La educación en Chile requiere hoy de cambios estructurales, para que los sectores más desposeídos no sean cada vez más excluidos del acceso a la enseñanza, consideró el presidente de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), Cristofer Sarabia.
En entrevista con Prensa Latina, Sarabia, aseguró que uno de los grandes problemas en la esfera atañe a los colegios municipales.”Estos colegios son considerados la última opción en calidad de educación, pues estamos creando condiciones en las poblaciones para que la gente siga en la pobreza”, reflexionó el dirigente de la Cones, una de las organizaciones que convocó a la marcha de este jueves a nivel nacional en defensa de la educación pública.
Estas escuelas, precisó Sarabia, son vistas como muy marginales, incluso algunas históricos que tienen 100 años de vida, y que están sobreviviendo, pero los colegios de poblaciones los están cerrando poco a poco y los están convirtiendo en particulares subvencionados, señaló el dirigente estudiantil, alumno del emblemático Instituto Nacional.
“Ya han cerrado 250 colegios municipales en los últimos 30 años, y han creado más de dos mil 500 particulares subvencionados o privados, de manera que la educación pública va en declive de matrícula”, comentó.
El líder de la Cones precisó que en Chile el sistema de financiamiento se calcula por la asistencia de alumnos a las aulas, de manera que si un estudiante tiene que ir todos los días a la escuela, el colegio recibe los 42 mil pesos por el alumno, pero si no van, le comienzan a descontar gradualmente.
“Entonces qué ocurre con los colegios públicos, a los cuales muchos jóvenes para poder llegar tienen que viajar una hora, incluso dos o más por caminos de tierra en las zonas rurales, como las comunas de Valdivia, ellos no pueden ir a clases todos los días”, comentó Sarabia.
Por esa razón, los colegios se van desfinanciando, y los sostenedores son las municipalidades, otro error del sistema, en opinión del dirigente, quien aseguró que mantener abierto o cerrada una escuela pasa por una decisión política.
“Queremos que no se continúe viendo a la educación a nivel de municipalidades, porque si se elige a un alcalde, al cual no le gusta la educación pública hará todo lo posible por cerrar los liceos, es por ello que queremos que los liceos vuelvan a manos del Estado”, consideró el vocero de la Cones.
Se dice que están inyectando recursos a la educación, apostilló, pero esas finanzas no llegan a los colegios, y se siguen cerrando colegios.
El joven señaló que esa es una de las razones por las cuales los estudiantes abogan por un cambio estructural, que incluya una modificación en la forma de dar subvención a la demanda.
“Porque no puede ser que por tener 40 chicos sentados en un aula me van a pagar 40 por 42 mil pesos, si tengo 20 alumnos sentados me van a pagar 20 por 30 mil pesos, así los colegios que van quedando con menos alumnos se van desfinanciando, hasta el momento que los alcaldes toman la decisión política de cerrar los establecimientos”, enfatizó.
Sarabia recordó que en Chile existen tres formas de acceso a la educación: la privada, que cobra entre 100 mil pesos y 500 mil pesos mensuales por estudiante, la subvencionada, que tiene un aporte del Estado por 42 mil pesos, y cobra un aporte familiar que puede llegar desde cinco mil pesos hasta los 100 mil pesos, y la pública.
Empero, la pesadilla no concluye en la enseñanza secundaria, corroboró por su parte el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, Noam Titelman.
En declaraciones a Prensa Latina, el también directivo de la Confederación Nacional de Estudiantes de Chile, precisó que una carrera universitaria cuesta anualmente como promedio unos tres millones de pesos.
“Y si se tiene en cuenta que las carreras en el país duran entre seis y siete años, estamos hablando de 21 millones de pesos, que comparado con el salario promedio, son los aranceles más caros del mundo”, concluyó Titelman.
Este jueves, alrededor de 70 mil personas marcharon por calles de Santiago de Chile en defensa de una educación pública, gratuita y de excelencia.
La manifestación se realizó a solo días de que venza el plazo para que el Gobierno presente al Parlamento su proyecto de presupuesto para 2013, que en opinión de varios líderes estudiantiles, provocará serios recortes a los fondos de los colegios públicos, por lo que muchos podrían desaparecer para fines de este año.