Diciembre 27, 2024

Entrevista a Iván Carrasco, líder del nuevo Partido Igualdad

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ivncarrasco12Las “leyes” de Pinochet (1973-1990) aún prohíben en Chile que un partido político tenga lemas con la palabra “lucha”, porque la ley dice que ese término remite a “la lucha de clases”, “prohibida” por decreto-ley por el dictador. Todas las leyes políticas de la dictadura militar continúan plenamente vigentes, incluida la Constitución de 1980, aunque todas fueron literalmente “dictadas” en una habitación del Palacio de La Moneda.

 

Tampoco se puede usar slogan como “Que mande el pueblo”, porque “quien manda no es el pueblo, sino el gobierno”. La ley de partidos políticos no permite ninguna expresión como “solidaridad con otros pueblos” porque indicarían “influencia de ideas foráneas”, de manera que también esas están prohibidas.


Así lo explicó el sociólogo Iván Carrasco Mora, 42, secretario general del nuevo partido Igualdad, al relatar las peripecias que signaron la inscripción legal de su organización con la confluencia de 36 movimientos sociales y agrupaciones políticas de 6 de las 15 regiones del país, en un proceso similar al del Partido de los Trabajadores de Brasil, el nuevo partido de Manuel Zelaya en Honduras y un partido relevante recientemente constituido en Panamá.


Carrasco anunció que competirán en las presidenciales 2013, con su partido extendido a 10 regiones, dos más que las 8 exigidas por la ley para esa contienda. El hijo del periodista José Carrasco Tapia vivió exiliado con su madre, Olivia Mora Campos –también periodista–, en Perú y México y regresó a Chile en 1984 para vivir con su padre, pero tras su asesinato en 1986 volvió a México y regresó definitivamente a Chile en 1988. Estudió economía y después, sociología.


Entonces, ¿cuán difícil es formar hoy un partido en esta “democracia protegida”?

Chile es el lugar más difícil del mundo para estos efectos. Formar un partido es más difícil que en Alemania y que en Argentina. En España le dan al nuevo partido la posibilidad de lanzarse a la elección y si alcanza un porcentaje mínimo de votos, ese guarismo le permite convertirse en partido. En Alemania se requieren 2.000 firmas de ciudadanos. En Chile, un mínimo de 100 personas legalizadas en una notaría, como una suerte de “promotores” del nuevo partido, tiene que juntar las firmas legalizadas del 0,5% del electorado que haya votado en la última elección de diputados en cada una de las 15 regiones. En la Región 13ª (Metropolitana de Santiago) se necesitan 16 mil rúbricas, en Concepción (8ª Región) 6 mil, en la 5ª Región (Valparaíso) 5 mil, y así… Hay que llevar ante un notario a miles de personas que no estén afiliadas a ningún partido, pagar la ficha de inscripción para ese montón de gente y, una vez aprobado, el nuevo partido tiene 6 meses para constituir un consejo general, consejos regionales donde esté inscrito, mesa directiva nacional y tribunal supremo. El sistema se defiende así de la aparición de nuevos competidores. Los aspirantes a la competencia electoral deben pagar un piso de entrada alto. Para poder hacer todo esto se requieren funcionarios a tiempo completo, el consejo general tiene que reunirse obligatoriamente en los plazos indicados por la ley, y todo con notario, papeleo, sellos, estampillas…


¿Qué otras trabas pone el sistema de partidos heredado de Pinochet?

La Ley Orgánica Constitucional de los Partidos Políticos, de marzo de 1987, restringe un montón de cosas, dispuestas por la dictadura entre 1973 y 1990. Habíamos pensado añadirle al nombre del partido la consigna “Que el pueblo mandé”. El Servicio Electoral (Servel) la rechazó porque en Chile “no manda el pueblo, manda el gobierno”. Por lo tanto el lema era inconstitucional, ya que esta ley, además, es “orgánica y constitucional”, lo que significa un alto quórum para modificarla, pues se requiere una reforma constitucional previa, como en el caso de la “ley orgánica constitucional de educación”. Son leyes que exigen 4 séptimos, un quórum más alto que la mayoría simple.

Quisimos poner el lema “Pueblo en lucha”, pero en Chile no se puede poner “lucha” porque esa palabra remite a la lucha de clases, que fue “prohibida por Pinochet” y los partidos en Chile, por ley, no pueden estimular, ni pueden promover “la lucha de clases”. La ley dice que sólo tienen que ser “orientadores para el buen gobernar y la gobernanza”. Por ley, sólo pueden apoyar el buen gobierno. Está en la ley de partidos políticos.

En la declaración de principios tacharon una línea sí, otra no. En el plano del internacionalismo, por ejemplo, nos declarábamos “hermanos con las luchas sociales y políticas de los pueblos latinoamericanos”, etc. Todo eso salió para fuera, porque en Chile ningún partido puede ser “dependiente de ideas foráneas”, menos para promover “la lucha”. Está en la ley que describe los “objetivos de los partidos políticos”.

Hay términos y expresiones que tampoco se pueden mencionar, como “internacionalismo”, “convergencia” y “solidaridad con la luchas por la liberación latinoamericana”. De la “legislación” decretada por Pinochet, en 22 años de gobiernos de la Concertación de Partidos por la Democracia, sólo sacaron el artículo 8° que prohibía el marxismo, pero dejaron toda la estructura jurídica de la dictadura, legaron todo el andamiaje. ¡No a la lucha de clase!, sólo apoyo a los gobernantes.

Hay, además, un sinfín de trabas burocráticas, notarios, plazos para juntar firmas, fechas fijas para constituir consejos, efectuar reuniones, en fin… Estamos constituidos en 6 Regiones (1ª, 2ª 4ª, 5ª, 13ª y 15ª, contigua a la 1ª y 2ª, aunque su numeración no sea correlativa), pero pronto nos inscribiremos en la 3ª Región-Copiapó, donde hay organizaciones ambientales relacionadas con la lucha contra Pascua Lama, el mineral de oro de la Barrick Gold que destruyó los glaciares, y varios sindicatos mineros. Enseguida nos inscribiremos en la 6ª Región, pues en Rancagua también hay grupos de gente que aboga por la Asamblea Constituyente para darle al país una nueva Constitución, democrática y de verdad, que sustituya a la actual heredada de la dictadura. Seguiremos en la 14ª Región (De Los Ríos, Valdivia), donde hay dirigentes sindicales textiles de Valdivia muy activos en este proyecto. Nos proponemos llegar a 2013 con 10 de las 15 regiones legalizadas y 36 mil afiliados, más que suficientes para tener derecho a candidato presidencial, pues la ley pide 8 regiones legalizadas y 36 mil afiliados.


¿Cómo se constituyó el partido?

Igualdad es el único partido en Chile compuesto de verdad por puras organizaciones sociales. Esto no es un desprendimiento de ningún partido grande; no es como el PRO (Partido Progresista de Chile, de Marco Enríquez Ominami, ex diputado del Partido Socialista, PS), que salió de la Concertación; ni como el MAS (Movimiento Amplio Social, del senador Alejandro Navarro, ex PS), que se forma del PS. Es el primer partido en Chile formado y legalizado a partir de organizaciones sociales populares, en este caso, poblacionales en su mayoría, pero también estudiantiles, sindicales e incluso indígenas. Por ejemplo, los candidatos que van en Putre –extremo norte, 15ª Región Arica-Parinacota– son todos dirigentes aymaras seguidores de la corriente Pachacuti, una tendencia revolucionaria dentro de ese pueblo.

Este partido fue legalizado por los dirigentes y las organizaciones sociales. No es un partido que haya nacido de unos “renovados” de la Concertación o reciclados de tal o cuál partido, o arrepentidos a lo largo del proceso. No. Son todos dirigentes que por años han estado luchando por los derechos de la gente en la base social. Por ejemplo, en Buin, van de candidatos a concejales dos dirigentes que hace un año lideraron la huelga de hambre de los estudiantes. La gran mayoría de los 181 candidatos son dirigentes de base populares, acreditados en sus frentes de lucha.


¿Cómo funciona la “cúpula” del partido?

El partido tiene un protocolo nada usual: Las cúpulas no deciden quién va de candidato, como en los partidos tradicionales, sino las asambleas de base de cada comuna o municipio. Hasta allí concurren las organizaciones sociales, los comunales informan y el partido se limita a inscribir a los candidatos. En los partidos tradicionales, no hay candidato si no está la venia de las cúpulas. Son formas nuevas de hacer política que se han ido imponiendo en el movimiento social y que el partido recoge como su lógica de funcionamiento.


¿Qué figuras conocidas llevan como candidatos?

Hay líderes sociales y dirigentes estudiantiles emblemáticos y reconocidos por su entorno social, como estos candidatos:


● Eduardo Salazar Pérez, candidato a concejal de La Pintana (13ª Región Santiago), presidente de la Federación de Estudiantes de la estatal Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), quien en junio de 2011 lideró una funa (scratch) contra Joaquín Lavín, entonces ministro de Educación, cuando el think tank ultra derechista Libertad y Desarrollo celebraba con un cóctel los 30 años del ingreso de privados al negocio universitario, en el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM). Lavín, que todavía era co-propietario de la Universidad del Desarrollo, anunció por TV que se encargaría personalmente de evitar que la UTEM fuera acreditada. “Estamos completamente en contra del sistema privatizador de la educación y no vamos a aceptar ninguna migaja; estamos en pie de guerra contra la educación privada”, dijo entonces Salazar Pérez.

● Eva Chang Chamba, candidata a alcaldesa de Arica, dirigenta campesina de los pequeños productores de uva del Valle de Azapa, quienes luchan contra las corporaciones transgénicas que compran tierras y extraen olivares centenarios para sembrar maíz transgénico, cuyo destino todavía es un misterio.

● Roxana del Pilar Miranda Meneses, candidata a alcalde por San Bernardo, dirigenta emblemática de los deudores habitacionales.

● Rosalba Ortiz Cid, candidata a concejal en Valparaíso, dirigenta reconocida por el empleo mínimo.

● Gloria Negrete Verdugo y Cristóbal Róbinson Leiva, candidatos a concejales por Buin, son los dirigentes que hace un año encabezaron la huelga de hambre de los estudiantes de esa ciudad cercana a Santiago.

● Silvia Estela Badillo Tapia, candidata a concejal en Vilos (IV Región, Coquimbo-La Serena), es líder emblemática de los habitantes del área minera y campesina, que piden la destrucción de la represa de relaves Los Caimanes, desechos contaminantes de mineral de cobre de la gran mina Los Pelambres, del grupo Luksic (el 32° más rico del mundo, según Forbes, con 17.800 millones de dólares). La represa de desechos tiene un muro de más de 150 mts, es la segunda más grande de América Latina, ya contaminó las napas subterráneas y el río Choapa, y ahora amenaza con aplastar a un pueblo entero en caso de derrumbe del muro de contención averiado por los frecuentes sismos. Los Luksic llevaron a la justicia a todos los líderes del movimiento social acusándolos de “terrorismo”.

● Adelaida Clorinda Marca Gutiérrez, Lissette Vásquez Condori, Aldo José Gómez Jaña, Luis Humire Mercado y Jaime Vicente Ocaña, en su mayoría son reconocidos líderes indígenas aymará de la corriente Pachacuti, que postulan como concejales en Putre (15ª Región Arica-Parinacota), propuestos y reconocidos por sus organizaciones sociales. La candidata a alcaldesa es Fernanda Santos Ticlle.

● Francisco Gabriel Marín Castro, periodista joven, corresponsal de la revista Proceso de México, es el candidato a alcalde en Valparaíso. También es activista cultural, social y político que ha luchado por convertir a la ex cárcel del puerto en un espacio cultural de esparcimiento gratuito, para niños y adultos.

● Mauricio Concha, dirigente de los cerros de Talcahuano (8ª Región, Concepción), candidato a concejal.

● Luis Vega González, dirigente de la Red Ambiental del Norte (4ª Región), es candidato a concejal por La Serena.

● Olga Mora Castillo, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Antofagasta, va como candidata a concejal.

● Javier Sandoval, ex presidente de la Federación de Estudiantes de Concepción de los años 90, es candidato a Concejal en esa ciudad.

● Matías Ignacio Nieto Enrione, candidato a concejal por Ñuñoa, y Matías Mlynarz Puig, candidato a alcalde, son otras dos figuras de esta comuna de Santiago.

● Rosario Carvajal, licenciada en historia, candidata a con concejal por Santiago, es dirigenta de la organización Patrimonio y Barrio Yungay, de antigua trayectoria en la lucha por preservar la identidad de su barrio situado en la expansión más antigua de la ciudad, tras su fundación alrededor de lo que hoy es la Plaza de Armas. Para la preservación de la calidad de vida de estos vecinos sus peores enemigos son la industria inmobiliaria y el alcalde de turno.

● Lautaro Guanca, concejal de Peñalolén, líder del plebiscito que derrotó el plano regulador del alcalde Claudio Orrego, ahora es candidato a sustituirlo, pero ha sido víctima de un montaje judicial orquestado por la Municipalidad de Orrego y la Fiscalía, que lo acusó de agredir a un carabinero… casi un año después de una manifestación efectuada en septiembre de 2011. La acusación judicial lo despoja de sus derechos políticos hasta que se pronuncie el tribunal, objetivo perseguido por quienes idearon que un hombre de 1,60 mt podría causar lesiones a un policía de 2 mt, protegido por armadura anti-motines, casco, armas y la parafernalia de un carabinero de Chile en tareas de represión. En rigor, en ese episodio fue el carabinero quien golpeó e hirió en la cabeza a Guanca pero éste no lo llevó a los tribunales.

● Cosme Caracciolo, dirigente de los pescadores artesanales de San Antonio, es una figura nacional del partido que no va como candidato, pero es conocido como un relevante opositor a la Ley Longueira, que otorga derechos de pesca a perpetuidad a los grupos económicos más ricos del país en desmedro de la pesca artesanal y la alimentación de los más pobres.


La ciudadanía cuestiona a la clase política y a sus partidos, según todas las encuestas ampliamente difundidas por los medios. En cierto modo, la sociedad entera está en crisis de legitimidad y credibilidad y autoridad, incluidos los partidos, el Congreso, la clase política, las instituciones… ¿Por qué crees tú que esos mismos medios no han informado a la ciudadanía sobre este nuevo partido de las organizaciones sociales?

Los medios progresistas tampoco nos pescan, a pesar que la existencia de este partido es una noticia, y, por añadidura, un hecho relevante para la lucha política en Chile. En Latinoamérica, abundan ejemplos. La confluencia de organizaciones sociales formó el Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, actualmente en el poder. Hace poco se formó en Panamá un tremendo partido, que participará en las elecciones generales 2014, el Frente Amplio por la Democracia (FAD), aprobado por una asamblea de unos mil delegados de todo el país del Frente Nacional por los Derechos Económicos y Sociales (Frenadesco), una coalición de organizaciones sociales y sindicales. El partido de Manuel Zelaya en Honduras, Libertad y Refundación (Libre), también nació como una conglomerado de agrupaciones sociales y políticas de base, formado por más de 120 grupos de oposición al gobierno golpista de Lobo. Al no tener referentes políticos, los movimientos sociales forman su propio instrumento. Hoy se está dando esta experiencia en Chile con este partido Igualdad.


Si fueras elegido en Santiago, ¿cómo sería el alcalde Carrasco?

Nuestro concepto es que las alcaldías son la base del Estado en Chile. La ciudadanía  tiene sus pies en las alcaldías y los municipios, que deben convertirse en herramienta de transformación social, críticas del modelo político-económico, de democracia para la auto gestión y auto gobierno de sus ciudadanos y no seguir siendo un instrumento de domesticación y dominación de los partidos políticos sobre los ciudadanos.

Es preciso liberarse de los partidos con municipios participativos donde el pueblo mande. La municipalidad es un espacio donde se puede construir poder popular contra las desigualdades, como en todos los espacios de lucha. También es un gran espacio para construir fuerza social en lucha, porque allí se concentran todos los problemas de la población. Cuando la gente tiene problemas de salud o de vivienda recurre al municipio, no a los parlamentarios ni al gobierno.


Bajo los actuales gobiernos el municipio se ha transformado en una suerte de contención del poder social. Hasta ahora han servido para represar el malestar social.

Nosotros decimos que el municipio debe ser una herramienta de transformación social: ése es nuestro principio político fundamental. Municipios donde el pueblo mande. Asambleas sociales de crítica al gobierno, de participación y crítica al modelo.

Nuestra meta de hacer del municipio “un poder popular donde el pueblo mande” es para convertirlos en herramienta de transformación social, con asambleas de ciudadanos, cabildos locales, cabildos comunales, democracia directa y plebiscitos que den la línea política a cada municipio.


¿Qué harán con el tema de la basura?

Resolveremos el problema de la basura, por ejemplo, como el problema de la salud y la educación, dando participación a los ciudadanos. Hoy el tema de la basura pertenece a dos o tres empresas privadas que están vinculadas a los partido, verdaderos consorcios políticos. ¿Por qué no pueden asociarse los municipios, coordinarse y crear empresas sanitarias autónomas, tipo cooperativas, dirigidas por ciudadanos y pobladores democráticamente elegidos para esas funciones y resolver así también otros temas, de salud, educación, urbanización, agua potable, etc. En el negocio de la basura hay dos grandes grupos, la Concertación tiene su empresa y la Alianza tiene otra. Hay dos grandes grupos, KPM de la derecha y otra de la Concertación. Es un ejemplo. Los municipios donde gobierne Igualdad serán espacios de poder popular, de crítica al sistema y una herramienta más para organizar la lucha de la comuna.


¿Qué gravitación tuvo el plebiscito que ganaron en Pelalolén?


Fue el segundo plebiscito comunal realizado en Chile y el primero que ganan las organizaciones sociales en su lucha contra el sector inmobiliario. El primero fue en Vitacura, comuna rica de Santiago, donde en 2009 se propusieron tres cambios al plano regulador de la comuna y ganaron los transportistas, los que construyen carreteras y las inmobiliarias.

Estos plebiscitos son expresión de las fuerzas sociales, un fenómeno que puede repetirse en Concepción, Talcahuano, Valparaíso, Concón, La Serena, Coquimbo, y otros municipios/comunas donde las expresiones sociales de abajo, de la base, llevan a cabo luchas importantes de los pobladores, generalmente por daños causados por la industria minera, las plantas eléctricas a carbón de las corporaciones energéticas y la industria inmobiliaria, entre otras, como la destrucción de los humedales del área de Concepción, tapados por edificaciones que crearon problemas urbanos nuevos, por corrimiento de aguas, aparte de conducir a la muerte a la vida silvestre.

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