Madrid.- La economía española vivió una nueva jornada negra. El informe de Moodys –que se conoció ayer a las once y media de la noche, hora española–, en el que se rebajó la calificación de la deuda española situándola al borde del bono basura
provocó una caída bursátil de los principales valores financieros y, lo más grave, una escalada en el valor de la prima de riesgo, que cerró a 543 puntos. El ministro de Economía español, Luis de Guindos, reconoció que la situación es insostenible
, mientras que el mandatario español, Mariano Rajoy, volvió a guardar silencio y a evadir las preguntas de los periodistas.
Madrid era hoy una olla en ebullición. En el centro del poder político, el Congreso de los Diputados, se respiraba la tensión y la preocupación ante las malas noticias que llegaban sin cuartel desde el centro financiero del país, la Bolsa de Valores de la capital, situada a sólo unas calles del Parlamento. Rajoy acudió a la sede parlamentaria, al igual que el resto de su gobierno, pero todas las miradas estaban puestas en el piso de remates, desde donde llegaban sin parar las peores noticias posibles después de que el pasado sábado, en una reunión del Eurogrupo, se aprobara el rescate bancario a España por un total de 100 mil millones de euros. Desde entonces, la prima de riesgo no ha cesado en su escalada, al tiempo que el bono del Estado a 10 años está pagando los intereses más altos de su historias y los principales valores bursátiles pierden valor.
La rebaja en la calificación de la deuda pública por Moodys, bajo el argumento de que el rescate bancario provocaría mayor endeudamiento al país, desató los nervios en el mercado bursátil hasta situar el interés del bono español a 10 año en 7 por ciento, algo que no se ha visto nunca en la era del euro.Los principales analistas y los institutos de análisis financiero coinciden en que a partir de esa cifra, 7 por ciento, España no tiene posibilidades de financiarse a futuro, lo que supondría un hipotético segundo rescate. Una posibilidad –la del segundo rescate– que ya se baraja abiertamente en medios de comunicación ingleses y alemanes, que cada día suben más el tono de la crítica al gobierno español, que sigue negando que España haya sido rescatada y se aferra a la explicación que se trata de una simple línea de crédito preferente
destinada a las entidades financieras con problemas. Ni siquiera ha reconocido que el monto de ese crédito –100 mil millones– los asumirá el Estado, así como el pago de los intereses.
Mientras el país se sumía en una inmensa nube de preocupación, el presidente Rajoy aceleró el paso al ver a un grupo de periodistas que le esperaban a las puertas del Parlamento para que diera algunas palabras de tranquilidad para el país
. Silencio total y de nuevo relegó la explicación en su ministro de Economía, Luis de Guindos, quien reconoció que la situación es de una gravedad y fragilidad extrema: En estos momentos, estamos viviendo una situación de volatilidad, de tensión. Esta semana es complicada por las elecciones griegas y evidentemente, el gobierno está consciente de esta situación”. Pero intentó calmar la tensión, al sostener que sabemos que tenemos el apoyo de todos nuestros socios de la unión monetaria, y ese es el mensaje fundamental. Un mensaje de unión que se va a reafirmar en la reunión del G-20
de la próxima semana en Los Cabos, Baja California.
Al ser entrevistado sobre los riesgos de que se mantenga la prima de riesgo a un nivel tan alto y los intereses de los bonos a 7 por ciento, De Guindos reconoció: No, no es sostenible en el tiempo, ya lo he dicho más veces. Estoy convencido de que iremos tomando medidas que irán reduciendo la prima en los próximos días y semanas. Tenemos una ruta desde el punto de vista de lo que es la política económica y las medidas que hay que tomar
.
Entre tanto, la agencia Reuters filtró parte de las conclusiones de las dos auditorías externas que se llevaron a cabo para conocer la situación real del sistema bancario español. El resultado fue aún peor a lo vaticinado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que estimó en 40 mil millones de euros las necesidades de liquidez de la banca. Según estas auditorías, las necesidades finales estarían entre 60 mil y 70 mil millones de euros, según las auditoras Roland Berger y Oliver Wyman.
Denuncian a Bankia
Desde el Movimiento 15M, surgido como fruto de la indignación colectiva ante los efectos devastadores de la crisis en la sociedad española, presentó una denuncia contra Rodrigo Rato, ex presidente de Bankia (el banco rescatado
con 23 mil 500 millones). La denuncia es particular y se hace en nombre de una decena de accionistas
de la entidad, que se han sentido estafados porque cuando les vendieron las acciones, les ocultaron las cuentas reales de la entidad. Los accionistas han sido completamente engañados. Digamos que hay empleados que desde dentro nos están señalando las dianas. Las cuentas vinieron ya mal desde la oficinas, pero el culpable es quien las firma, el consejo de administración
. La querella pretende llevar a Rato ante los tribunales por un presunto delito de falsedad en el folleto informativo de salida a bolsa, recogido en la reforma del Código Penal aprobada en junio de 2010 y tipificado en el artículo 282 bis, que contempla penas de cárcel para los empresarios que falseen cuentas para conseguir capitales
, señala el abogado Gerardo Yagüe.