Los principales sindicatos de Portugal realizan este jueves una huelga general con alta incidencia en el trasporte público, para rechazar las medidas de ajuste aplicadas por el Gobierno conservador e impuestas por la Unión Europea (UE) a cambio de una “ayuda” financiera internacional de aproximadamente 102 mil millones de dólares.
La huelga, la primera de este año fue convocada por la Conferencia General de Trabajadores Portugueses (CGTP), la mayor central obrera lusa. Su líder, Armenio Carlos, explicó que el objetivo es “protestar en contra de las medidas de austeridad”.
Carlos informó que también están previstas manifestaciones y concentraciones en las principales ciudades portuguesas durante la tarde de este 22 de marzo.
En Lisboa (capital) el metro y el transporte fluvial, que unen las dos orillas del río Tajo, amanecieron totalmente paralizados y según la prensa local, no debería funcionar en toda la jornada, mientras que el transporte aéreo, en cambio, no presentó aviso de huelga.
Escuelas, hospitales, tribunales, administraciones, correos, bibliotecas, museos y los servicios de recogida de basura también se sumaron a la protesta.
A diferencia de la realizada el pasado 24 de noviembre, la huelga de este jueves, segunda que afronta el primer ministro Pedro Passos Coelho, no fue secundada por la Unión General de Trabajadores (UGT), el otro gran sindicato portugués.
El detonante del paro general es la reforma laboral aprobada en enero último, tras un pacto suscrito por la patronal, la UGT y el ejecutivo de Passos Coelho, en el poder desde junio de 2011.
Después de varias semanas de negociación, los tres agentes sociales acordaron las bases de una nueva regulación del mercado de trabajo que abarata y facilita el despido y recorta los costos laborales, a lo cual se opuso de manera férrea la CGTP.
El Gobierno conservador había anunciado meses antes la retirada de las pagas extras de funcionarios y pensionados, subió hasta el 23 por ciento el impuesto sobre el valor agregado en muchos productos, incluido algunos alimentos y ordenó cobrar las visitas a los médicos.
Portugal se convirtió en mayo de 2011 en el tercer país de la Eurozona después de Grecia e Irlanda en recibir un “rescate” de la UE y del Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar su deuda, estimada en 160 mil millones de euros (210 mil 656 millones de dólares) a fines de 2010.