El panorama de la Presidencial empieza a tomar cuerpo e inundará la agenda de aquí al próximo Noviembre. Lógicamente los medios cercanos al sistema no guardarán anécdota ni imagen de las declaraciones o postales de cada contendor, o “vendedor de ilusiones”, siendo ahora la política una venta de imagen, más que el desarrollo serio de ideas. No escatimarán recursos: vamos comiendo un chancho entero, un curanto; visitas a “los más vulnerables” con desayuno de té y un mendrugo de pan… todo sirve.
Una puesta en escena de los Programas va a ser determinante para que el populacho vea quién puede “reflejar sus anhelos”. Ahí se puede configurar un escenario favorable a los intereses de los Ciudadanos.
En efecto, paralelamente al circo, va a llegar el momento de dar a conocer los lineamientos supuestamente a seguir por cada postulante en caso de llegar a La Moneda.
Ya hay varios actores en escena; recientemente el PPD ha proclamado su candidata aún silente, instándola a hacerse ver; al mismo tiempo que tratan de integrar a quien sea para que la funcionaria ONU, sea la de la mayoría votante. Sigue MEO en su pereginaje y los de la Alianza se muestran los dientes de cara a su Primaria. Y se suman al carro Velasco y Rincón.
Vuelan declaraciones, tratando de tranquilizar o leer la cartilla a Presidenciables, socios o militancia.
En ese sentido la DC ya notificó que no va a tolerar virajes ni aventuras”hacia la izquierda”, poniendo de nuevo en aprietos la pretención del PC de correr el carro un poco más allá. Sus Jóvenes Precandidatos al Parlamento han dicho que el Programa determinará el camino a seguir de su Partido. Habrá que ver si sirve la muñeca de Teillier y efectivamente puede ingresar un Programa acorde a lo que clama el país. Ese país que prefiere estar ajeno, pero que a medida que se compongan los candidatos, irá integrándose a la noticia del día, comentario o pelambre de la Campaña. No será la mayoría, como ya se ha visto en todas las últimas elecciones, pero el sector que participe, irá constituyendo “el relato” que definirá quienes se hagan del poder. No hay hoy por hoy, ningún antecedente que permita determinar que existe otro sendero que no sea seguir el “juego democrático”. Legítima o no legítima, por los altos niveles de abstención, la elección presidencial se impondrá como tema, vía machaca mediática.
Hoy más que nunca es imprescindible que las fuerzas que han ido conformándose lentamente, como Igualdad, Revolución Democrática, el grupo de Boric que ha ganado la FECH, miles de Colectivos y movimientos, Partidos de Izquierda fuera del PC, presenten su Carta Presidencial.
Alguien que no sea permeable a las presiones, como ha ocurrido con el dirigente de Aysén Iván Fuentes, quien fue homenajeado por quienes instauraron las bases legales que el propio dirigente cuestionó en su austral territorio.
Una Candidatura Ciudadana serviría, pues incluso como un ejercicio pedagógico, de un país aún atolondrado por el consumo y la sobrevivencia. Puede ser un termómetro de qué tan grande es la fuerza de los movimientos sociales y ciudadanos. Puede poner en la mesa la Batalla de Ideas que obligue a los medios y postulantes a un real debate.
Algunos han vislumbrado que Marcel Claude puede ser ungido como el Representante Ciudadano. Lo importante es que quien sea entre ya a escena. Podría haber sorpresas si los millones de chilenos hasta hoy escépticos y muchos militantes desanimados, se sienten interpretados por una candidatura sólida.
Víctor González
Comunicador