Una tensa calma se vivió hoy en esta capital, donde se escucharon disparos esporádicos y no hubo manifestaciones contra el líder libio Muammar Gaddafi, aunque en la ciudad de Misurata, en el noroeste del país, manifestantes que concurrían a un entierro fueron atacados por mercenarios que llegaron en helicóptero.Saif Islam, hijo del gobernante, reconoció que en su país hay una voluntad interior de cambio
; advirtió que la situación tras las protestas contra el régimen de su padre abre la posibilidad de una guerra civil y reiteró que los manifestantes son manipulados.
En tanto, fuerzas de seguridad abandonaron el barrio de clase trabajadora de Tajoura tras cinco días de manifestaciones contra el gobierno, según dijeron residentes a corresponsales extranjeros que visitaron el área; no quisieron ser identificados por temor a represalias. Señalaron que soldados dispararon contra los manifestantes que marchaban desde Tajoura, dando muerte al menos a cinco personas, cifra que no pudo ser confirmada en forma independiente.
Las calles de la capital libia estaban semidesiertas luego de que los habitantes concurrieran a los negocios, donde se formaron largas filas para comprar pan y combustible. La víspera, al menos seis manifestantes murieron por disparos.
Según un testigo citado por la agencia Afp, Trípoli aún está controlada por Gaddafi. Tanques y vehículos todoterreno de sus milicias patrullaban las calles, un día después de que el mandatario, quien lleva más de 40 años en el poder, advirtió que destruiría a sus enemigos y armaría a sus partidarios.
La televisión estatal mostró otra vez a una multitud expresando su lealtad a Gaddafi en la plaza Verde de Trípoli. Pero periodistas estimaron su número en sólo 200, reportó la agencia Reuters.
Por su parte, en Misurata, 150 kilómetros al este de Trípoli, un testigo declaró que manifestantes que concurrían a un entierro fueron blanco de disparos de mercenarios
, quienes llegaron en helicópteros del régimen libio. Sin embargo, la información no pudo ser verificada.
Las protestas contra Gaddafi empezaron hace 12 días en demanda de mejoras salariales, pero ante la represión derivaron en una rebelión que exige la dimisión del mandatario.
En tanto, Fathi Tarbul, miembro del comité popular que controla Bengasi y uno de los líderes del levantamiento popular, aseguró que las fuerzas leales al gobernante controlan únicamente 15 por ciento del país.
Tarbul es responsable de Sociedad Civil y Juventud en la administración temporal de Bengasi, la segunda ciudad más grande de Libia, controlada desde el 21 de febrero por un comité popular tras las protestas que comenzaron al día siguiente de su detención.
En declaraciones a un grupo de periodistas, el líder de la revuelta popular agregó que ya no se puede hablar del ejército de Kadafi, ya que la idea es que no tiene ejército
, sino fuerzas paramilitares fieles y mercenarios.
Mustafá Abdeljalil, ex ministro de Justicia, declaró al diario independiente Quryna que los opositores a Kadafi instalarán este domingo un gobierno provisional en Bengasi.
Formarán parte del gobierno interino exponentes de las ciudades liberadas, como Misurata y Zawiyah, además de otros centros
, dijo el ex funcionario.
La composición y los detalles del nuevo gobierno serán dados a conocer en conferencia de prensa.
Saif Islam admitió que su país enfrenta la posibilidad de una guerra civil que duraría muchos años, pero aseguró que hay voluntad interior de cambio
, por lo que sólo falta una negociación amistosa
.
Libia necesita una oportunidad para las negociaciones
, aseveró Islam, quien confió en que se alcance un acuerdo de alto el fuego para dialogar amistosamente
con los terroristas
.
El vástago del coronel libio intentó este sábado desestimar la rebelión popular, la que dijo es encabezada por terroristas extranjeros
que no quieren una reforma y sólo manipulan a los libios.
Sostuvo que la situación en la mayor parte del país es normal, es excelente
, e incluso afirmó que en general está mejorando.
No obstante, reconoció que los disturbios en el país norafricano dejan abierta la posibilidad de una guerra civil, e incluso de una intervención extranjera que duraría muchos años, pero la población está asustada y sin armas, indicó.
Esto tiene que acabar pronto, afirmó ante un pequeño grupo de periodistas en Trípoli.
El hijo de Kadafi sostuvo que las informaciones que difunden algunos medios de comunicación sobre cientos de muertos, mercenarios extranjeros y bombardeos son falsas, mentiras
, al negar que su padre haya ordenado matar a civiles.
Garantizó incluso que las calles de Trípoli rebosan de alegría y júbilo por el largo mandato de su padre. Si escuchan fuegos artificiales, no los confundan con disparos
, añadió.