro de defensa Ehud Barak se retira justamente ahora de la política, hay críticas internas a su conducción del gobierno, el Likud depende de la unidad con el ultranacionalista Lieberman. El anunciado ataque a Irán quedó paralizado porque no tuvo apoyo y hasta el geoestratega de origen judío nacionalizado estadounidense Zbigniew Brezezinski dice que si lo hace Estados Unidos debe dejarlo solo. Se prevé que Washington en crisis no podrá seguir apoyándolo militar y financieramente. Se suma el que la población árabe israelí, mayoritariamente musulmana, crece a un ritmo muy superior a la de los judíos.
La reacción sionista será aumentar las violencias, asfixia económica, menos empleos para palestinos, retiro de lo que queda del Acuerdo de Oslo, nuevas provocaciones militares.
Un sector de dirigentes palestinos sabe que la lucha seguirá porque no obtendrán sus derechos sin la derrota político-militar de Israel y que la perspectiva de un mundo musulmán más fuerte y activo va a su favor. En Gaza hubo una marcha de celebración pero no participaron Hamás ni el FPLP.
EEUU e Israel y sus medios dominantes ya han empezado a culpar a los palestinos de perjudicar con su nuevo estatus la vía a la paz y el acuerdo. Esa propaganda ya no les ha resultado. Es claro para el mundo que los hechos marchaban en dirección a la expulsión de los palestinos, la ocupación del territorio de otro “estado” con asentamientos, la limpieza étnica, el Gran Israel, el estado judío.
Lo sucedido en la ONU muestra que emerge una nueva situación mundial, el orden imperial decae y paralelamente surge su alternativa de fascismo aumentado por la escasez y agotamiento de recursos naturales.
Hoy 138 a 9 es una paliza humillante y hace poco fue 188 a 3 por Cuba.
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Rómulo Pardo Silva