Madrid.- La economía española entró en recesión en el primer trimestre de 2012, al registrar una caída del 0,4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), confirmó hoy aquí el Banco de España.
En su más reciente boletín económico mensual, la entidad central anticipó que la tasa trimestral del PIB retrocedió un 0,4 por ciento entre enero y marzo del actual ejercicio, descenso que amplifica en una décima el anotado en los últimos tres meses de 2011. La entrada de un país en recesión, de la cual España salió a principios de 2010, se define técnicamente por dos trimestres consecutivos de decrecimiento.
Respecto al primer trimestre del año pasado, el PIB se contrajo 0,5 puntos porcentuales, con lo que pone fin a siete trimestres consecutivos de subidas interanuales, según la institución supervisora.
Precisó que en ese comportamiento influyó una continuada caída de la demanda nacional y una menor aportación al crecimiento del sector exterior.
La contribución negativa del consumo y la inversión provocó que la demanda interna disminuyera 0,9 por ciento en términos trimestrales.
Por su parte, el sector exterior mantuvo su contribución positiva al PIB, aunque fue algo menor a la del trimestre precedente, pues pasó de 0,9 a 0,6 puntos porcentuales, lo que se debió a un ligero desplome de las exportaciones.
De acuerdo con la fuente, las ventas al exterior crecieron a un ritmo del tres por ciento, la mitad del observado a finales de 2011, lo cual se enmarca en un contexto de desaceleración de los mercados mundiales.
Esa debilidad de la demanda interna se reflejó, además, en las importaciones, que bajaron a una tasa cercana al 7,5 por ciento trimestral, con la única excepción de los bienes de consumo duradero, en particular los automóviles.
En cuanto al empleo, los expertos del organismo supervisor del sector financiero calculan que la pérdida anual de puestos de trabajo se situará en el cuatro por ciento, frente al 3,3 por ciento del cuarto trimestre de 2011.
Estas estimaciones del organismo serán validadas dentro de una semana por el Instituto Nacional de Estadística.
Luego de un débil crecimiento en 2011, de 0,7 por ciento, el gobierno conservador de Mariano Rajoy prevé un retroceso del 1,7 por ciento del PIB en el conjunto de 2012.