Noviembre 24, 2024

¿Una defensa a la religión?

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jean-f1No es ningún secreto el que la Iglesia Católica se encuentre sumergida –hasta las narices- en una de las crisis tal vez más grandes que ha padecido desde la época de Martín Lutero, aquel encomiable alemán que se revelara contra la mojigatería de una institución demasiado viciosa y ladina. Basta asistir a cualquier iglesia católica: más que templos en honor al “todopoderoso”, estos edificios parecen galpones lujosos repletos de todo el viejerío y el rococó del barrio ¿Qué piensa del Cura el ciudadano común? O es pedófilo o abusador, Ecce Hommo

 

 

Es una fortuna que en países como Chile se vayan revelando las atrocidades escondidas bajo las sotanas de los curas. Aquel lugar donde se supone que no entraba el diablo se ha transformado de pronto en uno de los ejes fundamentales de la concupiscencia. Resulta que Cura-Pedófilo es uno de los binomios más conocidos y discutidos por la gran masa local –y desde hace décadas, internacional- y ya no son pocos quienes desconfían de esos seres iluminados por el de arriba pero que terminan rindiendo justo tributo al de abajo (literalmente). Esto sin duda constituye una desgracia para ciertos religiosos de índole auténticamente noble, pues por culpa de todo el grupete de calientes que atiborra a la iglesia católica, los buenos de espíritu deben esconder la cabeza bajo el suelo a la usanza de los avestruces…

Es bueno, repito, que se vayan descubriendo las inmundicias perpetradas por los Curas, porque así al menos la Iglesia Católica lo pensará dos veces antes de andar abriendo el hocico en materias que conciernen directamente al pueblo judío, evangélico, budista, testigo de Jehová, místico, ateo, mormón y agnóstico de Chile. Durante décadas hemos debido soportar la estupidez católica en cuestiones como la píldora del día después, el aborto, el divorcio, los matrimonios entre seres humanos y la redondez del planeta tierra. Sólo un grupo de caraduras (o Cara-dimas) puede andar por allí condenando a las asesinas que deciden tomar la píldora y al mismo tiempo esconder violaciones sexuales y abusos deshonestos materializados por curas católicos. Si a esto sumamos a toda la cohorte de fachos que hasta el día de hoy repiten las encíclicas de Pinochet enfundados en sotanas y mancuernillas de oro, el Catolicismo se hace aún más insoportable, ¡inadmisible!

¿La iglesia católica es sinónimo de religión?

Estos escenarios de crisis dan pie para todo: desde el jolgorio popular y los soponcios opus dei, hasta la supina ignorancia de una amplia mayoría. Por ejemplo, hace algunos días un amigo me decía que “Marx tenía razón, la religión es el opio del pueblo” “¿Y qué tiene que ver la religión con Karadima?” pensaba yo. Absolutamente nada. Es realmente lamentable que los llamados “críticos de la religión” (a menudo de Blog o Twitter) crean que por el mero hecho de haber pedofilia hasta en la médula de la iglesia católica, ello signifique que todos quienes profesen una determinada fe deban ser vistos como buhoneros y mequetrefes. Sólo apegándome al Cristianismo, creo que Dios no tiene absolutamente nada que ver con los delitos de índole sexual cometidos por religiosos católicos ¿El abuso sexual es la prueba fehaciente de la inexistencia de Dios? Por ningún motivo. Sin embargo, creo que Nietzsche tenía razón después de todo: Dios ha muerto ¿En qué sentido? En el sentido de que el ídolo construido por el populacho es destruido hipso facto y reemplazado por otra cosa. Pienso que quien se desencanta de Dios tras conocer las porquerías escondidas en los fastuosos salones del Vaticano sencillamente jamás tuvo fe. Y en este sentido, es quizá bueno abandonar la creencia en el Ser superior en tanto se desengañe uno de la iglesia católica: una cuota de poder menos para esta empresa mega-capitalista siempre es bienvenida.

Pero también sostengo que Dios no tiene nada que ver en estas materias, y lo digo puesto que el libre disfrute de la religión (la que uno estime conveniente para las necesidades espirituales personales) es un derecho que se enmarca en los Derechos Humanos Económicos, Sociales y Culturales. Fin de la historia. Sencillamente encuentro delirante el afán de tomar a Marx como el manual de estilo para analizar cualquier religiosidad, como si el ocaso de la iglesia católica necesariamente debiera producir el efecto dominó sobre todas las religiones del planeta. Por lo demás, cualquiera sabe que la crítica marxista a la religión es bastante pobretona, además de eurocentrista e incapaz de abarcar las problemáticas espirituales y religiosas de nuestro tiempo. Ni siquiera vale la pena mencionar el retorno al fanatismo religioso de los ex estados soviéticos, ni la idolatría a la muerte y el vudú en Cuba. En este sentido, creo que apuntar los dardos a las profundas creencias religiosas del pueblo, como si éste tuviera culpa alguna de las atrocidades perpetradas, perpetuadas y celosamente escondidas por la iglesia católica, constituye una torpeza intelectual de marca mayor. Por supuesto que la mojigatería local aporta elementos contundentes para meter religiosidad y catolicismo en el mismo saco: basta recordar a la ex alta funcionaria derechista, la del sueldo reguleque, y su profundo análisis sobre el cura Karadima, quien según ella se encontraba “poseído por el demonio”, el devorador de almas…

No debería causar sorpresa las noticias que nos llegan sobre la presencia de pedofilia en la iglesia católica. Después de todo, esta institución desde sus comienzos se ha presentado como una partner de las casas reales de Europa a partir del mismísimo concilio de Nicea, como una colmena de vicios y concupiscencia y como una institución “piadosa” que bautizaba a los esclavos antes de enviarlos a morir en las casas de los latifundistas de América. Sin embargo, se encuentra regocijo en el desprecio popular hacia una empresa multimillonaria que opina sobre todas las materias de la agenda pública en Chile, de ahí que no pocos sonreímos cuando nos llegan noticias sobre curas depredadores sexuales (en tanto la noticia es conocida y no por la naturaleza del delito en sí mismo), pues esto se traduce en una pérdida de poder Católico. Algo que en Europa se está haciendo bastante frecuente es acudir a la iglesia Católica y desbautizarse. Este trámite tiene como fin restarle poder a la iglesia pues a menudo “las cifras de católicos” del mundo vienen dadas por los registros que el Catolicismo maneja en sus archivos de “salvos”. Es bueno hacer esto, pues al fin y al cabo, el dogma indica que el bautismo es eterno: buena noticia para los que aún dudan sobre la naturaleza del más allá…

anibal.venegas@gmail.com  

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