Diciembre 27, 2024

La circularidad biológica humana y la economía neoliberal

marcha_agosto_6

 marcha_agosto_6Los actuales acontecimientos geopolíticos globales son francamente cada vez más extraños. ¿Pero no es por lo general, que estos ocurren durante tiempos económicos difíciles, cuando los gobiernos tratan de desviar la atención de sus graves problemas internos?

 

 

Un periódico chino amablemente sugirió omitir la diplomacia inútil y pasar directamente al plato principal, sirviendo a Japón con una bomba atómica, a propósito de la disputa de las islas Senkaku/ Diaoyu, islas que están en el Mar Oriental de China. En otras zonas, se sigue incrementando las tensiones, Irán, Siria, Israel, etc. ¿Un minúsculo espacio de tierra, puede generar tanta tensión?

 

 

Algunos ya se estarán preguntando ¿qué tienen que ver la circularidad biológica, el modelo de economía neoliberal y las tensiones geopolíticas. De eso se trata este artículo, de explicar la profundidad de la gran fractura que tiene este diseño de economía, que entró en una fase de mayor crisis, anticipando una decisión que tomó hace algunos días la FED de EE UU (Reserva Federal), esperada para fines de este año y que empezará a tomar diversas formas en el mundo, porque el principal organismo bancario decidió intervenir el mercado norteamericano con nuevas emisiones de dólares, (QE3), lo que tendrá un equivalente en Europa, con el BCE (Banco Central Europeo) aumentando la cantidad de euros para la compra de duda y del déficit de los países en crisis.

 

 

Los humanos no debemos olvidar que descendemos de los homínidos (los monos mayores) y ello nos obliga a ser más humilde con nuestras certidumbres. “Sólo cuando en nuestro ser social lleguemos a dudar de nuestra profundamente arraigada convicción de que nuestras inamovibles y “eternas” certidumbres son verdades absolutas (verdades inobjetables sobre las que ya no se reflexiona) recién entonces empezaremos a salir de los poderosísimos lazos que la trampa de la “verdad objetiva y real” ha tejido”. Rolf Behncke C.


Humberto Maturana y Francisco Varela son dos autores extraordinarios que desde la biología, explican los procesos involucrados en nuestras actividades, en nuestra constitución, en nuestros actuar como seres vivos, que constituyen nuestro conocer por la existencia de la circularidad entre acción y experiencia. La constante de darse cuenta que al fenómeno del conocer no se lo puede tomar como si hubieran “hechos” y objetos allá afuera, que uno capta y se los mete en la cabeza.


Algunos recordarán un antiguo dicho sobre educación que dice, “la letra, con sangre entra”, pues bien, es falso. La experiencia de cualquier cosa allá afuera es validada de una manera particular por la estructura humana que hace posible “la cosa” que surge en la descripción, y que estos investigadores refuerzan con el aforismo “todo hacer es conocer y todo conocer es hacer”.


La circularidad es una base biológica que es parte del entendimiento humano, donde un estado estructural del sistema nervioso es el que especifica cuales perturbaciones son posibles y que cambios gatillan ellas en su dinámica de estados. Ahora, es importante entender que la circularidad está y es parte del fenómeno social. Dice Varela, “Desde la perspectiva de un observador siempre hay ambigüedad en una interacción comunicativa. El fenómeno de comunicación no depende de lo que se entrega, sino de lo que pasa con el que recibe. Y esto es un asunto muy distinto a “transmitir información”.


Es un engaño considerar que se puede crear un mundo individualista, carente de solidaridad, que niegue al otro hundido por la competencia, porque la naturaleza humana es la conciencia de un ser social, donde “la libertad es la creación de circunstancias que liberen en el ser social, sus profundos impulsos solidarios”


Maturana y Varela sentencian algo que parece espeluznante, “a través de esta continua recursividad, todo mundo traído a la mano necesariamente oculta sus orígenes. Biológicamente no cabe que tengamos frente a nosotros lo que nos ocurrió en el obtener las regularidades en el mundo que nos parezcan acostumbradas, desde los valores o las preferencias, hasta las tonalidades de los colores y los olores. El mecanismo biológico nos señala que una estabilización operacional en la dinámica del organismo no incorpora la manera cómo se originó. Nuestras visiones del mundo y de nosotros mismos no guardan registros en sus orígenes, las palabras en el lenguaje (en la reflexión lingüística) pasan a ser objetos que ocultan las coordinaciones conductuales que las constituyen operacionalmente en el dominio lingüístico. De aquí que tengamos continuamente renovados “puntos ciegos” cognoscitivos, que no veamos que no vemos, que no nos demos cuenta qué ignoramos.


La ideología neoliberal ha creado una certidumbre donde lo central para el entendimiento, que es la autonomía operacional de cada ser vivo individual, no se produce. Examinemos las características fundacionales del modelo de economía neo liberal; dominio del mercado, recortes del gasto público en servicios sociales, desregularización, privatización, eliminación del concepto de “bien común” o de “comunidad”, liberalización de la inversión extranjera, individualismo, competitividad, son todas caracterizaciones que propician, la exclusión del otro, evitan la solidaridad que se da en el gasto social, vinculan la propiedad a niveles supra humanos y de alta exclusión.

 

El dominio del mercado es un “espacio” de sometimiento donde alguien somete a otro, (cliente o como quiera llamarse), porque como dice H. Maturana, el fenómeno del conocimiento y el operar del sistema viviente, su sistema nervioso, son la misma cosa, no “gatilla” el altruismo con el “otro”, porque no es parte de su experiencia perceptual humana, y sólo es posible discrepar sobre una base de consenso, de lo contrario, solo hay enfrentamiento de fuerzas destructivas (todo tipo de conflictos, guerras) y todos sabemos que las transacciones de negocios es un enfrentarse por el lucro. Y en eso está la sociedad occidental, construyendo tensiones sobre tensiones, socavando la naturaleza humana social del ser humano, al punto que se están agotando las opciones de un retorno a su naturaleza solidaria.

 

El economista español, S. N. Becerra, dijo, “Recuerden que cuando Rockefeller llegó a dominar el 95% del mercado del petróleo en USA, le rompieron el invento en 1890, con la Sherman Antitrust Act, ¿Por qué?, pues porque la Standard Oil Trust estaba incidiendo contra la filosofía del sistema en un momento en el que el sistema aún era muy joven, lo que ponía en peligro su propia existencia. “Y sí, también en el caso de Rockefeller hubo pura hipocresía, ¿no es el monopolio el destino evolutivo natural del empresario capitalista, quedarse sólo porque se impone a todos los demás por ser el mejor en hacer lo que hay que hacer? He citado este caso porque es emblemático de lo excluyente que es la economía neoliberal.


En el Chile de hoy encontramos disonancias destructivas a cada instante sobre lo mismo, como la propuesta del presidente Piñera y Pablo Longueira, “El presidente me pidió que redactara el proyecto de ley para trasladar la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt) al Ministerio de Economía,.., con un modelo económico que se vincule con un valor agregado y que en el fondo unamos el mundo de la academia en Chile, el mundo de la investigación con el mundo de la empresa.” Es una propuesta concentrada en el hacer del dominio empresarial, que no convoca la aceptación del “otro” para “gatillar” un hacer compartido, por el contrario, deja fuera socialmente a los “otros” que tengan interés en la literatura, la música, el arte, la ciencia, o sea, siguen lo mismo que hizo Rockefeller en 1890, acaparó el mercado del petróleo para él solo.

 

 

Los procesos políticos no son sino fenómenos biológicos., ¿pero qué político sabe esto?

Gregory Bateson. “Steps to an Ecology of Mind”.


Mario Briones R.

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