Noviembre 23, 2024

Es la hora de la nueva izquierda….ahora

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marchacut_1Los viejos y también algún nuevo pedazo recién llegado, intentan hacer (re) flotar la Concertación, haciendo correr la voz que ahora se trata… todos contra la derecha. Nada más democrático y amplio que la nueva izquierda en estos tiempos.

 

Los tiempos actuales no son los mismos de aquel periodo en que miles tuvieron que ir a votar con el estómago apretado y un pésimo gusto en la boca. No hay duda que la derecha nunca debió llegar a La Moneda. Los resultados de los beneficios económicos, las millonarias ganancias del sector social del piñerismo/UDI/RN son impecables. Los empresarios y sus ambiciones junto al presidente son formidables, un país a repartirse en saldos y liquidación… permanente.


La correcta salida a las calles del Chile postergado y pobre, dejó en evidencia el ocultamiento de una verdad enorme, el atraso del Chile/país, el subdesarrollo eterno de los derechos fundamentales, siempre los mismos. El camino que siguió construyendo y pavimentando la concertación para unos cuantos, esos, los dueños de la patria. La calle fue ocupada sencillamente para pedir que el olvido no se haga eterno, que los dineros sean mejor repartidos y que la educación se ponga a la altura de los tiempos actuales para las zonas más alejadas, que la salud sea y esté más cercana. La calle sale con sus banderas, con sus voceros, discuten entre ellos y son ellos mismos los que negocian, no van a buscar a ningún hijo del binominal. Lo hacen desde las esquinas de sus ciudades muy lejanas de La Moneda S.A.


Y la calle muestra los tiempos de la historia reciente. Veinte años gobernando para ponerse a los pies de la burguesía, esos, las familias más ricas, administrando para las empresas extranjeras, para las santas alianzas entre burgueses, y en ese oficio se sacrifica al país concreto, se golpea a los ciudadanos, que son finalmente los que más aportan al dinero público.


No es aceptable el tufillo eso de que todos…. contra la derecha.


La clase política que habita en la oposición en los tiempos actuales, mira detenidamente todo lo sucedido desde el día de la llegada de sus primos hermanos de UDI/RN a La Moneda, sin hacer nada, sin saber qué hacer siendo opositores. Se quedó quieta, sabía que volvería a jugar la misma carta que el 2006, y para que así suceda se confabularon socialistas y demócrata cristianos, invitaron a los comunistas y esperan que pase el tiempo para que llegue desde algún lugar la salvadora, la luz del final del túnel, y claro, en esa espera está también el empresariado, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y todos los beneficiarios de los TLC, digamos….los grandes, los Forbes.


Los pedazos concertacionistas flotan buscando angustiados qué hacer en un país que llegó a niveles de indignación pura y dura. No se trata ahora de ser tan cándidos y acertar un programa extremadamente amplio que no lleve a nada, a ningún lugar como así ha sucedido. Los que crean que en algún momento bastará un llamado para votar por el mal menor…. están equivocados.


La izquierda tradicional antigua debe saber desde ahora, que los pasos ya no son iguales, que se transita por veredas diferentes, que los proyectos políticos y las aspiraciones sociales no están por el lado de la socialdemocracia. La izquierda tradicional antigua no puede pensar que las expresiones callejeras serán la fuerza que se necesita para sacar/ganar a la derecha. La calle pide que se repartan de mejor forma los recursos del Estado, un nuevo modelo educativo y en eso al parecer la izquierda tradicional antigua no está. Es mucho más importante hacer flotar el aparato tradicional antiguo.


Sacar/llegar a La Moneda es iniciar un país de nuevo, reconstruirlo en todos sus aspectos, juntar todos los pedazos que entregaron los militares antipatriotas a la burguesía, y que la concertación juró no hacer nada para cambiarlo. Un Chile/país dueño de sus recursos naturales. Son evidentes los pactos que se firmaron al constatar los millones de beneficios que los concertacionistas y las Fuerzas Armadas acordaron no tocar. Ese enorme raudal de ganancias, esa danza de millones diarios para bancos, financieras, Isapres, aseguradoras, empresas mineras…y los que no nombro.


Chile, un país con sed, donde el agua no es de todos…. los chilenos.


La calle demostró que la memoria se mantiene viva y lo seguirá haciendo. Los trabajadores hablaron de la capacidad creadora del hombre, de su voluntad para las transformaciones, que su origen de clase está vivo y no es endosable ni transferible. Podrá la izquierda tradicional antigua firmar cheques a fecha de sus inquilinos, pero los que no lo son, trabajarán para perfilar alternativas de poder, caminos más lentos, pero sostenidos, consecuentes, más cercanos a las amplias mayorías…. más dignos finalmente.


Los historiadores coinciden en hacer evidentes estos pasos parecidos a otros tiempos no muy lejos en la memoria y que aun se recuerdan. Se hacen ostensibles las diferencias para ver los mecanismos de intervención, y la manera de entender las manifestaciones, pero especialmente las políticas de alianzas.


Chile, un país que necesita construirse en… Igualdad

La nueva izquierda joven, rebelde e indignada se construye en la calle, en silencio, sin encargados del partido. Las nuevas propuestas están muy lejos de las órdenes de los dirigentes del Comité Central. La calle guarda el agua para su propio molino, para sus candidatos y también para EL candidato…. cuando llegue la hora.

Todos contra la derecha, pero pensado en un Chile…diferente

Se construye en estos tiempos una nueva izquierda/progresista/libertaria/democrática, destinada a ser y convertirse en el pilar para existir como una justa y correcta alternativa de poder, que tiene la capacidad, la voluntad y todo el peso histórico para asumir la tarea de sentar los pilares de proyectos de sociedad muy distantes de la que intentan perfilar bajo matices de un escondido servilismo de clase.

La calle y sus apuros son los que van señalando cuáles son las razones para construir un programa para el Chile/país. La calle piensa y tiene toda la voluntad de cambio, los esfuerzos por discutir sobre educación, recursos naturales, energías renovables, la defensa del agua para todos los chilenos. Las pancartas de la calle…allí están.

No son muchas las fotos de binominales entre los manifestantes, asunto que debe alegrar. Es de público conocimiento que TODOS se mueren de ganas por estar al lado de los dirigentes sociales, cómo les gustaría una foto junto a quien logra poner de pie una población entera para pedir algo sencillo, mejores condiciones de vida.

Todos contra la derecha….pero dignos y con memoria

Haciendo una lectura sencilla, podría entenderse este llamado. Se comprende que el bloque UDI/RN demostró lo que siempre se ha sostenido, la derecha gobierna para responder a los intereses de clase, para dar respuestas económicas favorables a sus aliados, para que se hagan notar algunos en la revista Forbes.

Pero de todos contra la derecha así, sin decir nada, como si se tratara de una frase sin contenido no es posible. No se trata de que ahora en vista de lo mal que lo hace la derecha, todos justos a darles palo. El todos contra la derecha AHORA NO ES GRATIS, en dos años chilenos organizados al margen de los clásicos partidos, salieron a la calle y demostraron que se puede poner en jaque al gobierno. Durante los periodos de la concertación solo se ofrecían mesas de diálogos….puro viento malo

La calle debe poner atención. Todos contra la derecha es una verdad enorme, pero el esfuerzo callejero, todos los pasos dados, no puede ser gratis. La calle deberá y llevará sus propios candidatos y también SU candidato cuando sea la hora y el tiempo JUSTO.

Hay que dar los pasos para construir una plataforma amplia, justa, nacional y patriota. Un listado de asuntos urgentes para alcanzar la victoria. El país necesita un gobierno diferente, vientos nuevos, donde estén todos y cada chileno, todos respetados dispuestos a ser los constructores de un modelo a escala humana.

No hay que ir a buscar muy lejos el país que se necesita, basta leer las pancartas, entender las palabras y aprender de los pasos dignos en la historia reciente.

Todos contra la derecha, suena fácil, justo, histórico, consecuente, entretenido, digamos alegre, pero ese camino no se puede recorrer junto a los guardianes del modelo y el nuevo inquilino. Ellos no harán nada por cambiar lo que se hace urgente cambiar, así que hay que apostar a la construcción de fuerza propia, candidatos propios y esa enorme

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