Un nuevo revés sufrieron las organizaciones civiles que se oponen a la construcción de la mega central termoeléctrica Castilla. Este miércoles el seremi de Salud de Atacama, Nicolás Baeza, ratificó la calificación ambiental del proyecto como “molesto”.
La iniciativa energética fue sometida a evaluación, por primera vez, durante el gobierno de Michelle Bachelet. En ese periodo la seremi de Salud, Pilar Merino, clasificó al emprendimiento como “contaminante”, lo que impedía su tramitación ambiental.
Posteriormente, su sucesor en el cargo, Raúl Martínez modificó la calificación “molesta”. Este cambio fue considerado por
Sin embargo, la resolución de la justicia dejó un espacio para que las autoridades mantuvieran o alteraran la rotulación. Y después de todo, la acción judicial también perdió fuerza esta semana cuando la familia Domínguez – principal detractora del proyecto – llegó a un acuerdo económico con MPX porque todos los recursos presentados fueron patrocinados, precisamente, por los Domínguez.
Con esto, la iniciativa del magnate brasileño Eike Batista podrá volver a ser votado por
La ratificación de la calificación ambiental, que daría luz verde a la tramitación de la termoeléctrica, se da justo un día después de que
Por lo mismo, Rosa Rojas, coordinadora del Movimiento de Defensa del Medio Ambiente (Modema) cuestionó la resolución de la autoridad regional y aseguró que va a implicar “un perjuicio horrendo para el país y cuando se vean los resultados ya va a ser muy tarde”.
La ambientalista subrayó además que ninguno de estos emprendimientos va a beneficiar a la población, ya que todo está destinado a la actividad económica de las distintas empresas.
“Las compañías están coludidas. En el sur se extrae carbón para que Castilla pueda generar la energía que será utilizada por las mineras. Aquí quien manda es el empresariado ni siquiera el Gobierno y eso es gravísimo porque se está sobreponiendo el factor económico por sobre el social”, afirmó.
Rojas recordó que la aplicación de este sistema sólo beneficia la monoproducción en Chile que, además, deja una gran huella de carbón, lo que está siendo sancionado por los organismos internacionales.
Castilla implica una inversión cercana a los 4.400 millones de dólares y pretende generar 2354 megawatts, lo que la sitúa como la termoeléctrica más grande de Sudamérica.