Su rechazo a la idea gubernamental de una “Súper Carretera Eléctrica” y su propuesta de un modelo de “Generación Distribuida”, expresaron hoy organizaciones que han liderado la lucha contra la construcción de megarepresas en la Patagonia y que integran Democracia para Chile.
Según Luis Mariano Rendón, coordinador del Movimiento “Acción Ecológica”, la súper carretera implica profundizar el modelo centralizador, depredador, ineficiente y vulnerable representado por el actual Sistema interconectado Central. El dirigente ecologista señaló que no podían estar de acuerdo con que se depreden territorios como el de la Patagonia, para luego transmitir la energía a miles de kms de distancia, con importantes pérdidas por transmisión y con toda la vulnerabilidad q un sólo gran sistema nacional significa, para que, por ejemplo, Anglo American disponga de energía barata en la zona central para llevarse el cobre.
Rendón explicó que en lugar de la súper carretera, lo que las organizaciones ecologistas proponemos es el modelo de la “Generación Distribuida”, que en pocas palabras, consiste en generar la energía lo más cercanamente posible a los lugares de consumo, generalmente mediante proyectos de mediana y pequeña escala, enlazando a generadores y consumidores en Redes Regionales con crecientes grados de autosuficiencia. “Ese es el paradigma distinto hacia el que pensamos Chile debe encaminarse, paradigma que va de la mano con la descentralización política del poder, de manera que sean las comunidades regionales las que decidan qué proyectos están dispuestos a aprobar para generar la cantidad sensata de energía que requieran a fin de darle una vida buena a sus habitantes”; concluyó.
Por su parte, Rosario Carvajal, Presidenta de la Asociación de Zonas y Barrios Patrimoniales, afirmó que el desafío que tiene Chile es avanzar hacia una política energética que efectivamente recoja los grandes consensos nacionales. “Sin duda la política elaborada por un equipo de expertos designados por el Gobierno y ligados a los monopolios de la energía, no está ni cerca de recoger los grandes consensos nacionales, pues entre otras cosas, insiste con la destrucción de la Patagonia mediante la construcción de megacentrales. Necesitamos un debate nacional, al cual las organizaciones ciudadanas desde ya estamos haciendo nuestros aportes, y necesitamos una institucionalidad efectivamente democrática para procesar ese debate. Por cierto que el Congreso Nacional, deforme gracias al sistema electoral binominal, no reúne las condiciones de representatividad que le permitan procesar este debate. Una nueva política energética para Chile debe ser fruto también de una nueva institucionalidad democrática. Esperamos que el Gobierno lo entienda y abra paso a estos cambios. Pero si necesita que la ciudadanía le demuestre que sus políticas no son de consenso en la ciudadanía, deberemos hacerlo nuevamente”, afirmó.