Ametralladoras, dispositivos de vigilancia de alta tecnología y agentes de seguridad por todos lados; ese es el panorama que se ve en el hotel Westfields Marriott en Chantilly, Virginia, a pocas horas de la inauguración de la cumbre anual a puertas cerradas del Club Bilderberg que, según se cree, tiene las riendas del poder global.
Este año se espera la llegada de una cantidad récord de activistas. Más de 1.000 personas han expresado su deseo de asistir a la protesta.
Debido a este hecho, este año el Club Bilderberg ha reforzado las medidas de seguridad y ha hecho todo lo posible para ‘limpiar el terreno’ y evitar incidentes. Así, la administración del hotel anuló las reservas que los clientes habían hecho para dos días antes del inicio del foro. A los huéspedes que ya estaban alojados en Westfields Marriott, les enviaron cartas exigiéndoles dejar las habitaciones antes del mediodía de este jueves.
Algunos de los periodistas que llegaron al lugar antes del comienzo de la cumbre y fueron testigos de los minuciosos preparativos para recibir a las personalidades más poderosas del mundo, dicen haber escuchado las conversaciones de algunos agentes de seguridad que discutían las peculiaridades de los dispositivos electrónicos con tecnología satelital usados para tapar la señal de los móviles de algunos activistas y periodistas.
Asimismo, cuentan que los organizadores del evento graban a todos los huéspedes del hotel con teléfonos móviles y el servicio de seguridad revisa escrupulosamente los documentos de los periodistas y los huéspedes regulares.
La cumbre durará hasta el 3 de junio.