Ciudadanos de Aysén fueron nuevamente reprimidos por las fuerzas especiales de Carabineros al protestar por la rebaja en los precios de los combustibles. El gobierno, en tanto, se niega, por ahora, a enviar a la zona al ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien tiene el poder de decisión para resolver el problema.
En la madrugada del martes se registraron algunas de las peores protestas desde que se inició el conflicto hace casi dos semanas, porque encapuchados cortaron la energía eléctrica con cadenazos al tendido eléctrico, y otros saquearon la mayor distribuidora de alimentos de la región. Pero la gran mayoría de las manifestaciones han sido totalmente pacíficas.
El presidente Sebastián Piñera, que el lunes retornó de sus vacaciones, aludió el martes por primera vez al problema. “Le quiero pedir a la gente de Aysén una cosa: que no recurramos a la violencia. Las tomas, las barricadas, los incendios, las bombas molotov no aportan nada, recurramos al diálogo”.
Dirigentes sociales y gremiales de Aysén se rebelaron al no obtener respuestas del gobierno central a un petitorio de 10 puntos, que el jueves pasado tampoco pudo satisfacer el Subsecretario el Interior y que esta madrugada fue respondido, en su área, por el ministro de Salud, Jaime Mañalich, pero no por su par de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz.
Los ayseninos exigen una rebaja en los precios de los combustibles, 50% más altos que en Santiago, un sueldo mínimo superior a los 350 dólares; jubilación regionalizada; estabilidad laboral para los empleados públicos, mejoras en la salud y la educación, una universidad y un hospital regionales, y cuotas de mar para repoblar el fondo marino.
También piden que las numerosas salmoneras de la zona faenan los salmones en Aysén, cosa que no hacen porque se encarece el proceso y el traslado por el costo de los combustibles, por lo que se llevan los peces por mar a la región que está más al norte.
Algunos dirigentes dijeron el martes que prefieren no avanzar en el petitorio hasta que viaje a Aysén el Ministro de Hacienda, que “es el hombre que corta”, como lo define el dirigente pesquero Iván Fuentes, para tratar el tema de los combustibles, informa la agencia AP.
“Mientras ese punto no se aborde difícilmente se van a poder parar las movilizaciones”, dijo la alcaldesa de Puerto Aysén, Marisol Martínez.
El movimiento demandó la presencia de los ministros de Salud, Energía y Hacienda, pero Piñera les envió al de Salud y al de Transportes.
Las negociaciones del lunes concluyeron a las 02.00 de la madrugada del martes. Centenares de ayseninos esperaban en Puerto Aysén a sus representantes, y al enterar que hubo avances sólo en el área de salud, “se desató una batalla campal”, dijo la dirigente del comercio María Inés Oyarzún a radio Cooperativa. Los desórdenes se repitieron en Coyhaique.
Mientras tanto persiste el corte de rutas en la región, principalmente las que llevan a los puertos y al aeropuerto. En la víspera hubo fuertes enfrentamientos entre la policía y los conductores de taxis colectivos porque los efectivos policías lograron hacer pasar un camión con combustible hasta una gasolinera.
El combustible ya escasea en toda la región, al igual que varios alimentos de primera necesidad. Incluso centenares de turistas no han podido salir a pasear y otros tantos han cancelado sus reservas.