El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, prendió ayer una nueva mecha al anunciar el mayor hachazo al Estado del Bienestar de la historia de la democracia. En consecuencia, hoy se han sucedido protestas espontáneas repartidas por todo el país, con especial incidencia en Madrid y Barcelona, ciudades en las que han salido a la calle miles de trabajadores.
La sede del Partido Popular en Madrid ha escuchado consignas a lo largo de toda la jornada. Unos 200 funcionarios de Justicia, en su mayoría trabajadores de la Audiencia Nacional y del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, se han concentrado esta mañana en Génova para protestar por los nuevos recortes. Los trabajadores se trasladaron andando, de forma espontánea, desde sus respectivos puestos de trabajo hasta la sede de los conservadores, donde corearon cánticos y gritos en contra de dichas medidas, entre las que se encuentra la desaparición de la paga extra de Navidad de los empleados públicos anunciada por Rajoy.
A ese mismo lugar se han trasladado por la tarde cientos de bomberos y policías que, vestidos de paisano, han protagonizado una nueva protesta que comenzó frente al Congreso de los Diputados. Después, cortaron el Paseo de la Castellana y, desde ahí, la nueva marea se dirigió a Génova al grito: “tu seguridad está en nuestras manos”. Los manifestantes pidieron la dimisión del jefe del Ejecutivo, y gritaron consignas como “El próximo parado que sea un diputado” o “Tenemos familia”.
“Los policías somos del pueblo”
Por otro lado, la plaza Sant Jaume de Barcelona también ha sido escenario de movilizaciones, esta vez de cerca de un millar de mossos d’esquadra han esgrimido el eslogan “Los policías somos del pueblo y no queremos servir a un sistema corrupto” frente al Palau de la Generalitat, en protesta por los recortes del gobierno catalán. Esta convocatoria se ha añadido a la que esta mañana han protagonizado cientos de funcionarios frente a la Delegación del Gobierno en Catalunya.
Mañana, las protestas espontáneas de hoy darán paso a las convocatorias fijadas por varios sindicatos, como CCOO y UGT, que han llamado a los trabajadores a reunirse frente a las sedes de sus puestos de trabajo durante las pausas reglamentarias de media mañana y cambios de turno. La delegada del Gobierno de Madrid, Cristina Cifuentes, ha amenazado con aplicar mano dura contra “los que intenten que Madrid parezca Atenas”, aunque lo cierto es que los últimos recortes —reducción del subsidio de paro, aumento del IVA, reducción de la paga a los funcionarios y cargos públicos, entre otros— acercan a España a Grecia.