Según un balance difundido este domingo por la cadena árabe Al Jazeera, que cita fuentes médicas, al menos 200 personas han muerto en Libia en los cuatro últimos días de protestas antigubernamentales sólo en la ciudad de Bengasi, la segunda más importante del país. El gobierno libio prohíbe la entrada al país de la prensa extranjera, por lo que estas informaciones no se han podido confirmar.
El diario libio Quryna daba cuenta el sábado de 24 muertos en Bengasi abatidos cuando intentaban asaltar comisarías y un cuartel. Por su parte, Amnistía Internacional ha asegurado que la mayoría de las víctimas habían sido alcanzadas por disparos en la cabeza y el pecho.
La agencia del Reino Unido Reuters cita testigos de la ciudad de Bengasi que afirman que cuerpos armados retrocedieron el sábado a una zona residencial fortificada en el centro de la ciudad, desde cuyos edificios supuestamente estaban disparando a la gente que volvía a sus casas tras participar en las protestas por las víctimas de días anteriores. En un hospital de la localidad, un médico confirmó a la agencia que las víctimas tenían numerosas heridas producidas por rifles de alta velocidad.
Según indica la cadena londinense BBC, otra ciudad, Al Bayda, está fuera del control gubernamental. Sin embargo no hay informaciones de movilizaciones en la capital, Trípoli.
Los recuentos de víctimas son tan difíciles de verificar como la autenticidad de las supuestas imágenes de los disturbios que han sido difundidas en internet en las últimas horas, por el impedimento a la prensa extranjera de cubrir la revuelta en el noreste del país, donde las protestas han cobrado mayor intensidad.
Decenas de edificios gubernamentales han sido saqueados en ciudades como Al Baida o Bengasi. En la primera, según la versión de las autoridades libias, un grupo de extremistas islámicos ha tomado como rehenes a policías y ciudadanos y amenaza con ejecutarlos si las fuerzas de seguridad no abandonan el asedio al que han sometido a la ciudad.
Según ha informado la agencia oficial JANA las autoridades libias han detenido a decenas de miembros árabes de una “red extranjera” que pretendían desestabilizar el país
Las detenciones se llevaron a cabo en varias ciudadades libias y según ha indicao el reporte de JANA estaban “entrenados para dañar la estabilidad de Libia, la seguridad de sus ciudadanos y la unidad nacional”.
Las fuentes próximas a la investigación, citadas por la agencia de información estatal, han señalado que el grupo está integrado por tunecinos, egipcios, sudaneses, palestinos, sirios y turcos.
Todos ellos han sido “acusados de incitar a actos de saqueo y sabotaje como la quema de hospitales, bancos, tribunales, prisiones, comisarías y oficinas de la Policía militar, así como edificios públicos y propiedades privadas, según planes preparados de antemano”, precisa el medio oficial.
Tras reportar que “algunas ciudades libias han sido escenario de actos de sabotaje y destrucción desde el martes“, JANA indica que los sospechosos buscaban “tomar las armas de las comisarías y la Policía militar y usarlas”. “Fuentes próximas a la investigación no descartan que Israel esté detrás de la red”, afirma la agencia.
Libia junto con Bahréin, Argelia y Yemen viven intensas protestas antigubernamentales inspiradas por las revoluciones de Túnez y Egipto que culminaron con la renuncia de los respectivos mandatarios.