Diciembre 27, 2024

En la medida de lo posible

aylwinypinochet

aylwinypinochetLuchad y puede que murais. Huid y vivireís. Un tiempo al menos. Y al morir en vuestro lecho, dentro de muchos años, ¿no estaréis dispuestos a cambiar todos los días desde hoy, por una oportunidad, solo una oportunidad de volver aquí a matar a vuestros enemigos? Puede que nos quiten la vida, pero jamás nos quitarán ¡¡LA LIBERTAD!!” (Arenga de Williams Wallace)


 

Ayer leí la entrevista que el ex presidente de Chile, Sr. Patricio Aylwin dio al diario El País. Fue leerla y llenarme de rabia, leerla y morderme la lengua, leerla y llorar de vergüenza e indignación. No sé cuál será la razón por la que muchos después de sentarse en algún sillón de poder pierden toda autocrítica y hasta perspectiva histórica y empiezan a creer que están sobre el bien y el mal, no por nada los antiguos romanos se encargaban de recitar al oído de los guerreros que entraban victoriosos a la ciudad “recuerda que eres mortal, recuerda que eres mortal, recuerda que eres mortal” claro, es porque tal parece que el poder obnubila.


Mucho paño hay que cortar sobre lo que pasó, lo que dicen que pasó lo que hicieron unos y otros en el gobierno de la Unidad Popular o si fue bueno o malo el gobierno, pero convengamos en que hay algunas verdades irrefutables, le guste a quien le guste y le disguste a quien le disguste:


1.- El Gobierno del Presidente Salvador Allende  Gossens fue legítima y democráticamente elegido.

2.- El Gobierno del Presidente Salvador Allende Gossens terminó abruptamente debido a un golpe de Estado.

3.- Luego del golpe de estado hubo 17 largos años de Dictadura.


Soy de las personas que creyó que habíamos ganado en el plebiscito de 1988, grité eufórica de alegría en las celebraciones del triunfo del No. Yo creí que era la manera pacífica de arreglar el problema  y a pesar de todo (ese a pesar de todo da para otro artículo) voté por Aylwin porque confiaba que los líderes de la oposición al Dictador compartían la idea de país que esperábamos y estaban en contra no solo de Pinochet, si no de todo el modelo que él representaba. Yo defendía la vía pacífica para sacar al dictador.


Aylwin con su célebre frase “En la Medida de lo Posible” comenzó a  enterrar la alegría que pensábamos había llegado, esa por la que tantos murieron, por la que tantos sufrieron, por la que a tantos se les rompió la vida.  Yo también fui de aquellas personas que defendió la frasecita pensando que era necesario un gobierno de transición, Pero uno pues oiga!! No todos los gobiernos de la Concertación.


A medida que fue pasando el tiempo empecé a sentir una incomodidad en la que no quería reparar, porque es duro aceptar que una se ha equivocado. ¡Cuanta ingenuidad derroché en aquellos tiempos!


Cuando miro hacia atrás siento tristeza e impotencia. Los gobiernos de la Concertación gobernaron en la medida de lo posible, y eso significó tranzar todo por lo que tanto luchamos. El modelo económico, educacional, de salud, etc no tuvieron grandes cambios, al contrario, se profundizó el modelo. Crecimos económicamente, ¿crecimos? Más bien algunos (los de siempre) crecieron, y muchos se quedaron mirando. La protección social se transformó en asistencialismo puro, y empezamos a confundir caridad con justicia. Para qué hablar de la justicia en el tema de crímenes cometidos en dictadura.


Hoy miro nuestra sociedad y francamente no veo como volver atrás, el modelo neoliberal ha permeado todas nuestras actividades colectivas e individuales, y ahora sí que es difícil reformar lo establecido, porque los cambios necesarios y de justicia son absolutamente radicales, cuando podíamos no se hizo, ¿por qué?, ¿para cuidar qué?. Por temor, por cobardía, por proteger intereses personales, por evitar un nuevo golpe de estado… por la razón que sea, a la luz de la historia hoy miro el gobierno de Aylwin, su frase pusilánime “En la Medida de lo Posible” y recuerdo la arenga de William Wallace en la película Corazón Valiente. Pienso en lo perdido, en lo tranzado, en lo claudicado por gobernar en la medida de lo posible… pienso en lo violenta que es la brecha entre ricos y pobres en este país, en lo violento que es nuestro sistema educativo discriminador y clasista, en lo violento que es nuestro sistema de salud discriminador y clasista, en lo violenta que es una sociedad con valores neoliberales en los que se están criando nuestros hijos. ¡Eso sí que es violento!


Con todo, miro atrás y me digo, don Pato, ¿porqué no se quedó calladito mejor? Usted con sus declaraciones removió tremendas heridas y recuerdos de tejado de vidrio. ¿Por qué no se quedó callado?, mire que hay hartos que al mirar atrás ya no lo apoyaríamos, somos muchos los que pecamos de ingenuos, somos muchos los que estariamos dispuestos a cambiar todos los días desde hoy, por una oportunidad, solo una oportunidad de volver atrás la historia y dar la vida por no claudicar nuestros ideales. Y que nos  quiten la vida, pero que jamás nos quiten ¡¡LA LIBERTAD!!”

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