El Gobierno de Ecuador aspira a recibir apoyo internacional ante lo que considera una “amenaza” del Reino Unido por el caso del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien pese al asilo concedido por el país andino no puede abandonar la embajada en Londres por la falta de un salvoconducto.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha indicado que en el comunicado enviado por el Gobierno del Reino Unido hacen “la amenaza, ni siquiera velada, explícita, por escrito, de que podían incursionar en nuestra Embajada de acuerdo a sus leyes internas”.
“Creo que ahí se equivocaron del medio a la mitad. No saben con qué Gobierno, con qué pueblo están tratando”, dijo Correa, quien afirmó que antes de otorgar el asilo a Assange su Gobierno ya sabía que el Reino Unido no iba a concederle el salvoconducto y que por tanto corría el riesgo de quedarse “indefinidamente” en la embajada.
El pasado miércoles, el canciller (ministro de Exteriores) ecuatoriano, Ricardo Patiño, dijo que recibió un comunicado británico en el que se amenazaba con irrumpir en la Embajada ecuatoriana para localizar y arrestar a Assange, para luego extraditarlo a Suecia, donde le imputan cargos por supuestos delitos sexuales que él niega.
Los países miembros de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA) expresaron ya su “más profundo rechazo a las amenazas” contra la “integridad de la embajada” y “contra el derecho soberano que tiene Ecuador de administrar su política de asilo”.
Reunión para estudiar la crisis entre Ecuador y Reino Unido
Por otro lado, la Organización de Estados Americanos convocó hoy mismo a los cancilleres de América para el 24 de agosto en Washington con el objetivo de estudiar la crisis entre Ecuador y el Reino Unido.
Dicha cita se centrará en la “situación entre el Ecuador y el Reino Unido concerniente a la inviolabilidad de los locales diplomáticos del Ecuador en el Reino Unido, al amparo del derecho internacional”, según el texto final de la resolución de la sesión extraordinaria de la OEA en Washington.