“Me comprometo con ustedes a ser cada día mejor Presidente de lo que he sido en estos años”, dijo el tripresidente Hugo Chávez desde el Balcón del Pueblo del Palacio Miraflores, cuando casi terminaba la larga jornada electoral con un 80% de participación ciudadana y un holgado triunfo del mandatario sobre el candidato derechista Henrique Capriles Radonsky.
“Hoy ganó América Latina, el Caribe; los pueblos de Nuestra América ganaron con la victoria del pueblo venezolano”, había dicho poco antes, mientras militantes de las juventudes progresistas sudamericanas (se escuchaba al fondo “Chávez y Perón, un solo corazón”) trataban de contornearse al ritmo del tambor.
De repente se hizo un silencio… paró la rumba que se había encendido en las calles del centro caraqueño y, fiel a lo que prometió durante su campaña, extendió las manos a la oposición, “porque somos hermanos en la patria de Bolívar”, y los invitó “al diálogo, al debate y al trabajo conjunto por la Venezuela bolivariana”.
Magnánimo en las victorias, Chávez hizo un reconocimiento “a todos quienes votaron en contra de nosotros” y felicitó a la dirigencia opositora porque “ha reconocido la verdad; ha reconocido la victoria del pueblo” y les pidió “que salgan de este estado mental y anímico que les ha llevado a gran parte de ellos a desconocer todo lo bueno que hay en esta tierra venezolana”.
Un reconocimiento a quienes esta vez optaron por el camino de las urnas y no de la desestabilización (lo que no significa que esto sea definitivo).
En la noche de fiesta se abstuvo de hablar de la ineficiencia e ineficacia en la gestión de varios gobernadores y alcaldes bolivarianos y de la elección para gobernadores de diciembre próximo, pero ratificó su voluntad de corregir errores. “Me comprometo con ustedes a ser cada día mejor Presidente de lo que he sido en estos años”, garantizó.
“El que quiera ver una democracia, venga y camine por las calles” de Venezuela, había convocado el presidente al votar en el populoso barrio “23 de Enero” de Caracas. “Aquí hay dictaduras que son presentadas como democracia” y, en cambio, “hay gente en el mundo que cree que yo soy un tirano”.
“Aquí hay un pueblo despierto, participando todos los días, un pueblo que está recibiendo poder, porque esa es la esencia de la democracia”, añadió.
Y también tuvo una reflexión para invitados y periodistas europeos. “Ojalá ustedes los europeos detengan a tiempo la implosión que está en Europa (…) Fracasó la Unión Europea como modelo”. En el Viejo Continente, dijo, hay “una implosión que ya ocurrió en Venezuela y en buena parte de América Latina”, y ojalá el liderazgo pueda frenarlo.
A diferencia de ocasiones anteriores, la oposición no clamó por un fraude. El candidato Capriles Radonsky dio la cara y señaló que “Iniciamos la construcción de un camino y allí están más de seis millones que están buscando un futuro. Cuentan conmigo y estoy a sus servicios y quiero decirle a los otros venezolanos (oficialistas) que también cuentan conmigo”. Capriles felicitó a Chávez por el triunfo y dijo que espera que “lea con grandeza la expresión de nuestro pueblo. Hay un país que tiene dos visiones y que ser un buen Presidente, significa trabajar por la unión de todos los venezolanos”.
Por su parte, desde el balcón del Pueblo, el mandatario reelegido por tercera vez señaló que el gesto de Capriles es un paso muy importante “para la construcción de la paz en Venezuela, de la convivencia entre todos nosotros”.
Tras el conteo del 94% de los votos, el chavismo ganaba en 20 de los 23 estados y en la Capital, y “estamos peleando en dos estados más”, informó Chávez a una multitud emocionada, de fiesta. Subrayó que triunfó en Zulia, Carabobo y Nueva Esparta, por ejemplo, estados con gobernadores de oposición. “En Vargas arrasamos”, apuntó, y “estamos peleando cerradito en Miranda y en Lara”.
En los hoteles cinco estrellas caraqueños, expertos encuestólogos extranjeros, perio-manipuladores y perio-provocadores, dirigentes de la más rancia derecha europea y latinoamericana no lograban dormir: la rumba en las calles seguía en la madrugada con el Cha, cha, chá, Chávez no se va… Hoy empieza otro capítulo. Ya habrá tiempo para analizarlo.
*) Aram Aharonian, periodista uruguayo residente en Caracas, director de la revista venezolana Question.