Si Piñera dice que La prensa es “la artillería de la libertad de expresión”, pues ahora no se ha dado cuenta, mejor dicho, no lo sabe, qué es el periodismo.
Hoy por hoy leer un periódico chileno es como comprar un cancionero en la vía pública y cantar unas estrofas tipo: todo va bien… /muy bien, /mejor no puede ir…
Pero bueno, digo directamente que Piñera no será leyenda. No sabe que el oficio de la información es avisar, divulgar o notificar lo que ocurre en la sociedad y no lo que sucede alrededor de su mundo empresarial.
El día del periodismo honesto no existe, obvio, porque, bueno, es peligroso ser letal contra las mentiras de un estado o gobierno de turno. El monstruo de los monopolios de la prensa escrita y visual no sabe de verdades sino que teje noticias que logren llevar la mente de un lector a un lavabo que lleva en su agua un decreto que logra abolir toda interpretación de una realidad objetiva que atañe a una sociedad.
El periodismo que entiende el señor Piñera es aquel que dictamina el abuso y no la enunciación de un hecho verdadero.
En pocas palabras el oficio de periodismo no es buscar lo bueno para un gobierno de turno sino que denunciar lo malo que hace… La actualidad es puro bando…, mejor dicho epitafio del todo va mejor de antes.
En Chile, todos los que escribimos y leemos periódicos lo sabemos, no existe el: cuándo y en dónde. No hay un relato fiel a la verdad, tampoco amor y pasión por lo que informan.
Hablando en plata, el periodismo chileno no es adecuado a la verdad sino que se expresa al igual de un vocero de gobierno.
Eso no es periodismo… No se adapta a las necesidades de la información correcta, a la noticia honesta porque el impacto de acontecimiento podría ser lesivo para los monopolios enganchados en la modorra del silencio.
En fin, “la artillería de la libertad de expresión”cumple una orden, evitando buscar personajes, y, lo grave, que su punto de partida no es la investigación o búsqueda de datos serios sino que su tarea es despistar a los lectores. En periodismo puede ser cultural, deportivo, político, social, también económico… pero, bueno, sabemos que pedir verdades es como pedir que lluevan monedas.
Si el periodismo debe ser un espejo, en el cual se pueda ver toda la sociedad… hoy tal espejo lo han suprimido a golpes de artillería evaporando la libre expresión