Voceros de Pu Lof Mapu Xawun, Alianza Territorial Mapuche, manifestaron su indignación frente a la grave represión que está viviendo la comunidad Wente Winkul Mapu, considerando los hechos de ayer como de “enorme gravedad”.
Ello debido a que, como han informado diversos medios y los representantes de esa comunidad, una brutal entrada de la policia militar chilena en el sector dejó siete heridos, entre ellos dos menores de edad y un anciano sabio, junto con provocar alta tensión y temor entre los habitantes del lugar.
A pesar de que la funcionaria de gobierno encargada de los servicios de salud se esforzó en señalar que “las lesiones son de carácter leves”…”con balines de goma” y que los niños solo tendrían “erosiones por caídas” (como si hubiera estado en el momento del terror), los medios oficiales informa a esta hora que varios de los heridos debieron ser trasladados a hospitales de mayor complejidad para “intentar extraer la munición”. Curiosamente los mapuche, que debieron llegar al hospital por sus propios medios, fueron dados de alta en su mayoría, mientras que un carabinero que presentaba “dolor de cabeza” fue trasladado al Hospital de Temuco en helicóptero, tal como informó Radio Bio Bio. Las fotografías de los heridos muestran claramente las graves heridas con proyectiles esféricos de cerca de un cm. de diámetro, las que evidentemente no son creadas por balines de goma.
Daniel Melinao, vocero de Wente Winkul Mapu quien denunció el ataque, señaló que este tenía como objetivo formal arrestar al peñi Erik Montoya, el que se encuentra en estado grave, con convulsiones debido a las heridas de perdigones de acero y con su rostro está desfigurado por los golpes luego que le patearan la cara en el suelo. Para los mapuche es evidente que una vez más la política etnocida, conducida en el sector por el Fiscal Chamorro, utiliza supuestos casos judiciales para agredir a todo un pueblo.
A nombre de la Alianza Territorial Mapuche el werken Alberto Curamil señaló la indignación frente a estos hechos planteando que “es necesario recordar que mientras se reprime duramente y se descalifica la lucha por los derechos reconocidos por la legislación internacional, se anuncian al mismo tiempo supuestas devoluciones de tierras históricas de la nación mapuche y areas de desarrollo indígena que jamás han tenido relevancia ni siquiera en el rol asistencial y manipulador que poseen.” De acuerdo al werken, los mapuche analizan y concluyen que la deuda histórica y la urgencia de hacer justicia sigue creciendo en cada niño que llora y es maltratado en cada hombre herido en cada sabio anciano que es maltratado. También les llama la atención que los actores que dirigen el país como Sebastián Piñera y su funcionario regional Molina, junto a los papagayos que repiten su vacío discurso en cada esquina, amenazan por un lado a los movilizados con sus montajes judiciales y por otro preparan diversos show y “mesitas comunales de diálogo”, para hacer pensar que están trabajando por la Nación Mapuche, como es el caso de un engendro ausente de toda ética mapuche llamado Enama, donde los reunidos se hacen venias del mejor modo cortesano e intentan hacer pensar a los desinformados que el pueblo está allí. Curamil planteó además la preocupación mapuche respecto a la presencia de algunas personas mapuche que, aun conscientes de la manipulación en la que se encuentran, avalan con su presencia estos instrumentos de confusión y dominación. El análisis mapuche recuerda además que la demanda histórica de la nación mapuche no son las Areas de Desarrollo de papel (concepto que fue impuesto por los legisladores chilenos para reemplazar al de territorio mapuche en el Anteproyecto de la Ley 19.253), no es llegar a acuerdos aparentes de desmilitarización momentánea, sino la devolución del territorio y la soberanía de la Nación Mapuche. Según los mapuche, la reflexió actual señala que para ello debe autoconvocarse cada comunidad comprometida con el futuro, para movilizarse, siendo legítimas todas las formas que utilice para encontrar su propio camino de liberación y solidaridad con los que hoy y antes han sido reprimidos.