Diciembre 27, 2024

De la calle a La Moneda, con todas las pancartas para gobernar

a7

a7 No se puede condenar a tantos millones de ciudadanos a cargar sobre sus espaldas un país cojo.

 

 

No pueden caminar los chilenos soportando la herencia de la dictadura, su injusto modelo concentrando tanto poder político/económico en un grupo/sector/cartel privilegiado. Hay más que evidentes muestras del rechazo de millones de personas a todo el andamiaje que se intenta mantener, sencillamente para seguir usufructuando de los recursos naturales, de lo que robaron los UDI/RN/PIÑERA durante la dictadura militar con la venia del alto mando de las Fuerzas Armadas y continuaron durante los veinte años que siguieron a marzo del año noventa.

 

El asunto fundamental es la imperiosa necesidad de avanzar hacia una… ASAMBLEA CONSTITUYENTE.

 

Somos un país lejano a lo que se conoce como normalidad democrática. La derecha UDI/RN manifiesta que Chile actual funciona bien y lo justifica mostrando las cifras de progreso/matemático/estadístico, pero esconde los números de los chilenos pobres, de la injusta repartición de los beneficios. Hay una derecha ignorante que no sabe contar a los pobres pero sí manifiesta que lo saca de la miseria. Somos un país con una transición inconclusa, basta constatar la presencia de los poderes fácticos heredados y la deleznable conducta/pacto político concertacionista.

 

Hay ya suficiente tinta derramada con las razones indispensables para construir un proyecto país potente, diferente y democrático, donde se tenga la verdadera voluntad para sentar bases de un modelo amplio y diferente en todo sentido…. una patria para todos.

 

Los tiempos actuales, los que reclama y exige la calle, constatan la urgencia de iniciar los pasos hacia un Segunda Independencia, para hacer nacer el nuevo Chile y que sea de todos los chilenos, para que todos sus recursos como sus beneficios, sean de una pertenencia compartida para caminar por los nuevos tiempos que están por llegar.

 

Los calendarios no dan vueltas en redondo…

 

Los años y los meses pasan y pasan y entre esos días se debe hacer el futuro, se debe intentar construir un proyecto de sociedad nueva, arrebatarle a la derecha y sus lacayos el control. Lamentable es constatar como se prolonga en el tiempo la postergación de los derechos fundamentales, todos pospuestos, todos conculcados sencillamente porque la clase dominante antepone el lucro y se ampara en la actual institucionalidad, extremadamente alejada de un verdadero Estado de Derecho.

 

Se hacen muy evidentes y fuertes los mensajes que manda el Chile popular, los que llevan décadas saliendo con sus pancartas para pedir justicia, algo más digno, un poco más, algo de más de futuro. La historia de los más sencillos está marcada por un eterno cruzar del desierto; llegó la hora, se acerca la hora de colocar en la mesa de este tiempo el programa de los nuevos tiempos que están por llegar. El movimiento popular ya recorrió el desierto y por todas sus esquinas, está de pie y resuelto.

 

Justificadas son las razones de los que sostienen que la educación, la salud, la previsión de todos es un asunto de Estado. Los derechos en ciertas ocasiones, como las actuales, son otorgados o son tomados, lo que no debe descartarse.

 

Sobrados motivos para indignarse existen cuando se hacen públicos los millones y millones de beneficios del pequeño sector que lucra con la salud de todos los chilenos. Constatar que las Isapres son también dueñas de las clínicas, y en sus directorios se confunden concertacionistas con el actual equipo gobernante, y por otro lado el sistema público, pobre, sin recursos al que de manera intencionada se le abandona para instalar en el imaginario que lo privado es lo mejor, que es allí donde se sana al cuerpo en cómodas cuotas mensuales…. lleno de intereses

 

Los calendarios no son una caja sin fondo con días interminables….

 

El movimiento popular, las voluntades de tantos chilenos postergados y traicionados por los administradores del modelo, debe saber y reconocer su capacidad de construir, que con la experiencia histórica es capaz de redactar y proponer una alternativa democrática concreta para todo un país, y que está para vencer.

 

No debe ponerse en duda que el movimiento popular tiene una visión de país más amplia, más justa, equilibrada y democrática, que puede instaurar proyectos propios e independientes, que puede y debe gobernar desde La Moneda.

 

Los actuales actores binominales de la clase política, apuestan que para vencer necesitan la mitad más uno del cuarenta por ciento que fue a votar en las últimas elecciones municipales.

 

La izquierda y el movimiento popular están seguros que se necesita la mitad más uno de los que NO fueron a votar. Con eso se gana, con eso podemos vencer.

 

 

 

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *