El fin de semana pasado dos abogados de derechos humanos, Antonio Trejo y Eduardo Díaz, fueron brutalmente asesinados en Honduras, llevando a más de 60 el número de víctimas atrapadas en la lucha por la vida y la tierra. El debate sobre la producción de alimentos para las familias frente a los biocombustibles para las empresas ha llegado a su punto más alto.
Después del golpe del 2009, que fue dirigido por graduados de la Escuela de las Américas, la privatización masiva está a la orden del día en Honduras, con casi todo, desde la tierra hasta ciudades enteras, en la agenda de la privatización.
Antonio Trejo tuvo el valor de adoptar una postura en contra de esto. Él estaba defendiendo el derecho de los campesinos para la restauración de sus tierras en el Bajo Aguán que habían sido tomadas, hace 18 años, por el hombre más rico de Honduras: Miguel Facussé quien es dueño de una Corporación que esta usando estas tierras para producir palma africana, una fuente de biocombustibles.
Trejo fue asesinado cuando desconocidos acribillaron su cuerpo a balazos cuando salía de una boda la noche del sábado. En varias ocasiones, Trejo denunció a los medios de comunicación las amenazas que había recibido y dijo públicamente que si estuviera muerto, Facussé sería el responsable.
Trejo también había adoptado una posición sobre la polémica propuesta del gobierno de Honduras, en conjunto con una empresa de EE.UU., MGK Group, sobre la construcción de tres ciudades de gestión privada con su propia policía, las leyes y los sistemas fiscales.
Apenas unas horas antes de su asesinato, Trejo participó de un debate televisado en el que acusaba a los líderes del Congreso de la utilización de los proyectos de la ciudad privados para recaudar fondos de campaña.
Sólo horas después del asesinato de Trejo, asesinaron de seis balazos al fiscal de derechos humanos Eduardo Díaz en Choluteca al sur de Tegucigalpa.
Hacemos un llamado a todos y todas a condenar estos crímenes y al gobierno de Porfirio Lobos que nada hace para que se respete el derecho a la vida de tantos dirigentes sociales, campesinos, periodistas, que han sido asesinados en Honduras y sus casos están en la mas completa impunidad.
Los abogados Antonio Trejo y Eduardo Díaz dieron sus vidas a la lucha por la dignidad.
Posibles acciones solidarias:
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