Se dice que el movimiento social no fue capaz de crear – cómo efectivamente ocurrió en otros países-, su propio instrumento electoral para disputar el poder (1) ; es una gran verdad que constatamos con dolor. Efectivamente, la Izquierda genuina, o lo que quedó de la izquierda extraparlamentaria, o del heroico Juntos Podemos, terminó por capitular frente a la maquinaria electoral de la Concertación , que ahora cuenta con su aliado estrella, el PC.
Al parecer, la tesis de dos pasos adelante & uno atrás, consiste en hacer mérito ante el bloque llamado Concertación, la colaboración tácita o pacto por omisión potenciaría con ese 9.12% obtenido en las pasadas elecciones la opción de ganar algunas alcaldías que se perdieron estrechamente frente al otro bloque hegemónico, llamado Alianza por Chile
De modo que estos aliados condicionales ( el PC ) y los incondicionales tales como El Maiz y otros grupos u orgánicas que no reúnen la calidad de partido político han decidido renunciar a la opción de presentar candidatos a alcaldes para favorecer la opción concertacionista; los primeros a través de un pacto formal llevado a cabo con su referente, la Concertación , y los segundos, por razones de inconsistencia orgánica, incapaces de cumplir con los requisitos que les exige la ley electoral, también han declinado llevar listas independientes y se han sometido finalmente a la lógica del PC asociándose a él.
Es desolador constatar, que este trance, tan favorable para el pueblo de Chile, que tenía un escenario electoral “limpio”, no binominal, a pesar de su contaminación inevitable, pero no binominal al fin, se haya desperdiciado tan miserablemente.
Consideremos que el movimiento estudiantil y social había marcado su máxima expresión. Consideremos además, que el universo de electores aumentaba significativamente con la inscripción automática, millones de jóvenes con la opción de elegir en su mano. Consideremos que era la gran oportunidad de salir a conversar con esos jóvenes, que por lo demás, según las encuestas, repudian, tal como todo el pueblo de Chile, al gobierno y sus partidos, y en mayor medida a la Concertación.
Es efectivamente contraproducente constatar, que desde los sectores políticos tradicionalmente marginados se les “preste ropa” a sus verdugos, a sus alicaídos operadores que ya no cuentan con el poder, que no tienen nada que ofrecer excepto promesas.
Es enteramente incomprensible que se le practique respiración boca a boca a un cadáver, al cadáver de la Concertación.
Bastaba en mi opinión, participar en esta contienda electoral, llevando candidatos a concejales, y por supuesto a Alcaldes, ocupando la plataforma de algún partido decente y que esté a la altura del momento, dispuesto a ceder sus cupos incondicionalmente a los representantes sociales y estudiantiles, o si fuera necesario, conseguir las firmas pertinentes aún con el riesgo de no obtenerlas. Bastaba con parar una lista que se llamara: EDUCACIÖN GRATIS. Bastaba con hacer la prueba.
Bastaba aprender de las lecciones que dejó la última elección presidencial. El éxito de M E-O, consistió en aguarle la fiesta a la Concertación. Es eso lo que esperábamos, aguarle la fiesta a los que siempre han actuado sobre-seguro, sabiendo que al final de cuentas ser les apoyaría. Era el momento de golpearlos.
Me gustaría votar en las próximas elecciones municipales, me gustaría ver alternativas. Me duele el repliegue incondicional.
René Dintrans
Notas: (1) Editorial de Punto Final/ año 46 nº755